La cosa es la mucosa

Una relectura de uno de los libros clásicos de Freud. 
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Estoy leyendo las Tres contribuciones a la teoría sexual (1905) de Freud. Hace muchos años leí lo obligatorio: la teoría del psicoanálisis, lo del arte, la interpretación de los sueños y Sexualidad infantil y neurosis(que incluye partes de las Tres contribuciones) que tenía una exacta portada consistente en una impecable bacinica blanca.

Si soy franco, diré que cuando leí a Freud por primera vez, me pareció más inteligente. Ahora me está pareciendo ingenuo; uno de esos personajes a la vez bobos y escrupulosamente técnicos, como de Cortázar. Esto me obliga a suponer que o yo era más tonto entonces, o soy aún más tonto ahora. Aunque por otro lado, quizá esa etapa de la escritura de Freud no es la más interesante (y, además, hoy en día, es más políticamente incorrecto que un sheriff de Arizona).

Bueno, algo que es muy curioso de las Tres contribucioneses cómo todo, absolutamente todo, se reduce a sentir, tallar, frotar o masajear la mucosa.

Cuando se me ocurrió comentar aquí el asunto, busqué una versión en español. Lamento sólo haber encontrado ésta, escrita en un madrileño espantoso. Peor es nada. 

…Uso sexual de la membrana mucosa de labios y boca. La significación del factor de sobreestimación sexual puede estudiarse mejor en el varón, cuya vida sexual es la única que puede ser accesible a la investigación, dado que en la mujer está velada por una oscuridad impenetrable, consecuencia en parte a pudores culturales y parte en la reticencia y deshonestidad que le son convencionales. 

…Entre las mujeres invertidas son múltiples las metas sexuales; entre estas, el contacto con la mucosa bucal parece privilegiada.

…El uso de la boca como órgano sexual es considerado perversión cuando los labios (lengua) de una persona entran en contacto con los genitales de la otra, mas no cuando ambas ponen en contacto sus mucosas labiales.

…Un tipo de contigüidad definitorio, que consiste en una mutua aproximación de las membranas mucosas de los labios en forma de beso, ha recibido entre las naciones más avanzadas un valor sexual, a pesar de que las partes del cuerpo involucradas en él no pertenecen al aparato sexual sino que son, de hecho, las entradas del tracto digestivo.

…El papel sexual de la mucosa anal en manera alguna se restringe al comercio entre hombres; la predilección por él tampoco es característica de la sensibilidad de los invertidos. Al contrario, parece que la paedicatio del hombre debe su papel a la analogía con el acto en el caso de la mujer, mientras que la masturbación recíproca es la meta

sexual que aparece predominantemente en el comercio de los invertidos.

…Ciertos lugares del cuerpo, como las mucosas bucal y anal, que aparecen una y otra vez en estas prácticas, elevan el reclamo, por así decir, de ser considerados y tratados ellos mismos como genitales.

 

Por último, se impone reconocer que a consecuencia de lo anterior, o a pesar de lo anterior, nacen bebés. Y ¿qué descubrimos inmediatamente? Sí:  mucosa.

-El chupeteo (el mamar con fruición) aparece ya en el lactante y puede conservarse hasta la madurez o persistir toda la vida, consiste en un contacto de succión con la boca (los labios), repetido rítmicamente, que no tiene por fin la nutrición. Es claro, además, que la acción del niño chupeteador se rige por la búsqueda de un placer -ya vivenciado, y ahora recordado-. Así, en el caso más simple, la satisfacción se obtiene mamando rítmicamente un sector de la piel o de mucosa.

Palabra fea, mucosa. Aunque a Freud le procuraba bastante placer oral (y eso que en alemán se dice Schleimhäute).

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Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.


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