Los diarios de Salvador Elizondo

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Fui mujer de Salvador Elizondo durante 37 aรฑos, tres meses y veintinueve dรญas. Supe de รฉl desde que tenรญa yo ocho aรฑos de edad (1953), esto porque era amigo de mis padres, quienes admiraban al joven Elizondo por su brillante inteligencia y vivacidad. Solรญa asistir a las tertulias musicales que los domingos se organizaban en mi casa donde mi padre, el mรบsico Raรบl Lavista, compartรญa su discoteca con sus amigos para oรญr mรบsica en serio. Era un ritual, se oรญa desde Mozart, Beethoven, Chopin, Wagner, Verdi, Debussy, Ravel, Puccini, Stravinski hasta lo mรกs moderno entonces, como Schรถnberg, Alban Berg, Messian, Pierre Boulez, John Cage, etc. Siempre obras completas sin interrupciรณn, previa explicaciรณn de mi padre. Asรญ conocรญ a muchos personajes de la vida cultural de Mรฉxico desde mi infancia que recuerdo, como a Juan Rulfo, Pedro y Rafael Coronel, Ruth Rivera, Rosario Castellanos, Ricardo Guerra, Martรญn Luis Guzmรกn, Dolores del Rรญo, Miroslava Stern, Guillermo Arriaga, Ernesto de la Peรฑa, Luis Buรฑuel, Claudio Arrau, George Sandor, entre muchos otros. Ademรกs mi padre colaboraba con su padre, el productor de cine don Salvador Elizondo Pani, y musicalizรณ muchas de las pelรญculas que produjo mi suegro, hoy joyas de la รฉpoca de oro del cine nacional como Distinto amanecer, San Felipe de Jesรบs, El monje blanco, Rosenda, El rรกpido de las 9:15, etcรฉtera.

En 1957, a su regreso de Europa, visitรณ a mis padres el joven Elizondo (entonces ya se me permitรญa asistir a las reuniones musicales). Fue cuando realmente lo conocรญ. Tenรญa yo doce aรฑos y รฉl veinticinco, debo admitir que me causรณ una gran impresiรณn que hasta hoy persiste en mi memoria. Ataviado con un saco de tweed, pantalรณn de paรฑo gris Oxford, zapatos ingleses, corbata del regiment, tal vez chaleco a cuadros, con un corte de pelo particular, moreno, de finas facciones, cejรณn, menudo, vivaz, simpรกtico, ingenioso, aguerrido en sus discusiones contra los otros asistentes, hablando un lenguaje profundo con ideas estrafalarias…, pues me pareciรณ fascinante y creo que desde entonces me enamorรฉ de รฉl… Pero ยฟcรณmo…? Yo, con doce aรฑos de edad, adolescente y bruta, se me planteaba como un amor imposible; el sabรญa todo y yo nada, apenas empezaba yo a gustar de la mรบsica y a leer a Tom Sawyer o a bailar rock โ€˜nโ€™ roll cuando รฉl venรญa de Europa pleno de ideas nuevas e incomprensibles para mรญ. Una vez me ayudรณ en una tarea de inglรฉs cuando cursaba yo el sexto grado de primaria y me saquรฉ diez absoluto y menciรณn honorรญfica, claro, gracias a รฉl…

Se casรณ con Michรจle Albรกn al poco tiempo y siguiรณ asistiendo a mi casa, ahora con ella. Fueron a mi fiesta de quince aรฑos (1960), donde el Negro Ojeda profanรณ el piano de cola de mi padre y a ritmo de rumba amenizรณ mi fiesta, a la que asistieron trescientos invitados (de รฉsta conservo una pelรญcula en 16 mm). Luego fue mi maestro cuando asistรญ al CUEC (Centro de Estudios Cinematogrรกficos de la UNAM). Para entonces ya se habรญa divorciado de Michรจle y lo acompaรฑaba a dar sus clases una bellรญsima mujer, que era su amante, llamada Marรญa Rodrรญguez, dedicataria de su segunda novela, El hipogeo secreto.

