Una postal

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Sรญ, Juanito, como te indicara tu rara e infalible erudiciรณn, el pasado de Nueva York es apenas una pelรญcula delgada y esa, obsesionada con el futuro, pero esa breve, flaca, como es, no puede menos que ser interesante, porque todo pasado de un modo u otro es interesante: hasta nuestros domรฉsticos y fragmentarios recuerdos tienen fuerza y misterio.
     Dicen que habรญa dos ciudades, Boston y Nueva York. En Boston se desarrollรณ la aristocracia, la singular nobleza que ha podido crecer en este paรญs democrรกtico hasta el vicio, y en N.Y. se desenvolvieron los hombres de negocios, los empresarios, industriales, comerciantes. Desde luego N.Y. se hizo pronto mรกs brillante, impetuosa y vital que Boston que acusรณ rรกpidamente la palidez y raquitismo parasitario de la nobleza echa a un lado a la hora de gobernar la naciรณn.
     Vivo en un mundo brillante, reciรฉn lavado, los colores han cobrado nueva vitalidad. El blanco es la pureza misma, no el blancuzco amarillento y huesudo de antes; el amarillo huevo, por su parte, es mรกs yema que nunca y tiene inconfundible personalidad, es ganso, se contonea; el rojo herรกldico, brioso, color musculoso, atlรฉtico, colรฉrico a veces; en el negro no acaba la profundidad, es un pozo denso como el pasado de una mujer gรกngster, pero el mรกs brillante de todos es ese color que cobra el cielo cuando acaba de ponerse el sol, un azul cabalmente vivo, azul rey, se llama al tono, y con razรณn.
     Estas modestas visiones, al alcance de cualquiera, por otra parte, las debo a la doctora Leticia Arroyo que hizo caer el velo con que las cataratas pacientemente cubrieron mis ojos y repristinรณ โ€“nunca se uso mejor esta inquieta palabraโ€“ mi mirada. La doctora Arroyo da consulta en las maรฑanas en la Clรญnica de la Luz del Conde de la Valenciana, uno de los grandes lugares dostoyevskianos de la ciudad de Mรฉxico, donde la gente de pocos recursos se agolpa para recibir ayuda. Dije se agolpa, pero en verdad pese a la concurrencia de grandes masas depauperadas y dolientes, todo estรก cumplidamente organizado en un orden estricto. Esta benemรฉrita instituciรณn se alza cerca del Monumento a la Revoluciรณn y quien no la ha visto en repleta actividad mucho me temo que no sabe bien en quรฉ paรญs habita.
     A los dos dรญas de estar en N.Y. ya habia visitado a mis amigos colombianos, con quienes montarรฉ una obra de teatro; ya habรญa ido al cine y ya habรญa pasado a saludar a Muรฑoz Molina, de cรกlida cordialidad y rรกpida inteligencia, rara mezcla ยฟverdad, Juanito?, al Cervantes de N.Y., que dirige.
     La pelรญcula valiรณ la pena. Se llama extraรฑamente Sin destino, cuando el desdichado protagonista tenรญa uno y bien cierto: ser trasladado al torturadero de Buchenwald. Es, creo, la mejor pelรญcula que he visto sobre el Holocausto. Su director es el famoso fotรณgrafo hรบngaro Lajos Koltai y, claro, la pelรญcula estรก delicadamente fotografiada en sepias, y eso establece contraste con lo pavoroso e inhumano del tema: como en la tragedia รกtica, el verso mรกs sutil y elegante es usado para hablar de las mรกs turbias y abismales tribulaciones (uno de los propรณsitos de la tragedia es justamente ennoblecer la desgracia). El guiรณn es del premio Nobel Imre Kertesz, basado en su novela semi autobiogrรกfica del mismo titulo. Una sola crรญtica le hago a la pelรญcula: el corazรณn de la novela de Kertesz, tal como la recuerdo, es que estรก narrada por un niรฑo, asรญ las atrocidades se reflejan en la ingenua y cristalina mente del niรฑo, lo que, de alguna manera, vela y acrecienta el horror. En la pelรญcula este procedimiento no se alcanza del todo y vemos al infortunado niรฑo, por decirlo asรญ, desde fuera y el arte de Kertesz pierde eficacia. (Que haya visto, sรณlo en Quรฉ verde era mi valle de John Ford se logra un drama a travรฉs de los ojos de un niรฑo.)
     Pero, bueno, no cabe mรกs en la postal. Un abrazo, saludos de Guita, y nos vemos en Mรฉxico.

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(Ciudad de Mรฉxico, 1942) es un escritor, articulista, dramaturgo y acadรฉmico, autor de algunas de las pรกginas mรกs luminosas de la literatura mexicana.


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