Letras Libres se fundó en México en enero de 1999 con la voluntad de recoger la herencia de la revista Vuelta, publicación que dirigiera hasta su muerte el poeta y Premio Nobel mexicano Octavio Paz y de la que yo mismo fui subdirector durante más de veinte años. Después de casi un lustro de vida, Letras Libres es la revista de referencia en el mundo cultural mexicano. Con el segundo año de vida de la edición española se impone hacer una revisión de nuestro trabajo.
Una revista es el espacio intermedio entre la prisa de los diarios y la pausa de los libros. Tiempo que permite reflexionar sobre los acontecimientos del mundo y sobre sus consecuencias. Tiempo que permite separar la paja mediática del grano de auténtico valor cultural. Tiempo que permite situarse más allá del día a día pero, al mismo tiempo, estar anclado en la realidad, interpretarla y criticarla. Por ello las revistas mensuales son necesarias e insustituibles en la discusión cultural.
La revista nace bajo una idea central: en el mundo globalizado de hoy, los temas y preocupaciones centrales de todos los hablantes del idioma son los mismos. Cierto que cada país tiene sus debates y su identidad, pero existe una agenda común que reclama un tratamiento abierto, que rebase los límites estrechos de su propia territorialidad. De esa suerte, la revista propone cada mes un tema central a discutir, de naturaleza ya política, ya histórica, ya literaria, y convoca a las mejores plumas y a los más grandes especialistas a discutirlo, debatirlo y glosarlo en nuestras páginas.
Pero nuestro empeño intelectual no se limita a esto. Ni mucho menos. Queremos ser el foro, desde España, de la lengua. Publicamos cada mes ensayos, poemas y cuentos de escritores de ambas orillas del Atlántico, con la convicción de que es necesario construir una cultura del idioma español y terminar con las etiquetas que separan a los creadores y pensadores de ambos lados del océano.
Además, mes con mes, le seguimos el pulso a la realidad cultural y política española, con independencia de cualquier grupo o corriente y siempre con el afán de contribuir al sentido crítico que debe imperar en toda publicación intelectual.
Finalmente, la revista quiere ser un espacio para recuperar la memoria del pasado español. Por ejemplo, recordar a los exiliados republicanos, cuyos frutos maduraron en el exilio, muchos de ellos precisamente en México, y regresaron a la tierra que los vio nacer una parte de los frutos que desarrollaron en otras tierras y latitudes.
En Letras Libres pensamos que la mesa de la cultura española está servida, pero que le falta animación, debate, vitalidad e independencia. Con espíritu dialogante, pluralidad, mes con mes, la revista quiere contribuir a esta animación. Pero ello no sería posible sin la presencia activa de nuestros lectores, cuya confianza en nosotros y su fidelidad a la revista no puedo sino saludar con orgullo y agradecimiento.
Larga vida a la palabra en libertad.
Director Letras Libres
Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clío.