Para que tus hijos no peleen sobre futbol

Propongo una nueva serie que explote la capacidad curativa de la lectura.
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Hay cosas que son tan únicas e irrepetibles que por fortuna se repiten solamente una vez por año: la navidad, el año nuevo, el supertazón. Hay otras, sin embargo, que nos acompañan siempre, como la publicidad de librerías Gandhi. Todavía nadie inventa un algoritmo que evite que cuando se analiza publicidad uno termine convirtiéndose en agente de ventas. Asumiendo ese papel, aquí una imagen que circuló profusamente en redes sociales durante este diciembre, en particular cerca de la final del torneo de vuelta entre los equipos de Tigres y Pumas:

Esta publicidad, lo aviso, es probablemente apócrifa. No he podido localizarla en la página de la librería ni en ninguna de sus cuentas de redes sociales. En todo caso, lo que importa no es que sea oficial; basta con que sea convincente o verídica, porque la línea editorial de la librería es tan clara, que la imagen de su publicidad se ha convertido en marco perfecto para cualquier tipo de meme que se trate de señalar la superioridad de los lectores por sobre el resto de la población.

Lo obvio es preguntarse: ¿sobre qué se supone que tienen que pelearse nuestros hijos? ¿Por qué está mal pelearse por futbol? Y, lo peor, que la redacción del anuncio es tan pobre que abre la puerta para la siguiente pregunta estúpida: ¿por qué el hecho de que yo lea evitará que mis hijos peleen sobre futbol?

Aficionado 1: “¡Órale, pinche americanista!”

Aficionado 2: “¡Tranquilo, cabrón, que mi papá lee a Shakespeare cada fin de semana!”

Pero en realidad me interesa hablar de otra publicidad navideña, esta sí oficial, que durante todo el mes de diciembre estuvo colgada en la página de internet de la librería:

¿Realmente qué significa la frase: “el mejor papel de regalo es el que se lee”? Da un poco de pena preguntarle eso a los defensores de la lectura como criterio de superioridad moral, pero da mucha más cuando uno acepta el sinsentido y se da cuenta de que el papel del libro de en medio ni siquiera tiene letras para que leamos.

Debe sentirse muy cool eso de ser publicista de Gandhi, produciendo ideas originales e inteligentísimas cada semana, sintiéndose superior a todos los demás mortales y, al mismo tiempo, con la oscura certeza de que además de dos o tres personas, a nadie le importa lo que uno hace. De hecho, puesto así, es bastante parecido a escribir un blog.

Por eso, para saber lo que se siente, aquí propongo una nueva serie que explote la capacidad curativa de la lectura, porque como todo el mundo sabe, basta que se mencionen libros, autores o género para convertir cualquier cosa en literaria. Así las cosas, así podría empezar un índice que analice las propiedades vitamínicas de algunos géneros literarios, en caso de que tus hijos no se estén alimentando bien: [1]

Vitamina B1: Es la gran aliada del estado de ánimo por su efecto benéfico sobre el sistema nervioso y la actitud mental. Ayuda en casos de depresión, irritabilidad, pérdida de memoria, pérdida de concentración y agotamiento. Favorece el crecimiento y ayuda a la digestión de carbohidratos.

+Se encuentra en: Hueva de bacalao, germen de trigo, cacahuates, tocino, cerdo, pan, novelas realistas, naturalistas y best-sellers de 1950 en adelante.

 

Vitamina B2: Vital para el crecimiento, la reproducción y el buen estado de la piel, uñas, cabellos y membranas mucosas. También beneficia la visión y alivia la fatiga de los ojos.

+Se encuentra en: Hígado, leche, queso, huevos, vegetales verdes, avena, legumbres, libros de caballerías y, curiosamente, en poesía vanguardista hispanoamericana. Se piensa que también se puede encontrar en novelas de Fernando Vallejo, pero los estudios no han logrado ser concluyentes al respecto.

 

Vitamina B12: Participa en la regeneración de la médula ósea y de los glóbulos rojos, es imprescindible en la síntesis del ADN, y en el metabolismo normal del sistema nervioso. Mejora la concentración de la memoria y alivia la irritabilidad.

+Se encuentra en: Alimentos de origen animal como carne, pollo, pescado, huevo, productos lácteos, teatro en atril contemporáneo, nouveau roman, sonetos al itálico modo y en textos de literatura infantil y juvenil, en especial si ganaron algún premio nacional.

Vitamina B13: Se sabe que metaboliza el ácido fólico y al vitamina B12, que ayuda en el tratamiento de la esclerosis múltiple y posiblemente previene cieirtos problemas del hígado y la vejez prematura.

+Se encuentra en: Raíces comestibles, tubérculos, prosa del realismo mágico, indigenismo y romanticismo alemán, novela contemporánea en México, Argentina y Brasil.

 


[1]Toda la información relacionada con las vitaminas es copia textual del blog http://vitaminasesenciales.blogspot.com/

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Es profesor de literatura en la Universidad de Pennsylvania, en Filadelfia.


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