Durante el vernissage de la Bienal de Arquitectura de Venecia, el cรฉlebre Dark Side Club –o Club del Lado Oscuro– reรบne a las luminarias del mundillo arquitectรณnico global en una tertulia de medianoche, para hablar sin tapujos de la muestra y de los asuntos apremiantes para la prรกctica arquitectรณnica contemporรกnea. Este aรฑo, figuras como Winy Maas, Patrik Schumacher y Franรงois Roche se dedicaron a intercambiar opiniones sobre el posthumanismo, David Lynch, la nanotecnologรญa, la inmaterialidad, los baby boomers, el diseรฑo paramรฉtrico y la idiotez.
Suena a una tรญpica reuniรณn de arquitectos: mucha generalidad, poca profundidad, hablar de todo y de nada. El editor de la audaz revista arquitectรณnica Volume, Brendan Cormier, dijo que “el Club del Lado Oscuro va que vuela para Club del Lado Irrelevante”. Algunos dirรญan lo mismo de la bienal entera, con la sensaciรณn de estar presenciando cรณmo las figuras y los discursos que han sostenido a la profesiรณn en las รบltimas dรฉcadas se hunden lenta pero irremediablemente en un mar de clichรฉs y nimiedades, igual que los palazzi en las turbias aguas de la laguna veneciana.
El chisme y el pavoneo siempre han tenido su lugar especial en la muestra. A veces solo queda en la memoria una retahรญla de episodios anecdรณticos e intrascendentes, como lo afirma Kieran Long: “El aรฑo que Aaron Betsky se zambullรณ en un canal. El gato que destruyรณ la instalaciรณn de Junya Ishigami en 2010…” Rumores y sinsentidos que “son los tics tourรฉticos de la febril conciencia colectiva de la arquitectura, emanando entre el calor hรบmedo de la laguna”.
Incluso en esta bienal, que se quiso poner tan seria y ambiciosa bajo la curadurรญa del todopoderoso Rem Koolhaas, no faltรณ el cotilleo.
Peter Eisenman aprovechรณ la ocasiรณn para decir que la bienal de Rem era una especie de carta de despedida, “el final de (su) carrera, el final de (su) hegemonรญa, el final de (su) mitologรญa, el final de todo, el final de la arquitectura”. De paso tambiรฉn criticรณ una de las muestras principales de este aรฑo, Elementos, donde a travรฉs de un curioso muestrario de paredes, plafones, suelos y otros elementos constructivos bรกsicos, “universales”, Koolhaas pretende reducir la arquitectura a su esencia para revelar su condiciรณn contemporรกnea. “Cualquier idioma es gramรกtica –declarรณ Eisenman– entonces, si consideramos que la arquitectura es un lenguaje, los ‘elementos’ no importan. Para mรญ lo que le falta [a la exposiciรณn] es la gramรกtica.”
Se tratรณ de una opiniรณn compartida por muchos frente a un recorrido que de los fundamentos se brinca al fundamentalismo –lo elemental, en el peor sentido de la palabra– y al fetichismo. ¿De verdad para Rem la arquitectura se reduce a balcones, excusados y escaleras elรฉctricas? El sentir general fue de decepciรณn. Si alguien podรญa convertir la bienal en un aparato de especulaciรณn crรญtica, ese era Koolhaas y su oficina –oma–, cuya unidad de investigaciรณn y producciรณn de contenido paralela –AMO– le otorga una capacidad de anรกlisis e indagaciรณn envidiable.
Para una profesiรณn que sigue lidiando con los terribles efectos del pinchazo inmobiliario y la Gran Recesiรณn, necesitada como pocas de replantearse sus fundamentos tรฉcnicos, รฉticos y polรญticos, la pretensiรณn de Koolhaas de reducir los huesos de la arquitectura contemporรกnea a un catรกlogo de elementos constructivos (como si volver a la esencia fuera volver a ser estudiantes de primer semestre de carrera) parece un mal chiste. ¿Dรณnde estรก el ansiado rompimiento con las formas tradicionales de leer, hacer y entender arquitectura?
Otra vez Kieran Long: “Elementos hace que nos sintamos tremendamente tristes por Koolhaas y por lo que piensa sobre la arquitectura… Esta bienal, a pesar de su intenciรณn de ofrecer un fundamento compartido para la arquitectura, es de hecho un mapa de la psique koolhaasiana. Es el manifiesto pesimista, en algunos casos gracioso, pero sobre todo cรญnico, de un hombre tan profundamente implicado en los fenรณmenos que registra, que resulta imposible diferenciar lo que defiende de lo que critica.”
