Primer ejemplo
โCreciste y te hiciste grande, y llegaste a la flor de la juventud, te crecieron los pechos y te saliรณ el pelo; pero estabas desnuda y llena de vergรผenza. Pasรฉ yo junto a ti y te mirรฉ. Era tu tiempo el tiempo del amor, y tendรญ sobre ti mi manto, cubrรญ tu desnudez, me liguรฉ a ti con juramento e hice alianza contigo, dice el Seรฑor, Yahvรฉ, y fuiste mรญa. Te lavรฉ con agua, te quitรฉ de encima la sangre, te ungรญ con el รณleo, te vestรญ de recamado, te calcรฉ con piel de tejรณn, te ceรฑรญ de lino fino y te cubrรญ de seda. Te ataviรฉ con joyas, puse pulseras en tus brazos y collares en tu cuello, arillo en tus narices, zarcillos en tus orejas y esplรฉndida diadema en tu cabeza. Estabas adornada de oro y plata, vestido de lino y seda en recamado; comรญas flor de harina de trigo, miel y aceite; te hiciste cada vez mรกs hermosa y llegaste hasta reinar.โ Me gusta especialmente la imagen de los zapatos de piel de tejรณn.
No es una mujer a la que se alude en esta historia, es una ciudad: Jerusalรฉn, ni mรกs ni menos. Y la ciudad va a pecar.
โExtendiรณse entre las gentes la fama de tu hermosura, porque era acabada la hermosura que yo puse en ti, dice el seรฑor Yahvรฉ. Pero te envaneciste de tu hermosura y de tu nombradรญa y te diste al vicio, ofreciendo tu desnudez a cuantos pasaban, entregรกndote a ellos. Tomaste tus vestidos y te hiciste altos coloreados para prostituirte en ellos.โ
Los pasajes son la vociferaciรณn de un profeta, de Ezequiel (16: 7-16). Se trata del motor de cuatro tiempos del comportamiento humano: pecado-reprimenda-arrepentimiento-pecado, y vuelta a comenzar. Quรฉ le vamos a hacer. Notable es la pasiรณn del profeta, su furia, dolida, frรญa, sin sorpresa. Esta es emociรณn didรกctica, que engendra la elocuencia que podemos llamar predicadora.
Segundo ejemplo
โEl comediante entrรณ. La capa grana tendida sobre el baste de la mula y en talle a lo galรกn. Las calzas prietas tambiรฉn granates. Taleguilla de ante, y en la pretina de ante, la guitarra. Al arambol saliรณ Mari-Justina para verle llegar y le sonrรญe con la melancolรญa de la rosa al deshojarse en la quietud balsรกmica del jardรญn de unas monjas, por la tarde azul y rosa, cuando Venus arde.โ (Dejarรญa de ser pieza modernista si no nos obligara a recurrir al diccionario: baste es un tรฉrmino de equitaciรณn, una โalmohadilla que lleva la silla de montar en la parte inferior para no rozar a las caballerรญasโ; arambol es un โpasamanos de escaleraโ.)
Esta es una elaborada acotaciรณn en una obra de teatro de don Ramรณn Marรญa del Valle-Inclรกn, personaje a menudo extravagante. Mucha agua ha corrido bajo los puentes desde que se redactรณ. En estos dรญas las acotaciones no se escriben porque ningรบn director les hace caso (ni las obras de Shakespeare, las tragedias griegas o las comedias de Lope de Vega cargan acotaciones). La categรณrica anotaciรณn pertenece a La enamorada del rey, y la escenografรญa que se pide se describe asรญ: โSobre la cruz de dos caminos llanos y amarillentos, una venta clรกsica: corsarios, labradores, estudiantes sestean por las cuadras y pajares. Entre los sayos de estameรฑa parda cantan verdes y granas pastoriles. El patio de la venta es humanista y picaresco, con sabor de aulas y sabor popular de los caminos: tiene un vaho de letras del Quijote. El cielo azul, las bardas amarillas y el hablar refranero. Las castillas.โ
Tercer ejemplo
โY cuando Dios quiere propiamente ligar a รl a un ser humano, hace comparecer al mรกs fiel de sus sirvientes, que es el sufrimiento, y le dice โapรบrate, ve tras รฉl, atrรกpalo y no te apartes de รฉlโ (…ninguna mujer puede aferrarse con mรกs ternura a lo que ama que el sufrimiento).โ
Entrada en el Diario de Sรธren Kierkegaard, creo que no precisa comentario.
Cuarto ejemplo
โLa patrulla subiรณ al monte. Volviรณ solo un hombre. Muriรณ antes de poder contarnos lo que habรญa sucedido.โ
Despachos de guerra de Michael Herr es un libro insuperable de reportajes sobre la guerra pavorosa e idiota de Vietnam. ~
(Ciudad de Mรฉxico, 1942) es un escritor, articulista, dramaturgo y acadรฉmico, autor de algunas de las pรกginas mรกs luminosas de la literatura mexicana.