El veneno de la literatura

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Antonio Orejudo

Los Cinco y yo

Barcelona, Tusquets, 2017, 251 pp.

 

El protagonista y narrador de esta novela se llama Toni, o sea Antonio, y es tambiรฉn profesor universitario y novelista como Orejudo. Desde la atalaya de los cincuenta (la misma edad de Antonio Orejudo), Toni recuerda su infancia y juventud. (Evidentemente cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia, sin que esto autorice a imaginar que autor y personaje son idรฉnticos. Se parecen, pero no son el mismo.) A esa altura de la vida, Toni no se siente ni frustrado ni satisfecho, pero sabe que los sueรฑos que ingenuamente alimentรณ de joven se han esfumado.

Pero Toni no es una excepciรณn. O eso al menos piensa. Cree que su generaciรณn, la del baby boom de los aรฑos sesenta, ha sido oscurecida por los que protagonizaron la Transiciรณn democrรกtica y por los โ€œindignadosโ€ del 15m. La de nuestro personaje es una generaciรณn encogida y mansa, a la que se le ha pasado la vez sin llegar a protagonizar su turno. En fin, es una generaciรณn sรกndwich, laminada por los felipegonzรกlez y pabloiglesias. Como se habrรกn dado cuenta, Toni practica el victimismo propio de su desencantada movida generacional, porque si bien es cierto que no ha triunfado, tampoco se puede decir que haya fracasado. No son la โ€œgeneraciรณn perdidaโ€ espaรฑola, ni tienen el aura de los perdedores, han quedado inรฉditos, borrados del mapa. Si los sueรฑos sueรฑos son, los de Toni y su generaciรณn fueron sueรฑos literarios, y se han cumplido solo en una mezcla inconsรบtil de ficciรณn y realidad, o, lo que es lo mismo, en su imaginaciรณn.

El narrador levanta acta de la deriva de su generaciรณn, cuando pasa lista a los compaรฑeros de curso por riguroso orden alfabรฉtico, eso sรญ, saltando la O del innombrable apellido de Toni, que sonarรญa a cruel insulto infantil. Es la suya una mirada sin nostalgia ni dramatismo, porque una dosis de ironรญa suaviza el balance nada complaciente en el que Toni se expone a sรญ mismo al ridรญculo pรบblico. El humor es el mecanismo que permite a Orejudo ser exigente y cariรฑoso.

En Los Cinco y yo se van encajando diferentes historias y planos narrativos, que quedan enlazados por una suerte de mรกgicos vasos comunicantes o de corredores secretos. La novela es en primer lugar la historia de Toni, Toรฑito para su madre, que lo ha convertido en un chico retraรญdo por culpa del exceso de celo protector. La mรกxima de la madre se podrรญa definir como un fatalismo anticipado para defenderse de los posibles โ€œzarpazosโ€ de la vida, que aconseja un preventivo y profรฉtico โ€œponte en lo peorโ€. Bajo esa รณptica anestesiante, la vida no hace daรฑo ni sorprende, pero queda encapsulada como una crisรกlida. A esto se suma el papel de la abuela, que tiene unas dotes soberbias de narradora oral. Le inocula a la vez el veneno de la literatura y lo inicia en la experiencia del miedo. Su especialidad es el cuento โ€œPulgarcitoโ€, que renueva cada vez con variaciones y sorpresas truculentas; su arte es intimidante y terrorรญfico. Para Toni, la iniciaciรณn literaria representa en realidad y al mismo tiempo la iniciaciรณn a la vida, le sirve de estรญmulo y facilita sus ritos de paso: de la niรฑez a la adolescencia, de esta a la juventud, y asรญ hasta la supuesta madurez, que en su caso no es sino la vuelta a una infancia mejorada.