Curiosamente mi primer cliente, la primera persona que me contratรณ para que le hiciera yo fotografรญas, fue Salvador. No tenรญa yo, entonces, cรกmara propia y mi compaรฑero Alberto Bojรณrquez, ya fallecido, me prestรณ la suya con la condiciรณn de acompaรฑarme a la sesiรณn fotogrรกfica. Afortunadamente me salieron bien y asi publiquรฉ por primera vez mis fotografรญas en la segunda ediciรณn de Farabeuf, texto que ya habรญa yo leรญdo, naturalmente, pero el cual apenas comprendรญ.

El joven Elizondo habรญa cambiado. Era ahora un hombre igualmente atractivo pero atormentado, bebรญa cervezas, se movรญa nervioso, le preocupaban sus hijas, hablaba chino y lo obsesionaba James Joyce.

Me unรญ a su vida cuando yo tenรญa veintitrรฉs aรฑos y รฉl 36, a partir del 17 de diciembre de 1968. Fui su novia durante un aรฑo al cabo del cual literalmente me robรณ de mi casa para llevarme a vivir con รฉl a un modesto departamento frente al Parque Mรฉxico con la advertencia de mis padres y sus amigos de que Salvador me iba a practicar tormentos chinos como los de su novela Farabeuf

Me convertรญ pues en la mujer del escritor, mi admiraciรณn y amor profundo por รฉl me llevaron a reflexionar muchas cosas. Me preguntaba yo cรณmo debรญa ser la mujer de un escritor, como procurarle paz y aislamiento, indispensables para la creaciรณn de su obra, en realidad de dos obras, la de รฉl y la mรญa propia porque yo debรญa ser una artista digna de รฉl.

Recordaba yo los regaรฑos de mi madre cuando le hacรญamos ruido a mi padre… โ€œsilencio, niรฑos, su padre estรก componiendo su mรบsica y no debemos interrumpirlo, porque se le va la idea, vรกyanse a jugar a otro lado…โ€.

Salvador me animaba mucho en mi trabajo de fotรณgrafa y en cuanto podรญamos estar solos nos ponรญamos a trabajar, yo en mi cuarto oscuro y รฉl con su escritura… De pronto nos comunicรกbamos entusiasmados con los logros obtenidos y asรญ yo me convertรญ en su primera lectora y รฉl en mi primer espectador y crรญtico…

Vivir con รฉl era completamente diferente que ser su novia. Yo no habรญa vivido antes con nadie mรกs que con mis padres y la aventura se planteaba asaz difรญcil… pero fascinante. Estaba yo deslumbrada, no, no habรญa tormentos chinos, habรญa una gran disciplina, Salvador era ordenado y responsable, llevaba un orden casi militar, no se le podรญa mover nada de lugar porque montaba en cรณlera, era romรกntico, celoso, iracundo, nervioso, tรญmido en cosas prรกcticas, simpรกtico, risueรฑo, sentimental, ocurrente, puntual, flojo a veces, otras borracho, difรญcil, exigente, crรญtico agudo, obsesivo, macho mexicano, le gustaban irresistiblemente las mujeres, amaba a los animales y a las plantas, el paisaje mexicano, comรญa chile chipotle, tacos de carnitas, chapulines, sopa de fideos y fumaba, a veces, mariguana, usaba paliacates, zapatos ingleses y tweed irlandรฉs (โ€œel Harris tweed es la base, mamacita, de un buen sacoโ€, me decรญa), lloraba con la poesรญa y sobre todo era un escritor… siempre acudรญa a sus cuadernos, siempre escribรญa en sus diarios, en ellos vertรญa todas sus ideas y proyectos, aunque รฉstos fueran banales, y escribรญa y escribรญa que escribรญa, cuando no lo hacรญa se sentรญa frustrado… โ€œ… hoy no pude escribir en mi diarioโ€, se lamentaba. Tambiรฉn era un lector voraz: si no estaba leyendo, estaba escribiendo. Cuando me unรญ a รฉl, sus diarios, antes esporรกdicos, se convirtieron en eso: en verdaderos diarios, era para รฉl casi una obligaciรณn escribir aunque fuera unas lรญneas cada dรญa. Eran dรญas duros econรณmicamente, no habรญa becas ni nadie que nos ayudara que no fuera el producto de nuestro propio trabajo, el cual era generalmente mal pagado y a destiempo; nos costaba trabajo pagar la renta y hubo dรญas en que para comer vendรญa yo los cascos viejos de la cerveza que consumรญa. Estos fueron los inicios de mi cercanรญa a sus diarios, los cuales nunca, antes de su muerte, leรญ, porque asรญ lo determinamos, โ€œ… nunca leer diarios ajenos, nunca abrir la correspondencia de otroโ€, consignas que nos hicimos porque pretendimos establecer cรณdigos de รฉtica y respeto mutuo, no cabalmente cumplido, debo admitir.

