En nuestro número pasado alertábamos sobres los riesgos de utilizar políticamente la justicia. Parece ser que la PGJDF está empeñada en demostrarnos que lo puede hacer peor, incluso, que el PRI. En un acto sin precedentes, ejerció acción penal contra más de setenta funcionarios de la delegación Gustavo A. Madero de la administración de Óscar Espinosa Villarreal. La inmensa mayoría de los casos, por faltas administrativas menores. Entre los funcionarios se encuentra el ex boxeador Pipino Cuevas, quien no justificó plenamente la compra de 21 mil pesos de material deportivo. Ahora, los presuntos responsables tendrán que probar su inocencia desde la cárcel.
Simultáneamente, la ALDF, bajo dominio del PRD, dio a conocer, cuidando de hacerlo después de las elecciones, el resultado de la auditoría del gobierno perredista en la capital durante el año de 1998. Las irregularidades son mayores y más graves que la mayoría de las perseguidas por la Procuraduría capitalina. La justificación es simple: inexperiencia. La pregunta, por lo tanto, es obligada: ¿Encarcelará a los delegados en funciones por no licitar obras, no reportar su avance, pagar compensaciones salariales fuera de lo dispuesto por la ley, no llevar una minuta de las obras en avance y demás "inexperiencias" reportadas por el informe? ¿Girará orden de aprehensión expedita y ejecutiva contra sí mismo? Domingo, el personaje central de El hombre que fue jueves, es a estas alturas un ejemplo de cordura. –
(ciudad de México, 1969) ensayista.