Preguntones sin dientes

El 5 de septiembre de 2011, Felipe Calderón respondió las 21 preguntas “más relevantes” de Pregúntale a tu Presidente. Este  “diálogo” fue un fracaso porque los ciudadanos somos ingenuos, no sabemos preguntar ni sumar preocupaciones.
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El 25 de agosto de 2011 se  lanzó la convocatoria "Pregúntale a tu presidente” que consistía en invitar a los ciudadanos a mandar sus preguntas al Presidente utilizando Google Moderator y votar por las más relevantes para que estas fueran respondidas, directamente, por Felipe Calderón en una transmisión en vivo. 

Durante los 12 días en los que se mantuvo abierta la convocatoria se recibieron 14,296 preguntas (agrupadas en 7 grupos: medio ambiente, infraestructura, salud, educación, política social, seguridad y economía)  formuladas por 12,203 personas que, en conjunto, emitieron 211,155 votos.

El 5 de septiembre de 2011, en el marco del quinto informe de gobierno, Felipe Calderón respondió las 21 preguntas “más relevantes”. Este  “diálogo sin mediaciones entre los ciudadanos y el Presidente” fue un fracaso,  pero no porque la consulta hubiera sido a modo ni porque las preguntas fueran muy ingenuas, como apuntaba Proceso. No. “Pregúntale a tu presidente” fue un fracaso porque los ciudadanos somos los ingenuos, no sabemos preguntar ni sumar preocupaciones.

Algunos ejemplos:

La pregunta más votada (2089  votos) fue: “¿Por qué los senadores y diputados cuentan con la prestación de gastos médicos mayores pagada con nuestros impuestos? ¿Por qué no acuden al IMSS o al ISSSTE como los demás mexicanos?” Una pregunta muy sensata que debió haberse remitido al poder legislativo, porque no es competencia del Presidente de la República.                                         

La segunda pregunta más popular (1501 votos) fue: “Señor Presidente ¿por qué no eliminan el presupuesto excesivo para las campañas electorales, ya que todos sabemos que en ellas se gasta aun más alto de lo establecido, y se invierte ese dinero en infraestructura?”  El presupuesto para las campañas electorales y el financiamiento a partidos políticos fue parte de La Gran Reforma constitucional que, por consenso, se aprobó en 2007. En agosto de ese año Beltrones, Murillo Karam, Emilio Gamboa Patrón (PRI);  Santiago Creel, García Cervantes, Diódoro Carrasco y Héctor Larios (PAN); Carlos Navarrete, Arturo Núñez, René Arce, Javier González Garza, Raymundo Cárdenas Hernández y Juan Guerra Ochoa (PRD), y González Yáñez (PT) presentaron una iniciativa para reformar diversas disposiciones de la Constitución que, en suma, les permitieron prohibir las candidaturas independientes, prohibir que particulares compraran propaganda en radio y televisión dirigida a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos y, sobretodo, asegurarse un fórmula que protegiera – ¡constitucionalmente!– el abultado financiamiento público a partidos políticos y campañas.  Es cierto que Calderón pudo haberles aplicado el, en ese entonces, todavía vigente “veto de bolsillo”, pero es claro que estas reformas, por ser cambios a la Constitución, tuvieron que aprobarse por dos terceras partes de la Cámara de Diputados, dos terceras partes del Senado y la  mitad de las legislaturas locales. Era una respuesta con muchos cómplices.   

A lo largo de las 14,296 preguntas encontré 46 preguntas relacionadas con el tema de “Eliminar a los diputados y senadores plurinominales”. El primero en postear esta pregunta fue Deimos, de Puebla: Sr. Presidente ¿por qué con mis impuestos debemos de mantener a los diputados y senadoras PLURINOMINALES, son un robo para el país y las personas que SI pagamos impuestos?” y logró 448 votos a favor. Después,  45 personas más decidieron que el tema de los plurinominales también era relevante para ellos pero  en lugar de votar por la pregunta de Deimos para rankearla en mejor posición prefirieron colgar su propia e idéntica pregunta, dividiendo así  2,184 votos en 46 preguntas que cuestionaban exactamente lo mismo.  Imagino que pensaron que dejar que Deimosse llevara todo el crédito era injusto. 

Cuando en 2008 Obama, ya como presidente electo pero sin tomar posesión del cargo, hizo el mismo ejercicio las preguntas estaban dirigidas a lo incierto. El gobierno de Obama estaba por suceder y los estadounidenses querían saber qué se traía este hombre entre manos. De ahí la pertinencia de preguntas como:

  • "Will you consider legalizing marijuana so that the government can regulate it, tax it, put age limits on it, and create millions of new jobs and create a billion dollar industry right here in the U.S.?"
  • "What will you do to establish transparency and safeguards against waste with the rest of the Wall Street bailout money?"
  • "Will you lift the ban on Stem Cell research in your first 100 days in office?"
  • "What will you do to promote science and mathematics education to Elementary and Middle School students?"

Calderón llegó a este “ejercicio ciudadano” con 5 años de gobierno a cuestas y es increíblemente molesto el tono de ciudadanía naif que exhibimos en nuestras preguntas: ¿Qué acciones hará el Gobierno Federal para…?  ¿Por qué no se construyen…? ¿Por qué no hay un aumento real…? ¿Qué hará por los jóvenes…?

Calderón no estaba ahí para decirnos “qué hará” (a estas altura ya no hará mucho) sino para rendirnos cuentas de sus 5 años como Presidente, pero eso, por supuesto, no lo supimos preguntar.  

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Es politóloga, periodista y editora. Todas las opiniones son a título personal.


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