Sobre “La cuestión petrolera” (entrevista con Javier H. Estrada Estrada)

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Sr. director:

Al inicio de este artículo se dice: “Nuestro objetivo: contribuir al diálogo con argumentos mesurados y razones prácticas.” Y luego lee uno el artículo y resulta que básicamente está basado en “analizar” un “documento que circula” titulado “Las razones por las que no conviene a México abrir el sector petrolero a la inversión privada”.

¿Qué Letras Libres no puede generar su propia opinión? Me da un poco de nostalgia que una revista tan seria como esta base sus artículos en desmentir documentos que circulan. ¿Estos son los debates que propone y fomenta?

Hagamos preguntas más duras. ¿Por qué como país necesitamos seguir produciendo esos niveles de petróleo? Para seguir alimentando el crecimiento desmedido de otros países (cito a Zaid en otra parte de esta revista): “el consumo de energía por habitante de los Estados Unidos en 2006 fue de 334 millones de Btu”), o para seguir contaminando el mundo. Al mas puro estilo mexicano nos peleamos por Pemex, pero olvidamos que buena parte de la industria automotriz está poniendo los ojos en bioenergéticos, en hidrógeno y otras formas de generación de energía.

La ley de promoción a los biocombustibles todavía no tiene reglamento. Y la Sener ya autorizó “dar permisos” a las empresas para generar sus propios combustibles. Cuando entre el reglamento entonces automáticamente se podrá producir energía por particulares. Y el detalle está en ¿cuántas empresas mexicanas se dedican a la generación de energía? Iberdrola y Gas Natural, podrán vender vía CFE energía a la red sin caer en lo ilegal.

Si seguimos en el tenor de “debatir” sólo por una parte de la problemática, dejaremos de ver entonces nuevas y más fructíferas formas de desarrollo en el sector energético. ~

– Raúl Yépez Serna

 

Sr. director:

Interesante forma de abordar el amplio y requerido esquema de inversión que Pemex necesita para maximizar la renta de sus recursos petroleros probadas + probables + posibles y, por supuesto, el negocio de la refinación y petroquímica.

Pemex paga impuestos superiores al setenta y cinco por ciento de su ingreso bruto. Y con hábiles mecanismos de contabilidad, Hacienda obtiene otro poco de impuestos. Considerando que los impuestos son ingresos directos para Hacienda-gobierno federal, está correcto que eso suceda. Lo que es incorrecto es decir que Pemex es ineficiente.

El gobierno federal requiere recursos para operar; Hacienda no pude recaudar más del 30% de lo que debe de recaudar, sólo puede obtener los recursos endeudando a Pemex. Insisto, está bien, porque se invierte en la operación e infraestructura de México.

Pero ¿qué de los excedentes en el precio del petróleo? El presupuesto federal autorizado está cubierto. Entonces se debe invertir en la gran empresa rentable de México. La refinación y petroquímica se verían ampliamente beneficiadas; se incrementaría el número de puestos de trabajo y tendríamos menos dependencia de productos en estos sectores incluyendo la exploración petrolera y la inversión para poner a producir yacimientos en tierra y en aguas poco profundas, en recuperación secundaria y terciaria. Todo esto sin inversión privada.

El debate nacionalista se limitaría a la forma de adquirir la tecnología para perforar y explotar aguas profundas. Puede ser por compra directa, con asociación en riesgo compartido, o en los diversos esquemas que existen y se pueden inventar. Pero lo importante es que ahora se inviertan los recursos excedentes del precio del petróleo en áreas petroleras, que son muchas, y esta no requiere ningún debate nacionalista. ~

– Federico González Tamez

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