Apocado por parte de madre y asustรณn por la abuela, Toni deviene un lector compulsivo, y las veintiuna novelas de los Cinco, de Enid Blyton, constituyen un hito trascendental, mรกs allรก de lo meramente literario. La manera de leer estas novelas encierra una idea de la literatura como experiencia gozosa: la lectura โ€œhecha con las tripasโ€ sin otro fin que โ€œel disfrute animalโ€. En este sentido el relato se presenta como un homenaje a aquellos hรฉroes que animaron las siestas de los aรฑos impรบberes, cuando se vivรญan las aventuras de los Cinco, como si fuesen propias, sin otra mediaciรณn que la fascinaciรณn y la magia. Esta manera de gozar de los libros es tambiรฉn la del Toni adulto, que defiende una literatura sin aspiraciones trascendentales, si acaso todo lo contrario. Hace una apuesta por la liviandad literaria y defiende una rebeliรณn contra cualquier idea de canon o de lectura obligatoria.

Una vez inoculado el virus, el contagio literario no harรก sino crecer en la juventud. Toni se convierte en un joven โ€œletraheridoโ€, que no se conforma solo con escribir, sino que anida la desmesurada pretensiรณn de hacer la Obra que cambie la Historia de la Literatura Universal. En uniรณn del gordito y pedante Reig y de Juan Manuel, el Chepa, la historia se vuelve una comedia desternillante. Los tres amigos, proclives al disparate y obsesionados por la literatura, se contagian mutuamente con sus fantasรญas literarias. Desde este punto de vista, Antonio Orejudo ha escrito una original novela de aprendizaje literario o de formaciรณn sentimental.

Dicho asรญ darรญamos una idea parcial y hasta engaรฑosa de la novela y de su trama, porque hay mucho mรกs. Los Cinco y yo estรก construida como la glosa de After five, un libro de Reig (en realidad una historia que su amigo de correrรญas literarias le ha pirateado impunemente). El libro de Reig, un bestseller mundial y un pelotazo que le ha hecho multimillonario, es a su vez una secuela zombie de la obra de E. Blyton. Es decir, la novela es โ€œla glosa de una glosaโ€ (Orejudo dixit) y la exรฉgesis de un texto inexistente. Todo el relato estรก atravesado por este recurso borgiano, en el cual espejean otras referencias, entre las que me atrevo a conjeturar la fรฉrtil e inspiradora presencia de la obra de Cรฉsar Aira, en la que se imbrican lo autobiogrรกfico y lo disparatado, cercano al nonsense de Lewis Carroll y Edward Lear.

Entre las tramas novelescas y las biogrรกficas de esta novela se abren galerรญas y pasajes por donde la ficciรณn y la realidad se van uniendo y separando de manera imprevista y armรณnica. En este punto Orejudo muestra su oficio de narrador divertido y hรกbil, que es capaz de contar con humor situaciones patรฉticas, y de tejer un caรฑamazo bien cosido entre las mรบltiples historias y planos que el relato maneja. Es de destacar la maestrรญa para trasvasar de lo autobiogrรกfico a lo ficticio, y viceversa. Orejudo logra un perfecto ensamblaje entre los diferentes planos, y al lado amable de las historias le superpone a veces su reverso mรกs รกcido.

ยฟCรณmo cerrar una novela que abre tantas lรญneas y disyuntivas narrativas? En la elecciรณn del desenlace se juega el efecto del cierre, y Toni Orejudo acierta plenamente al llevar hasta sus รบltimas consecuencias la fidelidad a la infancia y a la pasiรณn por las novelas de los Cinco. Es la suya una soluciรณn redonda y feliz, donde confluyen los diferentes hilos del relato y las tesis literarias y vitales que ha ido tejiendo. En el picnic final, cuando Toni confraterniza con los hรฉroes de Blyton, y al fin degusta el deseado pastel de carne y prueba la enigmรกtica cerveza de jengibre, la realidad y la ficciรณn se mezclan y completan armรณnicamente.

Asรญ son de caprichosos los pasadizos de la buena literatura, que te llevan a donde no sabรญas ir, y encuentran siempre las mejores salidas. ~

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Es profesor y crรญtico literario. En 2007 publicรณ el pacto ambiguo: de la novela autobiogrรกfica a la autoficciรณn (Biblioteca Nueva)


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