Dios y la crisis

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Todo el mundo habla de la crisis: las estadรญsticas, los expertos, los diarios y la televisiรณn se refieren a ella con gran alarma, pero la gente no habla mucho del problema en tรฉrminos financieros. En cambio, se comentan ampliamente las consecuencias morales de lo que estรก sucediendo en la economรญa. No solamente se ha quebrado el modelo econรณmico basado en la desregulaciรณn, que domina a la economรญa mundial desde 1973, sino que las clases empresariales son consideradas, ademรกs de poco hรกbiles, รฉticamente culpables de lo que estรก sucediendo. En esto coinciden la izquierda y la derecha. Estamos no sรณlo ante un problema de ineficacia, sino tambiรฉn ante un grave asunto moral.

Diversas organizaciones religiosas han aprovechado el clima de crisis moral para divulgar en los enormes anuncios que llevan los famosos autobuses rojos de Londres advertencias contra los no creyentes, a quienes se les advierte que podrรญan llegar al infierno. Creen que exaltan la palabra de Dios frente a la crisis. Esto ha enojado a muchos, quienes encabezados por la escritora Ariane Sherine y el biรณlogo Richard Dawkins, se han propuesto obtener fondos para que algunos autobuses londinenses exhiban un gran anuncio: โ€œProbablemente Dios no existe: deja de preocuparte ahora y goza de la vidaโ€. El biรณlogo se siente incรณmodo con la palabra โ€œprobablementeโ€ (รฉl estรก seguro de que Dios no existe), pero acepta el tรฉrmino para evitar que los anuncios sean prohibidos por ofender la sensibilidad religiosa de algunos. Podrรญan haber anunciado tambiรฉn que โ€œProbablemente hay crisis, pero goza la vida y no te intranquilicesโ€.

Los banqueros y los economistas no han logrado todavรญa inundar totalmente a la sociedad con sus tรฉrminos y sus perspectivas. En contraste, se expande la idea de que algo extraรฑo estรก ocurriendo en la anatomรญa moral de las sociedades actuales. Fundamentalistas de toda clase aprovechan la coyuntura para proclamar sus verdades: Dios estรก castigando a las sociedades hipermodernas por su codicia y su lujuria. La gente contempla el espectรกculo de la crisis y se interroga sobre sus consecuencias. Llegan tiempos para la reflexiรณn moral.

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Es doctor en sociologรญa por La Sorbona y se formรณ en Mรฉxico como etnรณlogo en la Escuela Nacional de Antropologรญa e Historia.


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