No puedo creer que hoy, evocado por la infancia, aparezca aquรญ como uno de esos viejos insufribles del poema de Philip Larkin, pero descubrรญ que hoy las cosas comienzan a suceder simultรกneamente, mientras sospecho, refunfuรฑando, que una buena parte de ellas en realidad ya sucediรณ. No como la imagen anacrรณnica de algo que apenas se recuerda, sino como la posibilidad de que todas las otras cosas hayan ocurrido tambiรฉn de otra manera, la mรกs adecuada para secuenciar sus escenas de acuerdo con el diseรฑo del mito El laberinto y el minotauro hasta que el hรฉroe pueda salir vivo. Los griegos desconfiaban de aquello que les resultara predecible.
{{Concepto planteado por Aristocles, autor de innumerables best sellers, todos firmados con el seudรณnimo de Platรณn.}}
Creรญan, mรกs bien, que detrรกs de todo lo que aรบn no vislumbramos, al menos, no nรญtidamente, se encuentra aquello que nuestro pudor provinciano atina apenas a llamar felicidad. Ya no hay cรณmo sustituir los tรฉrminos ilusionรกndonos en adecuarlos segรบn sus contenidos. Ello implicarรญa reescribir el presente. No el sentido. Y como precisamente eso es de lo que carece, no estoy dispuesto a concederles nada. Las cosas han de verse solo una vez, mientras suceden. Nunca son mรกs de lo que significan. No como en esos cantos partisanos, sino de un modo mucho mรกs sutil. Pienso, por ejemplo, en el musgo cayendo sin gloria sobre el pรฉtalo de una rosa eslovena, o en algรบn tic molesto, escrito con bolรญgrafo, justo cuando le apostamos al lenguaje de seรฑas. En el presente tambiรฉn es asรญ. Hace falta valor para quedarse. Y aรบn mรกs para cantar:
oh flor de lis / oh flor de lis dorada.
Aunque los viejos no lo hagan asรญ. ~
No pretendo obtener la jubilaciรณn como el mรกs viejo
de los jรณvenes poetas, tรญtulo obtenido por walkover
frente a mis contemporรกneos, o tal vez por la ceguera
que cuenta como lazarillo a una escritura tambiรฉn ciega.
Hecho que, en sรญ, explica se confunda un vals con el ruido
de fondo en el que transcurriรณ pues โla ceguera ataรฑe
tambiรฉn al oรญdoโ, especulรณ Borges al pensar en Sabato
solo como un pretexto para despuรฉs hablar de sรญ.
I would prefer not to, el mantra de Bartleby me ronda
dictando el argumento que podrรญa utilizar. Maรฑana
renunciarรฉ al trabajo jubilรกndome en algรบn otro menester,
sin duda mรกs productivo que brindar boyante por
haber pasado el Rubicรณn del medio siglo. Un ritual
semejante a un responso festivo, el cual se interrumpiรณ
cuando mi mujer observรณ โยฟquรฉ pasa?, andas lacรณnicoโ
y recordรฉ esa nostalgia como algo muy propio del linde
donde elegรญ leer a Melville antes de resignar
musitando sumiso โahead lastโ.
Ese pรฉrfido eslogan borgeano. ~
(Lima, 1965). Su libro mรกs reciente es Las interferencias
(Ay del Seis, 2019). Su obra poรฉtica, que ha sido traducida al inglรฉs,
francรฉs, checo, croata, portuguรฉs e italiano, aparece en importantes
antologรญas hispanoamericanas.