Negros nubarrones de tormenta
combaten contra el viento
más allá del Popocatépetl,
del mismo modo que el viento de la razón
tiene el corazón crucificado
hasta que llega el excesivo peso de la locura,
la grieta en el cerebro.
Torbellino sin razón, el pétalo de la inteligencia
desgajado del tronco, en dónde puede caer
sino en la última oscuridad, en la tierra final.
Tomar las armas para defender al viento,
salmos de la desesperación, de la destruida razón.
Blancos pájaros vuelan contra el trueno
y aún más alto, donde Chejov
dijo que se encontraba la paz,
allí donde se transforma el corazón
y al fin retumba el trueno. –
Versión de Juan Luis Panero
Este poema forma parte del libro
El trueno más allá del Popocatépetl y otros poemas,
que próximamente publicará Tusquets Editores.