Bourgeois: pesadillas y recuerdos

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La obra creada por Louise Bourgeois (ParĆ­s, 1911-2010), una de las artistas mĆ”s influyentes del siglo XX, es autobiogrĆ”fica. La artista, en su sempiterna exploraciĆ³n de sus recuerdos mĆ”s Ć­ntimos, creĆ³ soluciones tangibles y heroicas para los traumas y las vivencias de su niƱez. “Para poder liberarme del pasado, tengo que reconstruirlo, sopesarlo, convertirlo en escultura y deshacerme de Ć©l”, afirmĆ³. En esta exposiciĆ³n, hasta el 4 de septiembre en el Museo Guggenheim de Bilbao, se puede contemplar una amplia representaciĆ³n de la serie de las Celdas, realizada por Bourgeois en la Ćŗltima etapa de su carrera, que gira en torno al deseo de recordar y olvidar al mismo tiempo. Estas instalaciones parecen compuestas por fragmentos de sueƱos. Los habitĆ”culos, realizados con elementos arquitectĆ³nicos y muebles reutilizados, como puertas, ventanas, mallas de alambre y contenedores industriales, albergan en su interior esculturas que se combinan con objetos simbĆ³licos procedentes del contexto biogrĆ”fico de la artista: frascos de perfume, tapices, lĆ”mparas, espejos y esferas de cristal. La yuxtaposiciĆ³n de esculturas y objetos tiene sus raĆ­ces en el movimiento surrealista de ParĆ­s, donde estudiĆ³ Bourgeois antes de trasladarse a Nueva York. La muestra se completa con dibujos, pinturas, esculturas e instalaciones que han sido relevantes en su trayectoria artĆ­stica. En las Celdas, Bourgeois se enfrentĆ³ a sus demonios familiares, a su memoria y a los miedos que la atenazaban. A travĆ©s de los espejos que situĆ³ en su interior propone al espectador que se mire y haga lo mismo. El trauma que causĆ³ a la artista la relaciĆ³n sentimental de su padre con una institutriz britĆ”nica que viviĆ³ en el hogar familiar durante casi una dĆ©cada se refleja en varias obras de esta exposiciĆ³n. La diabĆ³lica instalaciĆ³n, precedente de las Celdas, titulada La destrucciĆ³n del padre (1974), parece una pesadilla surrealista. Dispuesta como una escena teatral bajo brillantes focos de luz roja, las formas bulbosas y elementos como los moldes de escayola hechos a partir de piernas de cordero de color carne representan el cuerpo desmembrado del padre, preparado sobre la mesa para ser devorado por su familia en un acto de canibalismo. La onĆ­rica Celda XXVI (2003), en la que cuelga una figura femenina de tela, vinculada con la escultura de influencia surrealista Mujer espiral (1984), es una fantasĆ­a de venganza contra la amante del padre, Sadie Gordon. “En mis sueƱos le retorcĆ­a el pescuezo”, confesĆ³ Bourgeois. La artista cuidĆ³ a su madre enferma, que soportĆ³ las infidelidades de su marido, hasta su muerte en 1932. Como los sueƱos, la Celda ii (1991) estĆ” formada por elementos visuales, entre los que destacan unas manos crispadas esculpidas en mĆ”rmol, que evocan el dolor y la rabia que sintiĆ³ la artista cuando perdiĆ³ a su madre. Cuando Louise Bourgeois superaba los ochenta aƱos realizĆ³ sus enormes esculturas en forma de araƱa, que representan a su madre. La mĆ”s cĆ©lebre es MamĆ” (1999), una araƱa de bronce y acero inoxidable y casi nueve metros de altura que se alza junto a la fachada orientada a la rĆ­a en el Museo Guggenheim de Bilbao y de la que existen seis versiones instaladas en diferentes lugares del mundo. Las araƱas de Bourgeois son talismanes que protegen y al mismo tiempo simbolizan el miedo al abandono. El motivo se repite en AraƱa (1997), una de las Celdas que parece surgida de una pesadilla kafkiana. El espacio situado bajo las patas de la monumental araƱa de acero forma una habitaciĆ³n que contiene una acogedora butaca tapizada. Celda (La Ćŗltima subida) (2008) tiene una atmĆ³sfera mĆ”gica e irreal. En el centro de esta jaula cilĆ­ndrica de malla metĆ”lica serpentea una escalera en espiral que atraviesa el techo, como metĆ”fora del viaje vital. Una gota alargada de goma encarna a la artista en su Ćŗltima ascensiĆ³n. Dos esferas de madera situadas al pie de la escalera representan a sus padres. La estructura abierta de la Celda indica que Bourgeois, prĆ³xima al final de su vida, se habĆ­a desprendido de su miedo a la muerte y se encontraba en paz consigo misma. “He pagado mi deuda con el pasado y me he liberado”, dijo Bourgeois cuando terminĆ³ la serie de las Celdas. ~

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(San SebastiƔn, 1960) es periodista.


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