Queridos amigos:
Lamento que hayan corregido mi texto (“Confusiones sobre el mercado del libro”) suprimiendo la tilde de la palabra cártel, que corresponde a su pronunciación y distinto significado. Antes del narcotráfico, la palabra se usaba poco. Era un tecnicismo de la literatura económica. El Diccionario de la Academia lo registra por primera vez (marcándolo Econ.) en 1956. Pero ya en la edición de 1983 (diccionario manual) añade la siguiente nota: “En general, en Economía se escribe de este modo; cártel o kártel.” La edición de 1989 abre, bajo lema aparte: “cártel. m Econ. Convenio […] industrial.” Es decir: reconoce que se trata de otro concepto, cuyo nombre se pronuncia y escribe de otra manera. Sin embargo, en las últimas ediciones (1992 y 2001) da un paso atrás: admite las dos formas: “cartel o cártel”. Creo que terminará por aceptar que nadie dice cartel, porque se presta a confusiones entre los carteles y los cárteles; y que no se puede imponer una pronunciación que no existe, menos aún cuando se trata de palabras de distinto origen. Cartel viene del provenzal (cartel), cártel del alemán (Kartell). En todo caso, cártel está perfectamente escrito con tilde.
Yo quería decir que muchos libros en inglés sujetos al cártel editorial (por el cual los editores se reparten zonas de venta), anuncian (en el libro mismo), que ese ejemplar no puede venderse en algunos países. Lo que acabé diciendo no se entiende porque los carteles gráficos se asocian con los anuncios y “cartel anunciado” desvía la atención en esa dirección. ~
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.