Es imposible narrar al paciente lector toda mi vida con Salvador Elizondo, la memoria a mis 62 aรฑos aรบn persiste pero la vejez acecha y amenaza con la pรฉrdida de lo mรกs preciado de los hombres, para mรญ, que es la memoria, y ante esto he decidido dedicar el resto de lo que el destino me depare de vida con memoria, a cuidar, clasificar y difundir la obra de mi esposo que considero es mi obligaciรณn. De ninguna manera me atreverรญa yo a emitir juicios crรญticos de su literatura, soy simplemente la esposa de un gran escritor, compartรญ con รฉl prรกcticamente toda mi vida y naturalmente lleguรฉ a conocer muchos detalles de su biografรญa: su origen, sus dudas, su cualidades y defectos, sus logros y fracasos, en fin, soy la persona que mรกs aรฑos pasรณ a su lado.

Al morir el 29 de marzo de 2006 deja un legado, ademรกs de sus libros โ€“Farabeuf, El hipogeo secreto, Narda o el verano, El retrato de Zoe, Cuaderno de escritura, El grafรณgrafo, Miscast, Camera lucida, Contextos, Estanquillo, Teorรญa del infierno, Elsinore y Pasado anterior, entre otrosโ€“, de mรกs de 83 cuadernos de diarios que abarcan del aรฑo 1945 al 26 de marzo de 2006, tres dรญas antes de morir, de manera que muriรณ como un soldado con su fusil, en su caso, pluma en mano.

Cuando regresรฉ a casa despuรฉs de las ceremonias fรบnebres, con mi pena a cuestas, decidรญ empezar de inmediato a leer sus Diarios a los que por primera vez me enfrentaba yo. Los leรญ todos en un tรฉrmino de tres meses. Mi pena se apaciguรณ porque sus cuadernos me ofrecรญan el privilegio que pocas mujeres de mi edad tienen, la de revivir mi vida por medio de su escritura, de transportarme a tiempos de juventud, madurez y vejez, y sobre todo de maravillarme por las ideas, proyectos, dibujos, pensamientos, poemas que escribiรณ en ellos.

Mi curiosidad se centrรณ, naturalmente, en empezar por los de nuestros primeros aรฑos juntos (1968). Me llevรฉ, debo admitir, sorpresas por ciertas infidelidades con mujeres, que hoy miro mรกs con objetividad que con resentimiento, pues entiendo que le eran irresistibles y que es mejor enterarme ahora que entonces pues entonces yo andaba tomando fotografรญas por el mundo y nunca me enterรฉ de nada. La verdad sea dicha, nunca faltรณ una sola noche a casa.

Los escribiรณ obviamente para ser publicados, ยฟsi no quรฉ otro destino tendrรญan los diarios en el caso de un escritor? Salvador era ordenado y en cada cuaderno o libreta hay un รญndice de lo que รฉl considera notable, y cada uno lo numerรณ y fechรณ, inclusive cada pรกgina, รฉl sabรญa que gran parte de su obra eran sus cuadernos. Escribiรณ aprรณximadamente treinta mil pรกginas de 1945 al 2006.

