Traigo una duda, tan inconsecuente como divertida. No es cosa nueva: lo escuché hace años, de no me acuerdo quién. Junto el “Idilio” de Díaz Mirón con aquella extraña certeza porfiriana de “mejorar la raza” de la población mexicana trayendo inmigrantes italianos y franceses, por ejemplo. “Idilio” toca el asunto por vía de una tremenda analogía. Una payita rubecita y un cambujo patán; una ovejita blanca y un borrego burdo y oscuro. Copulan. Supongo que las mezclas mejorarán las razas, si se quiere. Pero no me puedo sacar de la cabeza la idea de que Díaz Mirón eligió los decasílabos heroicos, y el necio acento en sexta, como sátira, también, del Himno Nacional. Con la música:
…La payita se llama Sidonia.
Llegó a México en una barriga:
en el vientre de infecta mendiga…
¿Será? La verdad es que “Idilio” también tiene estrofas de cabalgantes dodecasílabos y algunos remates hexasílabos. Cosas de modernista. Y mi morbo.
– Julio Hubard