Libertad amenazada

Versiรณn del discurso de agradecimiento por el Gran Premio Chapultepec 2012 que otorga la Sociedad Interamericana de Prensa.
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La libertad de expresiรณn arraigรณ tardรญamente en el orbe hispano. Nuestra tradiciรณn era otra, no una plaza pรบblica sino una fortaleza cerrada a la disidencia y a la crรญtica. A fines del siglo XVIII, la libertad de expresiรณn comenzรณ a tocar las puertas de esa fortaleza. Y las tocรณ hasta derribarlas justo aquรญ, en Cรกdiz, hace doscientos aรฑos. Aquella Constituciรณn animรณ el nacimiento de nuestros primeros diarios independientes, vertebrรณ legalmente a nuestras primeras repรบblicas y fincรณ la tradiciรณn liberal, que sigue siendo el fundamento mejor de nuestra civilizaciรณn.

Las dictaduras militares del siglo XIX en Hispanoamรฉrica abominaron de la libertad de expresiรณn, y no les faltaban razones. Ante ellas se alzรณ siempre la prensa liberal, con sus feroces caricaturas, sus sonetos satรญricos, sus incendiarios artรญculos y sus grandes prosistas. Periodistas y escritores pรบblicos fueron todos: Alberdi, Montalvo, Sarmiento, Mora, Gonzรกlez Prada, Martรญ. Muchos sufrieron cรกrcel y ostracismo, otros la muerte misma. Pero persistieron en su vocaciรณn de libertad.

Con el arribo del siglo XX, la libertad de expresiรณn se consolidรณ en los paรญses de mรกs honda vocaciรณn democrรกtica como Chile, Costa Rica, Uruguay, la propia Colombia, entre otros. Ahora mismo, circulan periรณdicos que han cumplido hasta un siglo y medio de existencia ininterrumpida. Esos diarios histรณricos son monumentos vivos a la libertad.

El siglo XX trajo tambiรฉn la radio y la rebeliรณn de las masas, y del contacto entre ambas surgiรณ un nuevo gรฉnero de dominaciรณn que partรญa del carisma trasmitido mediante un micrรณfono para propagar la verdad oficial. Quizรก el primer caso latinoamericano fue el de Juan y Eva Perรณn, lรญderes populistas que se sentรญan llamados por la Providencia para redimir al pueblo. Una sola fuerza se les oponรญa, la libertad de prensa. Por eso la combatieron.

Aquel experimento argentino fue un juego de niรฑos comparado con el inverosรญmil Fidel Castro. Antes del triunfo de la Revoluciรณn, los grandes periรณdicos de Cuba cubrรญan un espectro amplio, desde la visiรณn catรณlica hasta la liberal y socialista. Mรกs tarde, la opiniรณn pรบblica en Cuba languideciรณ hasta casi morir, porque al privar a los ciudadanos de la libertad de prensa se les privaba tambiรฉn de los medios elementales para comparar realidades y formar juicios propios. El lรญder se convertรญa รฉl mismo en la agencia de noticias, la nota editorial, el intรฉrprete del mundo, el periรณdico del dรญa. El daรฑo provocado a varias generaciones ha sido profundo, pero no irreversible. Repararlo serรก tarea de los escritores y periodistas libres de Amรฉrica Latina.

Tampoco las dictaduras militares que han plagado al continente fueron, en absoluto, tolerantes con la prensa libre. Todo lo contrario. En Chile y Argentina, los generales genocidas reprimieron a los disidentes, cerraron diarios, torturaron y mataron periodistas. Ahora Chile goza de una libertad de expresiรณn irrestricta, pero Argentina parece haber vuelto a los tiempos en los que las opiniones distintas o adversas a la Casa Rosada debรญan acallarse o suprimirse. Se trata de una involuciรณn absurda –la censura en tiempos del Twitter– pero tambiรฉn trรกgica, porque el populismo parece haber inoculado en muchos argentinos una servidumbre voluntaria.