Otra de las consignas lanzadas por Koolhaas fue la de “una arquitectura sin arquitectos”. (Aunque, como le hizo ver en una entrevista el incisivo Charles Jencks: “Claro, arquitectura sin arquitectos, excepto por el arquitecto al que representa la muestra entera.”) La premisa estuvo mejor lograda en algunos de los pabellones nacionales, que por primera vez, bajo el tรญtulo de Absorbiendo la modernidad, 1914-2014, respondieron a un mismo tema: el impacto local de los procesos de modernizaciรณn y de las fantasรญas homogeneizantes del modernismo arquitectรณnico. Chile lo demostrรณ con su oda a la aculturaciรณn del panel de hormigรณn prefabricado soviรฉtico; el pabellรณn coreano hizo lo suyo unificando a las dos Coreas bajo el mismo anhelo modernizador; Gran Bretaรฑa revelรณ las tensiones entre modernidad, nostalgia y ruina enfocรกndose en proyectos de vivienda social. (Desafortunadamente otros pabellones, como el mexicano curado por Julio Gaeta y Luby Springall, parece que no recibieron el comunicado y optaron por ensalzar a los sospechosos comunes, presentando proyectos con firma de autor.)
Sin embargo, mรกs allรก de las minucias de la curadurรญa, pesa la pregunta incรณmoda: ¿Una bienal es un formato adecuado para reflexionar sobre el estado crรญtico de la arquitectura? Incluso con un programa bien diseรฑado y un sรณlido andamiaje teรณrico como el de la bienal de Koolhaas, los resultados apuntan a una respuesta negativa. Mรกs allรก de lo problemรกtico que es exhibir arquitectura, y sobre todo lo complicado de traducir un proyecto o una posiciรณn arquitectรณnicos para un pรบblico que no estรก familiarizado con los recursos de representaciรณn tรญpicos de la prรกctica (planos, maquetas, dibujos tรฉcnicos, etc.), la cuestiรณn aquรญ es si una feria puede ser tambiรฉn un espacio de pensamiento crรญtico y relevante para la prรกctica arquitectรณnica.
A pesar de todo el prestigio que confiere ser una ramificaciรณn de la muestra cรญclica mรกs antigua del mundo (la Bienal de Arte de Venecia) y el encuentro mรกs importante en la agenda de la arquitectura global, la Biennale no deja de ser un formato lioso y limitante. Como afirma el crรญtico de arquitectura Tom Dyckhoff, la Bienal de Arquitectura de Venecia, “a pesar de sus aires de grandeza y sus comunicados de prensa sobre curadurรญas con discursos dialรฉcticos, no deja de ser una feria comercial –en este caso, una feria de comercio de ideas, que ocasionalmente se deja envilecer con negociaciones inmobiliarias reales disfrazadas eufemรญsticamente con discusiones sobre Claude Parent. De verdad, ¿cuรกntas ideas puede soportar el cerebro?”.
Aquรญ, como en cualquier feria, hay que casar intereses comerciales y de la industria con el afรกn de prestigio, el poder de convocatoria y la visibilidad mediรกtica. La bienal se sostiene no solo con contenido sino con la cultura de organizaciรณn de eventos a gran escala: los rรฉcords de asistencia y cobertura, los patrocinios, etc. La feria como formato dificulta la divergencia y la resistencia polรญticas, que son ingredientes indispensables para la reflexiรณn crรญtica. Asรญ lo cuenta Mimi Zeiger en Dezeen, tomando como punto de partida las bolsitas de tela con la afirmaciรณn #stayradical impresa en un costado que se repartieron en el pabellรณn Monditalia –con su marquesina luminosa incrustada con cristales Swarovski– para explorar las posibilidades de una prรกctica crรญtica en el marco de la bienal (que por razones obvias acaban sucediendo mรกs bien al margen de la feria). O la deprimente claridad en esta afirmaciรณn de Reinhold Martin: “No es que no existan discursos o prรกcticas de oposiciรณn, pero estos pierden peso y significado al otorgรกrseles el privilegio curatorial de compartir el escenario internacional con aquello a lo que se oponen… Poder y prestigio conferidos en el รกmbito cultural, a cambio del silencio en el รกmbito polรญtico.” ~
(Ciudad de Mรฉxico, 1980) editor y consultor estratรฉgico, es director de Comunicaciones y Proyectos Editoriales en el Laboratorio para la Ciudad. Fue director editorial de Domus Mรฉxico.