Cervantes, primeras notas

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“Los libros de caballerรญas volvieron loco a don Quijote, y el Quijote ha vuelto locos a los cervantistas”, juzga el poeta Vicente Gaos, hermano de mi maestro Josรฉ Gaos. Sirva esta justa advertencia como explicaciรณn de mi impertinencia de echar mรกs carga al ya pesadรญsimo fardo del comentario cervantino.

No sรฉ quรฉ tienen arte y vida de Cervantes que, mรกs que tientan, empujan y fuerzan a escribir. La bibliografรญa es infinita. Esta abundancia, sin embargo, no quiere decir que se hayan agotado, ni mucho menos, los temas cervantinos. El alud de escritos se suscita porque unos libros repiten lo que otros dicen. Repiten incansablemente. ¿Para quรฉ?, preguntarรกn. Para nada, lo que sucede es que los reiteradores no se dan cuenta de que estรกn volviendo a decir lo que ya se dijo no una, sino muchas veces.

Un solo ejemplo: se ha repetido una y otra vez que el propรณsito de Cervantes en el Quijote fue acabar con las novelas de caballerรญas. ¿Serรก cierto? Parece que no. ¿Por quรฉ habrรญa Cervantes de perseguir tan sombrรญo, malvado y absurdo fin? ¿Por quรฉ acabar con una aficiรณn literaria? ¿Para quรฉ ejercer este singular apetito inquisitorial? Y Cervantes menos que nadie. Cervantes, a quien encantaban estas novelas, las habรญa visitado con incansable fruiciรณn y era erudito en el gรฉnero. ¿Por quรฉ no habrรญa de entretenerse la gente con esas inofensivas fantasรญas?, ¿una reforma social? No parece que Cervantes haya sido nunca un reformador social. ¿Quรฉ clase de reforma? ¿La lucha sin cuartel por impedir que los lectores pudieran creer verdaderos los disparatados sucesos de las novelas? ¿Quiรฉn podrรญa caer en esa confusiรณn que equivaldrรญa a una impensable masiva proliferaciรณn de don Quijotes?

Pero, sobre todo, no se necesita propรณsito definido alguno para escribir una novela. Oigamos esta pregunta: “Seรฑor Joyce, se dice que estรก usted escribiendo un libro centrado en la Odisea, ¿puede usted aclararme para quรฉ lo escribe, digo, quรฉ se propone al escribirlo?” ¿No es artificial y por entero absurda esta indagaciรณn?

Quiero decir que el propรณsito de escribir una obra literaria no es otro que echar a andar entre lectores esa obra literaria, en la que, supone inmodesto el autor, los lectores van a poder hallar muestras de la mรกs incuestionable maestrรญa. No se me oculta que a veces el trabajo pueda tener otros propรณsitos, aunque es poco recomendable, porque el arte es celoso y si olfatea otras presencias se aleja disgustado.

Demos, pues, principio a nuestra exploraciรณn. Primera parte, Cervantes como personaje, e intentemos repetir lo menos posible.

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El padre de Cervantes, ¿cรณmo era? No, no sabemos, Cervantes nunca poetizรณ su vida, Cervantes es hermรฉtico. Su infancia parece opaca, difรญcil. Ante todo, la opresiรณn de la miseria, ansiedad que lo persiguiรณ desde su infancia. El padre sordo, no de viejo, sino desde niรฑo. Mรฉdico, pero no mรฉdico de los de ahora, con consulta adinerada, sino de los de entonces, que no sabรญan nada, es decir, casi un peluquero. El zurujano, como les decรญan en aquellos tiempos, cayรณ alguna vez preso por deudas, como caerรก su hijo. Miguel lo acompaรฑa a veces a la consulta para traducir con mรญmica los sรญntomas que declaraba el enfermo y no podรญa oรญr el doctor Cervantes.

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En cuanto a las madres, apenas son visibles en los Siglos de Oro. “En ningรบn lugar de su vasta obra –explica Vossler– ha exaltado Lope la figura de su madre. Las pocas madres de sus numerosas comedias son figuras ridรญculas, desagradables o indiferentes.” La madre de Cervantes tambiรฉn estรก ausente. Pero ella, Leonor de Cortinas, era probablemente de origen judรญo, por parte de su madre, la abuela del escritor, segรบn sostienen eruditos, por ejemplo, Amรฉrico Castro. Abuela judรญa, cosa grave en aquellos tiempos lamentables de pureza de sangre.

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Nace Cervantes en 1547. Esto es, Cervantes es seis aรฑos menor que el Greco. Tiene siete aรฑos cuando se publica el Lazarillo, quince cuando nace Lope de Vega y diecisรฉis cuando nace Galileo, por tanto, para Cervantes la Tierra es el inmรณvil centro del universo y el Sol gira alrededor de ella. Tiene Cervantes 51 aรฑos cuando viene al mundo el otro monstruo del arte espaรฑol, Diego Rodrรญguez de Silva y Velรกzquez. Y tiene diecisรฉis cuando nace Shakespeare, aunque los dos van a morir el mismo aรฑo. Los tres, Cervantes, Shakespeare y Velรกzquez son barrocos, es decir, los tres han asumido, entre otras cosas, que exageraciรณn y fealdad son aceptables en la visiรณn artรญstica. ~

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(Ciudad de Mรฉxico, 1942) es un escritor, articulista, dramaturgo y acadรฉmico, autor de algunas de las pรกginas mรกs luminosas de la literatura mexicana.


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