Poema

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Sé cuán delgados son los hilos que me atan a mi felicidad.

Pero de esos delgados hilos me tejí un ropaje resistente

casi como una armadura suave, urdimbre y trama de felicidad

que me ayuda a cubrir mis desnudeces y me protege.

Sin embargo a veces me parece que mi vida no vale

la piel de mi cuerpo que la envuelve y ni siquiera vale

las uñas de mis dedos con las que me agarro de ella.

Soy como un hombre que levanta su muñeca

para ver la hora, aun sin tener puesto el reloj.

Y a veces el gorgoteo de las últimas gotas de agua

que salen de la tina es el canto del ruiseñor en mis oídos. ~

 

Versión del hebreo de Claudia Kerik

Poema #6 de la serie “En mi vida, en mi vida”,
del libro Abierto, cerrado, abierto (1998).

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(Würzburg, Alemania, 1924-Jerusalén, 2000) es uno de los grandes poetas contemporáneos en lengua hebrea.


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