Señor director:
Soy ingeniera química egresada de la Facultad de Química de la Máxima Casa de Estudios. Me permito enviarle este mensaje porque quisiera pedirle que a través de su magnífica revista pudiese dedicarle un espacio a las pérdidas culturales, científicas, académicas (sólo por mencionar algunas) que el país enfrenta por el cierre de la UNAM, por una bola de vagos y oportunistas.
Un país que se dirige supuestamente hacia la Democracia (me permito citar sus palabras: "no es el mejor camino, pero es el único") no podría encaminarse a ella sin la juventud creadora y preparada que se necesita ahora. –
Atentamente, Érika Díaz