Alguna vez declarรณ en los periรณdicos que sus Diarios deberรญan publicarse veinte aรฑos despuรฉs de su muerte, esto porque vierte opiniones sobre algunas personas que podrรญan salir afectadas, sin embargo antes de morir cambiรณ de parecer y tuvo intenciรณn de publicar, al menos, los รบltimos; inclusive hablรณ al respecto con su yerno Gonzalo Garcรญa Barcha, pues querรญa publicar de manera facsimilar sus Noctuarios, una serie de cuadernos que solรญa escribir a altas horas de la noche o en la madrugada hacia 1995, cuando ya escribir era una obsesiรณn y una constante. Tambiรฉn le encomendรณ, a una amiga suya, capturar uno de ellos en su totalidad.

Decidรญ publicar de manera cronolรณgica algunas pรกginas de estos Diarios en Letras Libres, que generosamente me acoge en este proyecto, durante todo este aรฑo con el fin de compartir con sus lectores y darles una idea de su contenido. En esta primera entrega aparecen pรกginas que corresponden al primer cuaderno que data de 1945 y es cuando es un niรฑo aspirante a torero que sรบbitamente es internado en una escuela militar en Los รngeles, California, a finales de la Segunda Guerra Mundial, experiencia que recrearรก en su novela Elsinore. Asimismo se publican pรกginas de su segundo cuaderno que data de 1947-1948 cuando cumple quince aรฑos, luego diecisรฉis y viaja a Ottawa donde cursarรก la preparatoria.

Han pasado casi dos aรฑos desde que muriรณ y lo que mรกs extraรฑo es no poder conversar con รฉl, me habรญa yo acostumbrado a su constante presencia, a las tardes en la verandah con whisky y tabaco hablando de las conversaciones del Dr. Johnson, de Joyce, de Melville, de Conrad y de tantas cosas mรกs…~

 

DIARIOS  (1945-1948)

 

 Thursday, January 4, 19451

Pronous words correctly and to what the words mien.

Be abel to read clearly so all can understand.

Monday, January 8, 1945

Dรณnde estarรก la gitana que en mis ratos de tristeza me alegraba con su canto, dรณnde estarรก.

Wednesday, January 10, 1945

La venganza de la tumba

 

1.

En el panteรณn de Dolores a las 4 de la tarde Luis Mendoza era enterrado vรญctima de un accidente automovilรญstico.

2. Volvimos al panteรณn de Dolores a las 12 de la noche y nos dirigimos a la tumba de Luis Mendoza en la puerta de ella hay un epitafio que dice: L.M. he de volver a vengar mi muerte.

3. Un momento despuรฉs Mason intenta abrir la puerta de la tumba pero un tremendo ruido lo hace caer sin sentido a tierra, ยฟquรฉ puede ser ese ruido?

4.

Pocos minutos despuรฉs Mason vuelve en sรญ y se encuentra frente a una sombra. ยกY esa sombra era el espรญritu de Luis Mendoza!

5. Mason queda casi electrocutado de terror y echa mano de la pistola pero sรณlo oye una voz que dice: โ€œYo soy la venganza de la tumbaโ€ y desaparece.

6. Mason vuelve inmediatamente a pedir ayuda a la policรญa y recibe una escolta de dos de los agentes mรกs cautos y vuelve a Dolores.

7. Se dirigen inmediatamente a la tumba y ya allรญ empiezan a cavar pero a los pocos minutos…

8. Los dos agentes caen atravesados por dos puรฑales. Mason no hace mรกs que huir velozmente sin darse cuenta de dรณnde salieron los puรฑales.

 

Monday, January 15, 1945

La venganza de la tumba

9. Llega Mason inmediatamente a la jefatura y recibe 10 hombres de ayuda y vuelve a el panteรณn de Dolores a gran velocidad.

10. Toda la zona de la tumba es vigilada por 7 hombres y 3 se quedan con Mason con poco trabajo despedazan la cerradura y Mason baja a inspeccionar el cadรกver.

11. Llega hasta el ataรบd y se queda casi petrificado de terror al verlo vacรญo inmediatamente sale con toda velocidad.

12.

Pero no le llena de terror el verse frente a Luis Mendoza.

Tuesday, February 13, 1945

Dรณnde estarรก la gitana

que en mis ratos de tristeza

con su canto me alegraba.

