Soy moderna y bella.
Estoy sola en esta tarde.
En el viento de la primavera soy un sauce
y en la noche azul la luna.
Soy el vaho temprano de la bruma,
el brillo casi imperceptible de los ojos.
Soy el engaño de la realidad.
Cien veces soy yo misma.
Soy el fueguecillo en la ventana del atardecer
y el sonido de un romance antiguo,
la fidelidad que se vuelve infiel
y la espuma de la ola amable…
En el campo de verano soy sólo manzanilla,
y en el fondo del otoño soy una gota de sueño.
Soy un poco de nieve en la ventisca invernal…
Pero en la primavera… soy la primavera. –
Olga Oprielskaya (1974): Vive en Tuapsé, a orillas del Mar Negro.
Ha publicado poemas sueltos en periódicos y revistas, como Nueva Juventud.
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