Amar la adversidad por amor a la verdad, aconsejaba a laicos y religiosos San Gregorio Magno, es decir, Gregorio el Grande, que eso dice magno. Este consejo no es mรกxima: es precepto moral para regular la conducta, porque, en efecto, averiguado estรก que quien defiende la verdad en cualquier asunto lastima intereses creados y despierta hostilidad en su contra, y esa enemistad le traerรก, mรกs tarde o mรกs temprano, adversidades como persecuciรณn, calumnia y cรกrcel, que es lo que suele esperar a los luchadores sociales mexicanos en estos dรญas.
No es mรกxima la de Gregorio, pero es frase que cifra y aprieta en fรณrmula certera cosas de otro modo dispersas. Este embalaje es elegante y permite, por ejemplo, inversiones o parodias rotundas. Ensayemos una de la gregoriana: Amar la lambisconerรญa por amor al dinero, que describe la actitud aviesa de rigor en nuestros polรญticos.
El mรกs elegante de los acuรฑadores de mรกximas es Franรงois, prรญncipe de Marcillac, sexto duque de La Rochefoucauld (1613-1680). La filosofรญa detrรกs de los aforismos de este refinadรญsimo maestro es desencantada, maliciosa, pero clarividente de tan penetrante, sincera y bien observada.
Se llama mรกxima este tipo de apunte o seรฑalamiento porque el duque lo definiรณ como el mรกximo significado en el mรญnimo de palabras y se le quedรณ eso del mรกximo, pero ya en femenino: la frase mรกxima de significado, o simplemente la mรกxima.
He aquรญ algunas mรกximas sobre el amor con escuetos comentarios. En amor, amar poco es un medio seguro para ser amado. Traducciรณn: no hay mejor manera de echar a perder una relaciรณn de amor que sofocarla perdiendo por entero la libertad de tan encimosos, porque la propia libertad, que se muestra al cobrar distancia, es el acicate del amor-pasiรณn, definido por Sartre como inclinaciรณn obsesiva a apoderarnos de la libertad del ser amado. Si esta libertad se rinde y entrega, el amor tiende a menguar o aun a extinguirse.
La mayorรญa de las mujeres se rinden mรกs por debilidad que por pasiรณn; de ahรญ que, por lo comรบn, los hombres osados, aun sin ser los mรกs atractivos, triunfan mรกs que los otros. O, como respondiรณ el experto Giacomo Casanova: lo que se precisa para ser amado es audacia y desdรฉn. O el dicho de la maestra doรฑa Celestina: en el amor todo es coyuntura.
No existe disfraz que pueda, durante largo tiempo, ocultar al amor donde estรก, ni fingirlo donde no estรก.El amor estรก en las miradas: advierte adรณnde viajan los ojos de la gente, y cรณmo –estudiรณ Barthes– en detalles imprevistos tan simples como la elecciรณn de un regalito: a mayor meditaciรณn y cuidado en la elecciรณn, mayor amor. Y viceversa: el detalle descubre tambiรฉn cuando ya no se ama.
El amor, como el fuego, no puede subsistir sino en movimiento continuo y cesa de vivir cuando cesa de esperar o de temer. Porque, claro, el amor se alimenta de imaginerรญas, de ilusiones.
A los viejos les gusta dar buenos preceptos para consolarse de no estar en condiciones de dar malos ejemplos. Es duro, pero ciertรญsimo de nuestra comรบn hipocresรญa.
Un hombre discreto puede enamorarse como un loco, pero no como un tonto. Pero, ¿puede un tonto de capirote ser discreto?
Y por รบltimo, tres mรกximas sobre la vanidad humana que no precisan comentario.
Se habla poco cuando la vanidad no nos hace hablar.
La lisonja es una falsa moneda que solo circula por nuestra vanidad.
Preferimos decir algo malo de nosotros mismos que abstenernos de hablar de nosotros.
Como se ve, La Rochefoucauld es un gran desenmascarador. Y por eso Nietzsche lo admiraba con tanto fervor. ~
(Ciudad de Mรฉxico, 1942) es un escritor, articulista, dramaturgo y acadรฉmico, autor de algunas de las pรกginas mรกs luminosas de la literatura mexicana.