Wednesday, February 14, 1945

Este es un gringo estรบpido igual que los demรกs gringos. Todos los gringos son estรบpidos.

 

Hijo de los Lupanares, si este diario abrir osares…

S. Elizondo

Diciembre 19, 1947

M.D.F.

Hoy fue dรญa de mi santo y lo pasรฉ muy contento.

Probablemente sea una de las รบltimas celebraciones de esta รญndole por varios aรฑos. Se avecina la posada de mi tรญa Marรญa Luisa y todavรญa no sรฉ a quiรฉn llevar. Posiblemente invite yo a Dianita Martรญnez Solares โ€“ la voy a invitar โ€“ en estos รบltimos dรญas he estado pensando en la posibilidad de un viaje a la luna; todo es una cuestiรณn de dinero โ€“ Omnis scientia.

En este mi 15ยบ cumpleaรฑos he tomado varias resoluciones entre ellas la de pasar aรฑo.

(Y no la cumplรญ โ€“ Ottawa, dic. 16, 48)

 

Diciembre 20, 1947

M.D.F.

Hoy he ido con Dianita al cine โ€“ y la he invitado a la posada de mi tรญa Marรญa Luisa, el lunes โ€“ desde hace mucho he sentido una gran simpatรญa por Diana, pero hoy he descubierto que puede que haya algo mรกs que una pura simpatรญa de mรญ hacia ella. El lunes le hablarรฉ, a ella brindarรฉ la recopilaciรณn de todos mis escritos cientรญficos que pondrรฉ en una exposiciรณn cientรญfica que llamarรฉ โ€œEpistemologรญa fรญsico-matemรกtica y geomรฉtrico-relativistaโ€. Para esto tendrรฉ que poner muchas horas de trabajo, quiero terminar esta obra junto con la de la utilizaciรณn de la energรญa atรณmica para la propulsiรณn a reacciรณn.

Esta รบltima la he empezado hace unos dรญas, pero no he adelantado con motivo de las fiestas โ€“ Omnis scientia.

Diciembre 21, 1947

M.D.F.

ยกQuรฉ estรบpido he sido! No dedicarรฉ a ninguna mujer la recopilaciรณn de mis escritos cientรญficos desde el momento que no la voy a hacer (science and women donโ€™t mix), pero sรญ estoy enamorado de ella y maรฑana con seguridad tocarรฉ el punto โ€“ aunque indirectamente, a ver quรฉ tal salgo โ€“ tengo ansias de amar y de estudiar โ€“ pero de la manera que a mรญ me gusta โ€“ detesto la gramรกtica y todos sus derivados, el lirismo es para los tontos, sรณlo me gustan tres cosas, la fรญsica-matemรกtica, la astronomรญa y las mujeres.

Por primera vez en mi vida no he sentido el deseo sensual en la mujer de quien estoy enamorado โ€“ me siento atraรญdo por su carรกcter y por su finura y no por su figura โ€“ ahora comprendo que el alma estรก por encima de todas las cosas materiales โ€“ Ya me muero por tener mi telescopio. El telescopio es el รบnico modo de alejarse de este estรบpido planeta en el que lo รบnico que nos interesa es el dinero.

Diciembre 22, 1947

M.D.F.

Hoy ha sido la posada de mi tรญa Marรญa Luisa. No hallo palabras para definirla, puesto que estuve contento y aburrido. Estuve contento porque estuve con Diana, pero aburrido y preocupado porque no tuve una oportunidad para decirle algo. Su personalidad me atrae. โ€œand I think it is quite obviousโ€ porque la miraba yo largo rato y creo que mis primos se dieron cuenta. Lo que pasa con todas las mentalidades castas; que en todo se han de meter y creo que se lo dijeron. Si ella lo sabe, me darรก oportunidad, si no, actuarรฉ yo. Los planes para mi conquista los he estudiado. Espero que en este mismo diario pueda anotar mi victoria. Lo que debo de hacer ahora es no mencionar una sola palabra a nadie. Esta vez me encuentro enamorado de una manera muy distinta a todas las anteriores. โ€œI think D. would make and excellent wifeโ€ y parece inteligente, en fin, ya verรฉ. โ€œShe is superficial and not very sensitive… and she knows calculusโ€, โ€œ…she is still a childโ€.

