Qué bueno que por fin alguien sin miedo hable sobre la triste realidad de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, donde un grupo de hombres apoyados por un director mediocre, buscando intereses propios, mezclan la política con el arte. Lo peor de todo es que el mismo grupo se atreve a culpar a la secretaria de Cultura, Sra. Elena Cepeda, por todo, incluyendo el bajíssssimo (el más bajo en sus treinta años) nivel artístico de la orquesta. Probablemente ella es la primera funcionaria de la Secretaría de Cultura en los últimos años que decidió poner fin a la mediocridad, xenofobia y agresión dentro de la propia institución. También faltó mencionar que hace poco tiempo “perdimos” otro músico de gran talla –según yo y muchos–: la mejor violinista en México, Erika Dobosiewicz, que ganó el puesto de concertino en la Orquesta Sinfónica Nacional y dejó de formar parte de “la grilla”. Felicidades señor Sheridan. ~
Añoranzas autoritarias
La libertad de expresión no se agota en el reconocimiento teórico del derecho a hablar o escribir, sino que se vincula con el derecho a utilizar cualquier medio apropiado para difundir el pensamiento.
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