Decenas de seguidores del Maccabi de Tel Aviv sufrieron ataques antisemitas en Ámsterdam. Los hinchas habían ido a apoyar al equipo de futbol israelí, que jugaba contra el Ajax de Ámsterdam en la Liga Europea. Al menos diez israelíes resultaron heridos, según Haaretz. Cinco fueron hospitalizados. La policía local informó de más de sesenta detenciones tras el partido, cuando manifestantes propalestinos intentaban alcanzar el estadio en momentos en que ya no estaba permitido.
En muchos casos, según declaraciones de fans a Haaretz, el ataque parecía orquestado. Los atacantes esperaban en varios puntos de la ciudad a los seguidores que volvían del partido. Videos que circulan en línea muestran a asaltantes enfrentándose a los israelíes, preguntando de dónde son y golpeando a cualquier persona sospechosa de ser israelí. El Financial Times menciona y enlaza vídeos que muestran a hombres que hablan árabe persiguiendo y asaltando a al menos dos hombres. A una de las víctimas le exigen que diga “Free Palestine”.
La policía local también dijo que fans israelíes habían vandalizado un taxi y quemado una bandera palestina, mientras que otros vídeos mostraban a fans del Maccabi de Tel Aviv gritando eslóganes antiárabes al entrar a una estación de metro.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el primer ministro de los Países Bajos Dick Schoof también condenaron los hechos. Femke Halsema, la alcaldesa de Ámsterdam, dijo en una conferencia de prensa que había sido “una noche oscura… Entiendo que alguna gente piense en los pogromos”. La alcaldesa señaló la cercanía de las fechas con el aniversario de la Kristallnacht.
El ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, rechazó las peticiones de trasladar el partido de fútbol Francia-Israel del jueves. A su juicio, eso significaría ceder a la violencia y al antisemitismo. “Francia no retrocede ante las amenazas”, declaró, añadiendo que la policía de París está aplicando todas las medidas de seguridad necesarias para que el partido se celebre en el Estadio de Francia, como estaba previsto.
El rey de los Países Bajos, Guillermo Alejandro, instó a una rápida actuación contra la violencia y el antisemitismo en Ámsterdam y a una ayuda inmediata para evacuar a los israelíes. El monarca condenó enérgicamente el atentado y lo comparó con la incapacidad de los Países Bajos para proteger a los judíos durante el Holocausto. “Fallamos a la comunidad judía de los Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial, y anoche volvimos a fallar”, declaró.
El odio a los judíos atraviesa la historia y las culturas. A menudo se une a la mentalidad conspiranoica y se exacerba en momentos determinados: en el desacuerdo con las políticas de Israel, particularmente tras el ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre y la dura respuesta de Israel o, en este caso, en el desacuerdo con las acciones reprobables de algunos seguidores.
Los ataques de Ámsterdam recuerdan un pasado tenebroso de persecución, violencia y confrontación étnica. Fantasmas que no deben volver para quedarse. ~