Distinguido señor director:
Me sumo a la opinión de uno de sus lectores del número de julio, el señor Alberto Luna, con respecto a las reseñas cinematográficas de Gustavo García, el cual, como señala el señor Luna, "comete imprudencias que una revista de análisis no debería permitirse". En su análisis sobre la última película de Felipe Cazals, Su Alteza Serenísima (Letras Libres, 31), comete una imprudencia más: confundir al foto fija con el cinefotógrafo, ya que menciona mi nombre en lugar del de quien es el verdadero merecedor del reconocimiento a la fotografía: el maestro Ángel Goded. Pareciera que este "crítico" leyó a uno de sus colegas que, hace unos meses, cometió el mismo grave error. ¿Por qué estos supuestos profesionales en la materia no se toman la molestia de ver una secuencia de créditos? –