Hay miles de estaciones de radio que transmiten por la internet y pueden ser escuchadas en una computadora. Casi todas son estaciones normales que también difunden así, pero abundan las que transmiten únicamente así. Más de doscientas tocan música clásica.
Para convertir una computadora que reciba correo electrónico en un receptor de radio en línea, basta con instalar un programa de recepción (player). El más recomendable (y que, de hecho, viene preinstalado en las últimas versiones de Windows) es RealOne Player, que es la versión gratuita. El programa puede bajarse de www.real.com, cuidándose, porque hay trampas en los letreros de Download o Descargue para que uno se equivoque y baje la versión mejor (RealOne Player Plus), pagando. No es tanto (treinta dólares) y se justifica (permite ver y grabar fragmentos de noticieros de televisión en línea, películas en devedé, música en cedé, MP3, etc.), pero molesta la marrullería. Hay que tener paciencia con el proceso para bajar e instalar el programa, que puede tomar, digamos, una hora. Es sencillo, y más aún si se le encarga a una persona con experiencia.
Para localizar estaciones que toquen música clásica, se puede recurrir a los buscadores como Google, pidiendo “radio online” classical. Salen unas treinta mil referencias, de las cuales tienen especial interés las que conducen a intermediarios que ofrecen grandes paquetes, como Radio Tower de Vancouver (www.radiotower.com). Aquí también hay la opción gratuita (que está mal) y la pagada (Radio Tower Plus), que es muy recomendable. Cuesta treinta dólares y conecta a miles de estaciones de radio en un centenar de países. Más de cien son de música clásica. Además, permite seleccionarlas y organizarlas de muchas maneras y conectarse fácilmente. Hay algo semejante en http://radio.real.com, pero no tan bueno.
A partir de ahí, hay que hacer una exploración del “cuadrante” para escoger de acuerdo con los gustos personales y la calidad de las estaciones. Por ejemplo, Radio Bach (www.platforma.pl/bach) se limita a la música de Bach, desde Gliwice (una ciudad polaca de doscientos mil habitantes) en ocho canales especializados: uno con obras para órgano, otro con grabaciones de Glenn Gould, otro para cantatas, etcétera. Pero la administración es descuidada. Desde hace tiempo, no se escuchan más que las Suites Francesas tocadas por Gould, aunque de esa maravilla nadie puede quejarse.
Diversas limitaciones pueden arruinar la radio en línea: de la estación, del proveedor con el cual se tiene contratado el servicio de conexión a la red, de las líneas de transmisión (telefónicas o de cable), del tipo de transmisión, de la computadora y del programa receptor. Las transmisiones en banda ancha se reciben mal (se cortan) por una línea telefónica. Hay algunas que no son procesables con RealOne Player. También llega a suceder que, cuando demasiada gente se conecta a una estación, nadie más puede conectarse. A su vez, la computadora del que se conecta puede tener poca capacidad y calidad, y su recepción no ser tan buena como en una computadora poderosa y de buen sonido (aunque la señal que llega a la computadora puede pasarse a un buen equipo de sonido externo). Y está, por último, la limitación económica de ocupar una computadora y una línea sólo para escuchar música. Teóricamente, la línea y la computadora pueden hacer otras cosas al mismo tiempo, pero de hecho baja la calidad de la recepción y, por momentos, se pierde por completo.
Otra cosa es la calidad de la programación. Las estaciones transmiten música clásica a todas horas o a ratos; en vivo o con grabaciones; programada por la estación o con un solo programa de música enlatada que se toca hasta volver a empezar; con programación amplia o limitada, variada o especializada; mezclando o no otros tipos de música (sobre todo jazz); tocando piezas completas o partes escogidas; sin locutores o con radio hablada (en el idioma de la estación); con anuncios o no; con una calidad de contenido y transmisión que puede ir de pésima a excelente. La selección adjunta puede servir para empezar.
