Mañana no iré a ninguna parte.
Me quedaré en casa todo el día. Qué alegría.
No me dividirán en partes
ni me colgarán en los cables de la electricidad.
A mí no me van a abrazar con una sierra.
Ni me seducirán con paraísos inventados.
¡Oh ángel leve sal del icono
y arráncame la lengua pagana
haz con ella un banderín o unas hombreras
pero hoy no me sacarás de casa, aunque me mates!
Mátame si quieres pero no me saques de casa. –
Nina Iskrenko (1951-1995): Física de la Universidad Lomonósov de Moscú.
Los premios literarios
Un escándalo sacudió la República de las Letras en México: Sealtiel Alatriste, alto funcionario de la UNAM y escritor discutible, recibió el Premio Xavier Villaurrutia, galardón al mejor libro…
Eduardo Mata: maestro del tiempo
En un memorable texto sobre la interpretación, el intelectual y semiólogo francés Roland Barthes ha señalado que el sentido de una obra no puede hacerse solo: el autor no produce sino…
El reguetón no tiene la culpa
¿Usted prefiere a Daddy Yankee o al Che Guevara? ¿A ninguno? ¿Gorra beisbolera o boina? ¿Bien afeitado y el cabello cortito o barbitas y melena? ¿Cadenotas…
El país de los poetas
Ha sido tal la fortuna del haiku en todo el mundo que hay quien cree que en Japón no se escribe otra cosa. La mayoría de los cinco millones y medio de escritores registrados…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES