Fantasmalia

AÑADIR A FAVORITOS
Please login to bookmark Close

Es la hora en que el cuadro se trastoca.
Cuencas huecas bajo una frente aviesa
adivinan las sombras de la pieza
(yo una de ellas) y una cara sin boca,

emisaria de esperpénticos dones,
gesticula provocando un sismo
(que acaba con todo romanticismo)
y desdibuja aquellos farellones.

En su cuello fatal nacen cipreses
(son lanzas de otro lienzo, un Uccello)
y abajo ábrense negros remolinos

como un manto de hormigas en mi pelo.
Sobre el filo de un grito me encamino
hacia el pérfido mar (en que anocheces). ~


    ×

    Selecciona el país o región donde quieres recibir tu revista: