El domingo 28 se encendiรณ la alerta entre los delincuentes que ocupaban la Rectorรญa de la UNAM. La porra de Pumas podรญa intentar recuperar el edificio despuรฉs del partido de futbol. Con la remota esperanza de que los encendidos seguidores de Pumas confrontaran con razรณn –y con la razรณn– a los encapuchados y los obligaran a tener con ellos el diรกlogo que tanto pedรญan, emprendรญ la caminata hasta la universidad al caer la tarde. El estadio estaba ya vacรญo, los Pumas y sus seguidores se habรญan ido a celebrar su victoria sobre Jaguares. En los estacionamientos, niรฑos en bicicleta esquivaban los montones de basura, mientras sus padres descansaban en los prados que rodean la Rectorรญa, tumbados boca arriba, paseando a sus perros, jugueteando con sus hijos. Un domingo normal.
A nadie parecรญa inquietarle la barricada resguardada por los encapuchados y los vidrios rotos que alcanzaban a distinguirse desde la explanada. Esa complicidad pasiva es un primer sรญntoma del daรฑo que han hecho a la sociedad las manifestaciones, tomas y plantones que han permitido y tolerado en la ciudad de Mรฉxico los gobiernos perredistas. La ciudadanรญa ha acabado por ver como “normales” esas actividades clientelares de los gobiernos del DF que pasan por encima de los derechos del resto de los ciudadanos y tambiรฉn de la ley. El imperio de la ley es el cimiento de cualquier civilizaciรณn que merezca ese nombre –de cualquier orden que se oponga al caos y a la barbarie. En el DF, la tolerancia de grupos como los encapuchados de la UNAM,con fines electorales, ha devastado al Estado de derecho y convertido a la ilegalidad en una forma de vida.
Subรญ las escaleras hasta el atrio laico que da acceso al edificio que es el corazรณn de la UNAM. Al menos ahรญ esperaba encontrar una atmรณsfera luctuosa y expectante: un grupo reducido de alumnos y maestros haciendo guardia frente a la trinchera hechiza y al desafรญo que implicaba la toma de Rectorรญa. Un recordatorio para los encapuchados de lo que es y representa ese edificio. No habรญa nadie. Sรณlo los embozados, hostiles y altaneros, con sus mantas, sintiรฉndose protagonistas de la historia. Una historia hueca de consignas mal dichas y mal escritas contra el FMI, el Banco Mundial y a favor de la amenazada educaciรณn gratuita que nunca ha sido amenazada. Pura paja retรณrica.
La รบnica demanda que rompรญa el surrealismo es circular. Podrรญa resumirse asรญ: tomaron la Rectorรญa que es propiedad de la naciรณn, haciendo destrozos sin cuento para que no se levanten demandas contra ellos por el delito de invasiรณn de la propiedad de la naciรณn y destrozos sin cuento. La misma que llevรณ a los mismos delincuentes a ocupar las oficinas del CCH en la UNAM hace semanas destruyendo todo a su paso. En suma, delinquen para que no haya cargos contra ellos cuando delinquen.
Los encapuchados entraban y salรญan a su antojo. En la banqueta, una joven entrevistaba a un hombre de lentes oscuros y camiseta morada. Contestaba sus preguntas con prisa existencial y saliรณ corriendo cuando me acerquรฉ a ellos. Era el ubicuo Uriel Sandoval, el fรณsil de la Universidad patito de AMLO, que ha participado en tomas ,cierres y desmanes en esa y otras instituciones. Tenรญa prisa, porque tenรญa que encabezar una manifestaciรณn –en apoyo a los encapuchados– de la UACM, sobre la que dijo el director de la UACM, que no estaba metida en los disturbios de la UNAM.
Tres dรญas despuรฉs los embozados le hicieron el favor a la Universidad de abandonar Rectorรญa bajo la promesa de que las autoridades se sentarรญan a dialogar sobre el problema que empezรณ, segรบn ellos, “con la privatizaciรณn y tecnificaciรณn de la Universidad”. Serรก un ejercicio interesante digno de una obra de Ionesco. Entre las altas autoridades de una Universidad que nadie ha propuesto privatizar jamรกs y estudiantes que pretenden, antes de cursar cualquier tipo de estudios superiores, dictar a quienes han acumulado grados, posgrados y aรฑos de docencia, como deben ser los programas de estudios superiores de las instituciones que dirigen. La UACM en el futuro de la UNAM.
Que no se engaรฑe el rector Narro: no fue el diรกlogo acordado lo que sacรณ a estos delincuentes de la Universidad. Quienes los movilizan y dirigen los necesitaban haciendo bola en la marcha del 1 de mayo. En la “amplia movilizaciรณn de rechazo” a las reformas laboral y educativa del presidente Peรฑa Nieto. Desfilaron, junto al SME y al CNTE, con palos, tubos y una buena carga de piedras, gritando a quiรฉn quisiera oรญrlos que fueron ellos los autores del vandalismo del primero de diciembre y “volverรญan a hacerlo”. Y lo hicieron. Atacaron a los granaderos que resguardaban los edificios a su paso y tenรญan รณrdenes de no responder. El saldo fueron mรกs destrozos y, claro, la deslegitimaciรณn de la policรญa capitalina, convertida en el blanco inerme de un grupo de choque que es la cara encapuchada de quienes buscan crear un polo alternativo de poder frente al gobierno. Afortunadamente, informaron las autoridades del DF, "no hubo detenidos".
(Publicado previamente en el periรณdico Reforma)
Estudiรณ Historia del Arte en la UIA y Relaciones Internacionales y Ciencia Polรญtica en El Colegio de Mรฉxico y la Universidad de Oxford, Inglaterra.