Diciembre 23, 1947

M.D.F.

Hoy es el dรญa en que todos, en mis circunstancias, nos dolemos de las cosas que no hicimos y que hubiรฉramos podido hacer โ€“ esto duele porque, en fin, las cosas que ya hicimos, pues ya las hicimos y ya no tienen remedio, sin embargo, lo que no hicimos es diferente โ€“ en realidad yo no tuve la culpa, puesto que los tontos de mis primos estuvieron pegados todo el tiempo, cometiendo las mismas indiscreciones de siempre โ€“ si yo hubiera estado solo, hubiera sido diferente, pero una declaraciรณn por medio de indirectas es bastante difรญcil, y a pesar de todo soy muy tรญmido, pero si al menos hubiera yo bailado con ella…

pero eso no fue culpa mรญa, pues ella no quiso bailar. La nota del dรญa anterior en mi diario posiblemente estรฉ equivocada pues no sรฉ lo que voy a hacer โ€“ Hoy mandรฉ comprar mi telescopio, espero que me lo manden pronto. Durante mi estancia en San Luis Potosรญ, voy a hacer los planos para un telescopio refractor que continuarรฉ el prรณximo invierno. Quisiera desde San Luis Potosรญ, si pudiera yo, escribirle a diario.

Febrero 29, 1948

Hoy me he hecho el firme propรณsito de estudiar con todas mis fuerzas y de terminar mi libro cuanto antes posible, para publicarlo inmediatamente. Este libro marcarรก la primera etapa de mi vida โ€“ Esa obra, aunque no lo diga en la primera hoja, estรก dedicada a ella. Ya nada me importa mรกs que pensar en cosas como el espacio y el tiempo, tรฉrminos que, aunque no parece, encierran un caudal de misterios que aรบn no se aclaran, quizรกs el destino me los revele.

Mayo 7, 1948

ยกEste es el principio del desastre! ยกAdiรณs Diana! ยกAdiรณs alegrรญa de vivir, adiรณs ambiciones! ยกAdiรณs todo cuanto puede significar algo para mรญ! A los 15 aรฑos estoy derrotado y ya no puedo luchar, todo a mi alrededor se mueve con pasos de incertidumbre y de tristeza a travรฉs del medio ambiente de mi melancolรญa infusa que hasta ahora no habรญa abandonado las paredes del subconsciente. Y sin embargo, ยฟcuรกnto queda por vivir? Una vida รกspera y llena de tristezas me espera opacada por el brillo del dinero y de las vanidades falsas de esta vida. Sรณlo me duele una cosa adentro, muy dentro del alma, y eso es mi madre, la mujer a quien no he sabido dar todo lo que se merece.

Diciembre 19 de 19482

Por fin llegรณ el dรญa โ€“ 16 aรฑos hoy โ€“ y, sin embargo, soy el mismo โ€“ cuรกntos recuerdos han pasado por mi cabeza el dรญa de hoy โ€“ Pensar que hace un aรฑo empecรฉ este diario y fue uno de los dรญas mรกs felices de mi vida โ€“ porque ese fue el dรญa en que realmente me enamorรฉ de Diana โ€“ me enamorรฉ de ella locamente y todo el aรฑo la pasรฉ viviendo de la ilusiรณn que cuando menos una mirada o una sonrisa de ella me daban, sin embargo ahora parece que ya no se acuerda de mรญ, sin embargo el amor que le tengo, por poco o mucho que sea, tardarรก en apagarse.

Cuรกntas cosas han sucedido en este aรฑo, serรญa imposible enumerarlas โ€“ despuรฉs de todo fue un aรฑo vivido intensamente โ€“ aรบn me acuerdo de ella cuando fue a mi casa, llevaba un vestido color fresa y con peinado alto, me acuerdo que me regalรณ un puรฑal mexicano โ€“ que despuรฉs casi idolatrรฉ y que me servรญa a manera de orรกculo โ€“ que dejaba yo caer al azar y si caรญa clavado era que Diana me querรญa โ€“ cuรกntas veces mintiรณ.

