Todos los días sucede
Todos los días sucede
que un hombre despierta en la mañana.
Pero la historia es lo de menos
porque sabemos
que en todas partes el amor sucede
y suceden el odio y la paciencia,
más visibles apenas que las flores
pero igualmente alentados por la lluvia.
Todos los días los ojos de alguien
se cruzan con el cuerpo del rayo
y se agigantan.
Una mañana se levanta triste: este puñal es mío.
Y sucede que todas las campanas
se ponen a tocar, furiosas, a su puerta.
Alejandro Aura, 1944 -2008
Es escritor, cinéfilo y periodista. Fue secretario de redacción de la revista Vuelta.