Lo que mรกs asombra del maestro es la destreza. Nadie, ni siquiera el supremo artรญfice de la talla en piedra, Buonarroti, alcanzรณ esta habilidad. Asombra tanto que oscurece todo lo demรกs. Una rama con hojas, un velo que cubre el rostro de una dama, un alambre, una mosca, el mรกrmol bajo su cincel puede representarlo todo: rรญo, fuego, encaje, las telas mรกs diversas, rostros. Pero la destreza sola es superficial y nunca es meta en la escultura, es solo un medio para alcanzar la expresividad, la hermosura, la verdad. Exhibiciรณn de destreza pura se aprecia, por ejemplo, en el cirquero, no en el artista.
Un ejemplo de la profundidad de Bernini se revela en el que es, de seguro, su trabajo mรกs cรฉlebre: la Transverberaciรณn de Santa Teresa, representaciรณn material del amor mรญstico, la uniรณn que alcanza la santa cuando desaparece en Dios. La experiencia no puede siquiera describirse: โestando asรญ el alma buscando a Dios โdice Teresaโ, siente con un deleite grandรญsimo y suave casi desfallecer toda con una manera de desmayo que le va faltando el huelgo [respiraciรณn] y todas las fuerzas corporales, de manera que, si no es mucha pena, no puede aรบn menear las manos…โ. El fenรณmeno es incomprensible porque, dice la santa: โla voluntad debe estar bien ocupada en amar, mas no entiende cรณmo ama. El entendimiento, si entiende, no entiende cรณmo entiende; al menos no puede comprender nada de lo que entiende. A mรญ no me parece que entiende, porque โcomo digoโ no se entiende. Yo no acabo de entender estoโ. (Quรฉ escritora es Teresa, ยฟverdad?)
El รฉxtasis, momento supremo de la devociรณn mรญstica, tiene su impresionante versiรณn anatรณmica en la imagen de mรกrmol (vรฉase ilustraciรณn) de la Capilla Cornaro del templo de Santa Marรญa de la Victoria, en Roma. La capilla lleva el nombre del patriarca de Venecia, cardenal Federico Cornaro, y se sitรบa en una pequeรฑa iglesia carmelita que diseรฑรณ por entero y decorรณ con esculturas Bernini.
ยฟY quiรฉn fue Bernini? Vamos a asomarnos a su larga y victoriosa existencia, aunque sea desde lejos.
A los ojos de la gente, el niรฑo precoz es enigmรกtico. โTomasito sabe de memoria todos los versos del Romance de don Gaiferos, no entiende nada, repite como perico, pero sin brincarse nada.โ El precoz es una especie de monstruo, monstruo pero de capacidad, de habilidad, monstruo envidiable. El niรฑo precoz tiene peculiar genialidad. Filippo Baldinucci, primer biรณgrafo de Bernini, habla de una pequeรฑa cabeza de mรกrmol tallada por el niรฑo a los ocho aรฑos.
Esta habilidad no sale de la nada. El maestro fue su padre, Pietro, tambiรฉn escultor. La configuraciรณn de la estructura โpadre y maestro de niรฑo prodigioโ pide que el padre sea tan mediocre y poca cosa como el hijo brillante y รบnico, relaciรณn que remite al caso de Mozart, figura epรณnima del niรฑo prodigio. Saul Bellow aventura que una explicaciรณn de la precocidad asombrosa de Wolfgang es que su padre, Leopold, haya sido un inspirado y habilรญsimo maestro (si la Sinfonรญa de los juguetes es composiciรณn de Leopold, como se ha sostenido, Leopold estรก muy lejos de ser una nulidad).
Prosigamos. A los once aรฑos el niรฑo Bernini talla La cabra Amaltea con Jรบpiter niรฑo y un fauno (โCabra de sol y Amaltea de plataโ, se lee en โIfigenia Cruelโ, si no recuerdo mal), con tal habilidad que podrรญa haberse hecho pasar la pieza por un original griego desenterrado, que por entonces se buscaban con afรกn y se cotizaban muy alto. Tal habilidad a los once se entiende porque, aclara Wittkower, โen el siglo XV y aun mucho mรกs tarde, los niรฑos comenzaban su aprendizaje a edad muy tempranaโ.
Vasari asegura que Rafael antes de los ocho aรฑos no solo habรญa ayudado mucho a su padre (tambiรฉn pintor), sino habrรญa superado en toda la lรญnea el arte paterno. Afirmaciรณn legendaria, de seguro, pero que por algo corrรญa.
Digamos de paso que tanto Mozart como Rafael murieron jรณvenes, el primero de 35 aรฑos, el segundo de 37. En cambio Bernini falleciรณ nueve dรญas antes de cumplir 82. Poco antes del deceso su brazo derecho quedรณ paralizado. El papa Inocencio XI comentรณ que era justo que el brazo descansara ya que tanto habรญa trabajado en tan larga vida.~
(Ciudad de Mรฉxico, 1942) es un escritor, articulista, dramaturgo y acadรฉmico, autor de algunas de las pรกginas mรกs luminosas de la literatura mexicana.