Todavรญa me acuerdo de la fiesta, nunca en toda mi vida habรญa estado la mesa adornada con tanto gusto โ€“ el pastel tenรญa 15 velas, de cada vela salรญa un listรณn de seda rojo al final del cual en un corazoncito de cartรณn rojo estaban escritos los nombres de los invitados โ€“ aรบn conservo el de Diana y el mรญo. Esa fiesta que fue una alegrรญa para mรญ, se la debo a mi madre en la que tambiรฉn he pensado hoy, porque me siento profundamente agradecido hacia ella, por el don mรกs preciado que alguien puede recibir jamรกs โ€“ la vida โ€“ mi madre rogรณ al cielo por tener un hijo, pues despuรฉs de cuatro aรฑos de casada, aรบn estaba imposibilitada, sin embargo, fue fe y esperanza lo que me hicieron vivir, pues si no hubiera sido por estas cualidades de mi madre quizรกs nunca hubiera nacido. Hasta ahora le he pagado mal todo cuanto ha hecho por mรญ, nunca le he demostrado mi afecto de la manera que realmente lo siento. Este aรฑo que viene harรฉ planes para que una vez mรกs vuelva a tener fe en mรญ.

Tambiรฉn he pensado en mi padre. Es un hombre equivocado. En el fondo creo que todavรญa ama a mi madre, y que ha sido la vรญctima de circunstancias terribles en las que no debo ni pensar.

Tambiรฉn he pensado en mi agรผe, la pobrecita sรญ que es una santa, ella sรญ que merece pasar sus รบltimos aรฑos tranquila โ€“ siempre toda su vida ha sufrido por la felicidad de otros โ€“ nunca una sonrisa para ella, nunca una frase amable โ€“ siempre desdeรฑada por todos โ€“ a ella tengo que hacerla feliz. En fin, este dรญa ha sido de recuerdos, cuรกnta gente no ha pasado por mi memoria en este dรญa โ€“ todos, mi nana, Marcelo, Diana, mi agรผe, Laura, Vico, mis primos, mi padre โ€“ la mayor parte son recuerdos tristes, pues todavรญa no encuentro mi Shangri-la.

Sin embargo, aquรญ brindo por que todos encontremos nuestro Shangri-la.

Porque todos, antes que nada, seamos felices y a la vez hagamos felices a los que nos rodean โ€“ ยกbrindo por las mujeres, la sabidurรญa y la verdad!

Diciembre 20, 1948

O.C.

Hoy he recibido una carta de mi mamรก fechada 15 de diciembre que me envรญo para felicitarme con motivo del dรญa de mi cumpleaรฑos, no me avergรผenzo de decir que sentรญ unas ganas inmensas de encerrarme y ponerme a llorar, viendo que despuรฉs de todo lo que le he hecho todavรญa me entrega todo el amor de su corazรณn, esa es la verdadera nobleza y el amor eterno. Quรฉ me puede importar todo lo que suceda, que nunca alcance el genio, la verdad, la belleza, la gloria, la fama, en fin todo lo que pudiera desear, si sรฉ que tengo el amor de mi madre, sin embargo todas estas metas las alcanzarรฉ para satisfacer las ilusiones sublimes que una madre como la mรญa puede tener para su hijo. Esta carta me da fe en mรญ mismo, fe para llevar a cabo la obra sublime que he planeado malgrรฉ tout  porque sรฉ que, mientras siga el camino trazado por mis propias convicciones, todo me puede fallar, menos ella, y si ayer brindรฉ porque todos encontrรกramos nuestro Shangri-la, hoy brindo porque yo lo encuentre para poder llegar a mi madre y decirle: este es tu hijo, este es su triunfo. ~

 

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1 Salvador Elizondo escribe estos apuntes en hojas fechadas en inglรฉs desde el internado militar en Los รngeles, California. Se respeta la ortografรญa del joven autor.

 2 Este texto y el siguiente los escribiรณ en Ottawa, Canadรก, donde cursaba la preparatoria.

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