Cantar, contar y bailar. Estos tres verbos podrรญan describir a cabalidad la obra mรกs reciente de Mรณnica Ojeda, Chamanes elรฉctricos en la fiesta del sol, una novela coral de casi trescientas pรกginas dividida en siete secciones cuya trama narra una travesรญa por la mรญstica cordillera de los Andes y sus volcanes.
La historia oscila entre el aรฑo 5540 y el 5550 del calendario andino; un futuro cercano que, en el calendario occidental, serรญa poco despuรฉs de 2030. Si bien en un inicio los hechos parecieran ocurrir en un sitio alejado de lo conocido, basta adentrarse en ese mundo de ficciรณn para saber que emula al nuestro: presenta una vida gobernada por la muerte, amenazada constantemente tanto por la naturaleza como por el narcotrรกfico y la violencia, la injusticia y la pobreza, donde la autodefensa barrial es lo รบnico que puede ofrecer un poco de seguridad; violencia real que obligรณ a la autora a dejar su paรญs, un โterritorio deshechoโ donde โtoditas las ciudades estaban enfermas de tanto espantoโ, lo que habla a su vez de la vulnerabilidad experimentada debido a la hostilidad del espacio.
Nicole es la joven protagonista de esta historia quien, junto con Noa, su mejor amiga, realizarรก un recorrido entre montaรฑas y volcanes buscando escapar de la realidad a travรฉs de estados alterados de conciencia. A la par, Noa tiene otro objetivo: encontrar al padre que la abandonรณ de pequeรฑa. Una particularidad de Noa es su ausencia de voz, solo la conocemos a travรฉs de narradores testigo, como su propio padre.
Ambas asisten por primera vez al festival Ruido Solar, donde los rituales y la poesรญa โtecnochamรกnicaโ generan alucinaciones colectivas y atraen a los desaparecidos que no vuelven a sus hogares pero sรญ a esa fiesta aรฑo tras aรฑo. En palabras de Nicole, โfuimos llamadas al Ruido por una voz geolรณgica: la erupciรณn del Sangayโ. Un desastre natural convoca a esta fiesta, donde solo estรก presente la furia de la tierra, que, a diferencia de la del hombre, no es cruel. El festival dura siete dรญas, por lo que deben acampar ahรญ. En el camino encuentran a otros personajes que ofrecerรกn su compaรฑรญa y reflexiones, como el Poeta postapocalรญptico, Mario, Pamela y Pedro.
La experiencia musical detonada por los โChamanes Elรฉctricos que, ademรกs de tocar guitarras, bajos y teclados, usaban quenas fabricadas con alas de cรณndorโ estarรก acompaรฑada de alcohol, narcรณticos y una sexualidad exacerbada. El cuerpo puesto al lรญmite en bรบsqueda del รฉxtasis o โel raptoโ; un arrebato.
Los instrumentos musicales que orquestan el festival son peculiarรญsimos: โLa flauta es el primer instrumento de la historia, nos dijeron, fue hecha con hueso de bestia, ยฟcachai? La vida y la muerte del animal silban por estos agujeritos, oigan y veanโ; artefactos legendarios, instrumentos hechos con cadรกveres de animales para โhacer sonar a la muerteโ, pues los mรบsicos โeran mรญsticos del ritmo, excรฉntricos que elegรญan pensar el arte como una forma de magia que los salvarรญa de los desastresโ. Lo animal y lo humano vinculado a travรฉs del sonido, de entonaciones, percusiones y vibraciones especรญficas. La mรบsica como un lenguaje otro para transmitir lo incomunicable, โla mรบsica hace presente al ausente, […] levanta a los muertos, llama a quien no estรกโ porque โel oรญdo es una puerta a lo que no es de este mundoโ.