La situaciรณn argentina lleva a un fenรณmeno mรกs amplio, presente en Ecuador, Bolivia, Nicaragua y sobre todo en Venezuela. Estos regรญmenes no son dictaduras abiertas ni totalitarias. Son regรญmenes populistas. Pero no nos engaรฑemos: el populismo es una antesala de la dictadura, una adulteraciรณn de la democracia cuyo designio final es ahogar por asfixia a la democracia. Chรกvez no cerrรณ diarios histรณricos pero sรญ expropiรณ a la empresa independiente RCTV y ha gastado recursos inimaginables en la promociรณn de su imagen bolivariana y mesiรกnica. Con todo, en ese ambiente hostilidad, la libertad de expresiรณn sobrevive en diarios como El Nacional, en revistas como Tal Cual.

En Ecuador, el presidente Correa ha demandado por difamaciรณn al periรณdico El Universo y ha aparecido en fotos destrozando un ejemplar con sus poderosas manos. Frente al conflicto especรญfico de un diario que critica con severidad y hasta con saรฑa a un gobernante, la Suprema Corte de Justicia en Mรฉxico ha venido legislando de manera ejemplar. El argumento principal para sostener el derecho a la libertad de expresiรณn es la relevancia pรบblica del protagonista, en este caso del gobernante. A mรกs relevancia, mayor la necesidad pรบblica de conocimiento, informaciรณn y crรญtica, asรญ sea รฉsta severa o injusta.

En Mรฉxico ha aparecido un poder que actรบa en la impunidad y la sombra, que no tiene ideas ni ideales, sรณlo intereses e instintos, y que por su naturaleza no tolera estar sujeto a ningรบn escrutinio. Es el poder del narcotrรกfico y el crimen organizado. El problema es de Mรฉxico, de Amรฉrica Latina, de Estados Unidos y del mundo. Nos enfrenta de nueva cuenta al Mal absoluto de que hablaba Hannah Arendt. En algunas regiones de mi paรญs, el periodismo se ha vuelto una actividad no sรณlo riesgosa sino imposible. En los viejos tiempos del PRI, por conveniencia o miedo, un sector de la prensa se autocensuraba, pero ahora, en un Mรฉxico democrรกtico, hay periodistas que deben optar por el silencio o la muerte. Y sin embargo, muchos de ellos siguen cubriendo la realidad, como reporteros enviados al infierno.

A doscientos aรฑos de la Constituciรณn de Cรกdiz, nuestros diarios tienen varias tareas pendientes: restituir el ejercicio de la libertad ahรญ donde ha sido conculcado, defenderlo donde estรก amenazado (por el poder polรญtico o el crimen organizado), pero tambiรฉn enriquecerlo con un sentido profesional y รฉtico, para que nunca supedite la bรบsqueda de la verdad a los intereses materiales.
Espaรฑa y Amรฉrica han recorrido un largo camino en defensa de la libertad. Y la prensa –que nos convoca ahora– ha sido una protagonista central en esa hazaรฑa. Por eso comprenderรกn ustedes la emociรณn que siento –como escritor liberal– en estar aquรญ, en este marco histรณrico, en este aniversario. Creo que la buena prensa es una misiรณn. Creo en el periรณdico nuestro de cada dรญa, esa flor de tinta y papel que muere y renace la maรฑana siguiente.

Y recibo con agradecimiento este Premio Chapultepec 2012 que otorga la Sociedad Interamericana de Prensa. Me compromete a honrarlo, sirviendo al รบnico dogma que admite la crรญtica de sรญ mismo: el dogma de la libertad.

* Versiรณn del discurso de agradecimiento por el Gran Premio Chapultepec 2012 que otorga la Sociedad Interamericana de Prensa.
Leรญdo en Cรกdiz, el 22 de abril de 2012.

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Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clรญo.


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