En el debate de esta noche, los candidatos podrรกn mostrarse como son, presentar sus propuestas y darse "hasta con la cubeta". Ademรกs, gracias a la demanda de los estudiantes, lo harรกn con una amplia cobertura nacional. Todo lo cual me ha hecho pensar cuรกnto ha cambiado el paรญs desde el trรกgico 10 de junio de 1971, Jueves de Corpus, que mi generaciรณn no podrรก olvidar.
Algunos de los lรญderes del movimiento de 68 acababan de salir de la cรกrcel, no por un acto de justicia sino por la gracia del "Seรฑor Presidente". Para mostrar que el impulso de libertad seguรญa vivo, se convocรณ a una marcha, la primera desde la matanza de Tlatelolco. De pronto, cuando la manifestaciรณn avanzaba por la Avenida San Cosme, fue atacada por unos misteriosos jรณvenes armados con varas de Kendo, que lanzaban piedras sobre los ventanales y aparadores al grito de "¡Viva el Chรฉ Guevara! Eran los famosos "Halcones", grupo de choque de supuestos "estudiantes" entrenado especialmente por el gobierno para reprimir estudiantes. Los golpeaban y subรญan a unas camionetas sin placas, con rumbo desconocido. Varios tanques antimotines apoyaban la operaciรณn. Las rรกfagas de metralleta tardaron horas en acallarse. Al atardecer, los "Halcones" revisaban los camiones de pasajeros pistola en mano para atrapar a los manifestantes. Por la noche, entraron al Hospital Rubรฉn Leรฑero para ultimarlos. Nadie supo el nรบmero de heridos y muertos. El Presidente Echeverrรญa prometiรณ una investigaciรณn que nunca se realizรณ.
รse era el Mรฉxico de la Presidencia Imperial, cuando el Presidente tenรญa el monopolio de la violencia legรญtima y de la violencia impune. Ademรกs de los inmensos poderes (polรญticos, econรณmicos, militares, diplomรกticos) que detentaba constitucionalmente, el Presidente imperaba como un sol sobre los planetas que giraban en torno suyo. Los poderes formales (Congreso, Suprema Corte, los gobernadores, los presidentes municipales) dependรญan del Presidente. Los burรณcratas, buena parte de los obreros sindicalizados y las uniones campesinas congregadas en el PRI se subordinaban al Presidente. Los empresarios y la Iglesia tomaban en cuenta las directrices del Presidente. Las empresas descentralizadas y paraestatales obedecรญan los lineamientos del Presidente. La Hacienda Pรบblica y el Banco de Mรฉxico se manejaban discrecionalmente desde los Pinos. Los medios de comunicaciรณn masiva eran soldados del Presidente. El gobierno organizaba las elecciones y el PRI (con su infinita alquimia) las ganaba de todas, todas. Solo algunos periรณdicos, revistas y casas editoriales eran independientes. La รบnica oposiciรณn democrรกtica era la que desde 1939 ejercรญa el PAN. La oposiciรณn revolucionaria de izquierda se refugiรณ mayormente en la Academia o se fue a la sierra.
Despuรฉs de aquel 10 de junio, buena parte del Establishment intelectual defendiรณ al Presidente. Fernando Benรญtez declarรณ que Mรฉxico tenรญa un dilema: "O Echeverrรญa o el fascismo", y Carlos Fuentes escribiรณ que no apoyar a Echeverrรญa era "un crimen histรณrico". De inmediato, Gabriel Zaid mandรณ a Carlos Monsivรกis (director del suplemento "La Cultura en Mรฉxico", de Siempre!), un artรญculo que incluรญa la frase: "El รบnico criminal histรณrico de Mรฉxico es Luis Echeverrรญa". Monsivรกis optรณ por no publicarlo y Zaid dejรณ de escribir en Siempre! Por eso fue tan importante que el viejo de la tribu, Daniel Cosรญo Villegas, criticara pรบblicamente a Echeverrรญa y al rรฉgimen, desde los valores y principios de la democracia liberal.
Cuarenta y un aรฑos mรกs tarde, Mรฉxico ha cambiado porque adoptรณ los valores y principios de la democracia liberal. La Presidencia Imperial ha desaparecido. El Presidente solo puede hacer uso (bueno o malo) de sus poderes constitucionales. Hay genuina divisiรณn de poderes: el Congreso es independiente y la Suprema Corte es autรณnoma. El Federalismo se ha vuelto real: los gobernadores son sus propios dueรฑos, y si hacen un uso "imperial", corrupto e impune de su poder local, al menos corren el riesgo (que no ocurrรญa antes) de que la prensa o sus adversarios los descubran. Los grandes sindicatos del Sector Pรบblico no son transparentes ni democrรกticos pero tampoco obedecen ya al Presidente. Los grupos empresariales operan con mayor independencia del Estado, la Iglesia actรบa sin ataduras, y los medios de comunicaciรณn gozan de la mรกs plena libertad de expresiรณn. Si algunos empresarios y sindicatos abusan de la libertad (con prรกcticas monopรณlicas) y los medios masivos hacen lo mismo (con prรกcticas poco transparentes), las leyes deben acotarlos.
Cuarenta y un aรฑos mรกs tarde, un instituto ciudadano autรณnomo maneja las elecciones. Un millรณn de vecinos interviene en el conteo. La oposiciรณn al gobierno en turno es mayoritaria. La ejercen el PRI, el PRD y los otros partidos. Y la ejercen revistas, periรณdicos, estaciones de radio, comunicadores, periodistas, acadรฉmicos, intelectuales, estudiantes, grupos de la sociedad civil y las redes sociales, ese ejรฉrcito creciente multitudinario, muchas veces intolerante, que sin embargo sirve a la libertad.
Gane quien gane en el debate de hoy, gane quien gane el 1 de julio, hay que cuidar el edificio de la democracia que tanto ha costado construir. Lo que nos queda es mejorar y modificar ese edificio, pero no minarlo y menos derruirlo. A quienes no se han enterado hay que recordรกrselos: Dรญaz Ordaz ha muerto y Echeverrรญa ha sido juzgado por los tribunales. รste diez de junio, sencillamente, no es aquรฉl.
Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clรญo.