Los saberes ancestrales de los pueblos precolombinos, sin lo โendiabladoโ de los espaรฑoles, transmitidos mediante la tradiciรณn oral tienen un lugar primordial en esta novela, asรญ como la adoraciรณn a los elementos naturales. El gรณtico andino en todo su esplendor: lo sobrenatural de la magia, sus rituales y hechizos. El canto que conjura. El canto que calma a la tierra. El canto que trae de vuelta a los muertos. Palabras en quechua, leyendas incas y mitos antiguos se intercalan de forma natural con lo contemporรกneo. La leyenda de la Siguanaba, del รrbol de los Relinchos, del cรณndor, de los gagones, la de las sirenas andinas Quesintuu y Umantuu o la de Manchay-puito โinstrumento de mรบsica fรบnebreโ son algunas de las historias tradicionales entretejidas en estas pรกginas.
El motivo literario de la bรบsqueda del padre ofrece, como complemento, la propia voz de este mediante notas fragmentarias y poรฉticas en los Cuadernos del Bosque Alto. El hombre vive en la casona familiar heredada por su madre, de quien ademรกs recibiรณ el gusto por apreciar la muerte. โAl igual que los ciervos, las palabras tiemblan y corren si se las apunta con un rifle. Son veloces. Cuando las escribo puedo domesticarlas, hacerlas una casaโ, afirma en uno de sus apuntes. La casa embrujada como arquetipo del terror y el contraste entre este espacio cerrado y el escenario abierto de la cordillera; el arquetipo de la bruja โespecรญficamente andinaโ, mismo que la autora ha trabajado en obras anteriores (en especial en su libro de cuentos Las voladoras, 2020), se representa a travรฉs de la abuela de Noa, madre de Ernesto, a quien Noa conoce gracias a un cuaderno de canciones, rituales, conjuros y recetas y con quien se identifica al grado de encarnarla.
En esta fiesta del sol con โmรบsica tradicional y moderna, popular y astronรณmicaโ, combinaciรณn perfecta de antigรผedad y actualidad, โcada quien lleva a cuestas su mal y lo danza. Cada quien se mueve con el peso de lo suyoโ. La mรบsica hace bailar a cada cuerpo, es โla excitaciรณn como resistencia a la muerteโ: el movimiento, la agitaciรณn como manifestaciรณn de la vida que se resiste a ceder, a silenciarse. A ser silenciada.
Presentes estรกn tambiรฉn el yachak o chamรกn, guรญa entre el mundo espiritual y el natural, quien busca el equilibrio, quien โhabla la lengua secreta que une a los hombres y a los animales con el mundo de arriba y el mundo de abajoโ. Mรกs especรญficamente, chamanas como Nina Simone o Chavela Vargas, โcantoras que soltaban criaturas de aire por la bocaโ. Las warmis (mujeres) cantoras que encantan allรก arriba, en la montaรฑa, lejos de Choneros, sicarios y balaceras, de los colgados y decapitados que proliferan abajo, en la otra realidad; que se multiplican y crecen porque al virus del crimen no hay quiรฉn ni quรฉ lo detenga. Solo queda huir, escalar montaรฑas y llamar a lo mรกs sagrado a travรฉs del poder del canto y del baile.
Como contraste, lo discreto. Lo desapercibido. Los significados del silencio, preludio a lo atroz. Mรณnica Ojeda se enfoca en el movimiento de lo aparentemente quieto โla rocaโ, en lo imperceptible, para describirlo de forma acertada, para diseccionarlo y comprender cada elemento que lo integra, por mรญnimo que sea. Ojeda demuestra que ningรบn sistema vivo conoce la quietud, que ni en el mayor silencio existe la calma. Concibiรณ una oda a los volcanes, โlagrimales de la tierraโ. Un ritual que conjura lo animal y la naturaleza, la naturaleza de lo animal; una canciรณn donde la pulsiรณn de vida y la pulsiรณn de muerte danzan al unรญsono y ascienden en una espiral que se disipa en lo mรกs elevado, pues โla mรบsica ama la muerte porque la vence y ama la vida porque la elevaโ.
La voz se estimula con el canto, el cuerpo se activa con el baile, la mente se excita al contar. El cuerpo entero se configura con esta literatura. Ojeda maga, chamana, nos hace bailar con su lรญrica al son de la montaรฑa. ~