Para cualquier escritor mexicano con un mรญnimo de sensibilidad, el espectรกculo de la injusticia social creciente, la corrupciรณn impune y engreรญda, la expansiรณn del crimen organizado, la discriminaciรณn del indio y el naco, la mezquina vulgaridad de las รฉlites econรณmicas, la omnipresente fealdad del paisaje urbano y la manipulaciรณn televisiva del populacho, por mencionar las lacras mรกs visibles de nuestra vida pรบblica, ofrecen motivos de sobra para trinar de rabia. Si, encima de todo, el prisionero de esa realidad esperpรฉntica es un joven que tiene cerradas las puertas del bienestar, probablemente su rabia alcanzarรก la estridencia de un alarido. Por su propia naturaleza, la rabia es una musa difรญcil de someter a una voluntad creadora y la obra de Tryno Maldonado, uno de los escritores jรณvenes que la han invocado con mayor acierto, ejemplifica las grandes virtudes del realismo crรญtico en manos de un observador agudo de la descomposiciรณn social, pero tambiรฉn los riesgos que conlleva una apasionada confrontaciรณn literaria con las llagas purulentas de nuestro paรญs.
En su intensa y lรบgubre novela Teorรญa de las catรกstrofes (Alfaguara, 2012), la historia de un triรกngulo amoroso que tiene como telรณn de fondo la insurrecciรณn civil de 2006 contra Ulises Ruiz, el rufianesco exgobernador de Oaxaca, Maldonado se propuso una tarea ambiciosa: articular los goznes de lo pรบblico y lo privado en una novela con una rara mezcla de pasiรณn y distancia crรญtica. Si bien comparte la indignaciรณn social de los brigadistas atrincherados en las calles de Oaxaca, el narrador exhibe la cara sombrรญa de su movimiento (en particular, los mecanismos de control gansteril de la cnte) y advierte que, para muchos jรณvenes rebeldes, aquellas jornadas fueron una especie de bacanal revolucionaria, ideolรณgicamente difusa, donde todos los descontentos con el sistema coincidieron en sus fobias, aunque tuvieran diferentes proyectos de paรญs.
Tanto en la exploraciรณn intimista del triรกngulo amoroso, como en la crรณnica de la revuelta civil, Maldonado alcanza un admirable grado de empatรญa con los personajes y explora con agudeza la manera como la protesta social repercute en sus alcobas. Novela de arquitectura compleja, con varios planos simbรณlicos superpuestos, que finalmente confluyen en un desenlace sobrecogedor, el รบnico pero que se le puede poner es la proclividad del autor a exhibir el botรญn lรฉxico arrebatado en sus fatigosas excursiones por el diccionario (“longanimidad”, “remoreaban”, “baladros”, “blandeaban”, “entreviaban”, “nefaria”, “plastinada”). Los destellos de poesรญa engalanan la prosa (Maldonado tambiรฉn los tiene cuando asume una actitud mรกs humilde frente al lenguaje), pero la ampulosidad la empobrece.
En Metales pesados, su nuevo libro de relatos (Alfaguara, 2014), la voz narrativa ya no recae en el engolamiento, y un estilo diรกfano, preciso, dรบctil, sostiene con mayor eficacia el interรฉs del lector. En tres de los cinco relatos extensos o micronovelas que integran la colecciรณn: “Llanuras salvajes donde corran los caballos”, “Un drama de caza” y “Metales pesados”, la musa de la rabia da excelentes frutos, porque en ellas la ideologรญa no predomina sobre la intuiciรณn. Ezequiel, el hijo de un aguerrido minero, a quien su padre lleva de ciudad en ciudad cuando descubre que su esposa lo engaรฑa con un ingeniero catrรญn; Santiago, el enfermero obligado a soportar las bromas pesadas de un paraplรฉjico prepotente, o Israel, el raterillo explotado como prostituto por una pareja de homosexuales que le dan comida y sustento, protagonizan historias memorables, porque en ellas Maldonado utilizรณ la literatura como un medio de conocimiento. No son relatos escritos por alguien que ya sabe cรณmo funciona el orden social, sino por un escritor que ha creado mundos ficticios con leyes propias para tratar de entenderlo.
Por el contrario, en “Cรณmo nadar en hielo” y “Fuckin’ basterd”, el narrador no somete su rabia a una destilaciรณn serena: la vuelca sobre el texto en estado bruto, haciendo gala de una xenofobia visceral que falsea su enfoque de la existencia. Tanto las gandayas turistas suecas del primer relato, que le roban la cartera a dos galanes mexicanos tras una noche de copas, como la horda de springbreakers que humillan al protagonista del segundo, un profesor contratado para darles clases de espaรฑol, denotan un esquematismo visceral y ramplรณn: los representantes del Primer Mundo vienen de sus arrogantes potencias a humillar con perfidia a las pobres vรญctimas del subdesarrollo. En estos casos, el autor no solo comete un desatino ideolรณgico: distorsiona con brocha gorda su propio panorama de la vida nacional, pues en รฉl estรก muy claro que los propios mexicanos somos los responsables de nuestro lento derrumbe, sin haber necesitado la ayuda de ningรบn enemigo externo. A pesar de su rabia globalifรณbica, Tryno Maldonado es una de las cartas fuertes de la narrativa mexicana contemporรกnea. Se le puede exigir mucho porque su talento da para mรกs. ~
(ciudad de Mรฉxico, 1959) es narrador y ensayista. Alfaguara acaba de publicar su novela mรกs reciente, El vendedor de silencio.ย