Se puede entrar directamente a cada una de las direcciones indicadas (escribiéndola en el renglón Open de RealOne Player) y buscar dónde se hace clic para escuchar. No es difícil adivinar, aunque las indicaciones estén en otro idioma, porque suele haber un botón con el signo de una bocina o las palabras Listen o Live. También es común que haya un botón para poner todo en inglés, indicado con la bandera británica o la palabra English. Las estaciones preferidas pueden ponerse en la carpeta de Favoritas que trae RealOne Player. Pero lo más cómodo es tenerlas todas en una tabla con facilidades de manejo, como las que ofrece Radio Tower Plus. El programa permite seleccionar estaciones y agruparlas en paquetes con los criterios que uno quiera. Tiene además una función de scan (asomarse) que va recorriendo el paquete hasta que uno lo detenga en la estación que esté tocando algo interesante, en ese momento. También permite añadir estaciones que uno descubra y ellos no tengan. El instructivo puede verse haciendo clic en el signo de interrogación (?).
Después de explorar durante meses más de cien estaciones de música clásica en docenas de países, descubrí con sorpresa que la XELA parece ser la mejor del mundo. El acervo es de una amplitud excepcional, no sólo por la cantidad, sino por la variedad. Va desde la música más o menos convencional (que es la única que tocan muchas estaciones) hasta la que es raro escuchar (Varese, Malipiero, Gutiérrez Heras, Münch). No tiene anuncios (ni siquiera piadosos), noticieros, ni radio hablada. Pero sí dice qué se toca (antes y después), lo cual es bueno, en primer lugar, por la pausa, que es importante en la experiencia de escuchar. También resulta educativo y práctico para aprender, identificar y comprar música desconocida interesante, en vez de limitarse a la de siempre. (Muchas estaciones transmiten sin interrupción y sin decir de qué se trata, como la música de fondo que se escucha en algunos edificios.) Además, toca piezas completas, no partes escogidas. Y (aunque a veces sale del cuadrante, no se sabe por qué, quizá se satura) está ahí veinticuatro horas diarias.
Es un crimen que esta XELA (mejor aún que la que estuvo al aire en 830 AM) no pueda escucharse en una estación normal, cuando al Instituto Mexicano de la Radio le sobran estaciones comerciales que pierden dinero. Bastaría con asignar una para esto, haciendo un convenio con los dueños de la señal. La actitud del imer en este punto (evitar la competencia a su estación Opus 94) es de una pequeñez imperdonable. ~
35 estaciones para empezar
3mbs (Melbourne, www.3mbs.org.au)
bbc Radio 3 (Londres, www.bbc.co.uk/radio3)
Colorado Public Radio (Denver, www.cpr.org)
DR Klassisk (Copenhague, www.dr.dk)
era 3 (Atenas, www.ntua.gr)
hr3 (Zagreb, www.hrt.hr)
kbaq (Mesa, Arizona, http://kbaq.org)
kbyu (Provo, Utah, www.kbyufm.org)
kcsc (Edmond, Oklahoma, www.kcscfm.com)
Klassika Raadio (Tallin, Estonia, www.er.ee/klassik)
Kulturradio (Berlín, www.daskulturradio.de)
Latvijas Radio 3 (Riga, Letonia, www.radio.org.lv)
LRT (Vilna, Lituania, www.lrt.lt/radio)
Lyric rté (Limerick, Irlanda, www.rte.ie/lyricfm)
ndr Kultur (Hamburgo, www.ndrkultur.de)
Quinto Canale Filodiffusione
(Turín, www.radio.rai.it/isoradio)
Radio 3 RAI (Turín, www.radio.rai.it/radio3)
Radio BACH (Gliwice, Polonia, www.platforma.pl/bach)
Radio Bartók (Budapest, www.radio.hu)
Rádio Cultura (Sao Paulo, www.tvcultura.com.br/radiofm)
Radio Filarmonía (Lima,www.filarmonia.org)
Radio Suisse Romande Espace 2 (Lucerna, www.rsr.ch)
Radio Swiss Classic (Berna, www.swissclassic.ch)
RNE 4 Clásica (Madrid, www.rtve.es/me/rc)
WBJC (Baltimore, www.wbjc.com)
WDAV (Davidson, Carolina del Norte, www.wdav.org)
WETA (Washington, www.weta.org)
WGMS (Washington, www.wgms.com)
WHPW (Nueva York, www.whpw.com)
WHRO (Norfolk, Virginia, www.whro.org)
WQED (Pittsburgh, Pensilvania, www.wqed.org/fm)
WQXR (Nueva York, www.wqxr.com)
XELA (México, www.XELA.com.mx)
XEUN (México, www.unam.mx/radiounam)
XLNC 1 (Tijuana, www.xlnc1.org)
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.