La escritura como periferia

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Mario Montalbetti

Lejos de mรญ decirles. Poesรญa reunida (1978-2016)

Ciudad de Mรฉxico, Matadero, 2019, 424 pp.

En una entrevista reciente, Mario Montalbetti (Callao, 1953) hace una distinciรณn entre los estados actuales de la poesรญa y de la novela. Donde la novela se โ€œrenuevaโ€ para responder a las exigencias de un mercado basado en la imagen y en el impacto inmediato, dice, โ€œel poema no necesita ponerse al dรญa. Siempre serรก lo mismo: una crรญtica del lenguaje, de sus lรญmites y del poderโ€. Esta observaciรณn me parece un buen punto de partida para revisar la obra del peruano, que explora el lenguaje desde sus finezas: su trabajo se construye sobre un interรฉs por las formas en que el pensamiento se desdobla, por preguntarse cรณmo producir significado a sabiendas de que la transparencia absoluta es imposible. Desarrolla estos problemas, por ejemplo, en libros como el hรญbrido Notas para un seminario sobre Foucault (FCE, 2018) o el ensayo El mรกs crudo invierno. Notas a un poema de Blanca Varela (FCE, 2016); en ambos se aborda el trabajo de un tercero (un filรณsofo y una poeta, respectivamente) con la intenciรณn de desmaraรฑar, categorizar e interpretar sus palabras desde una frontera teรณrico-lingรผรญstica, que desemboca en una pregunta de corte mรกs bien filosรณfico: ยฟcรณmo se ejecuta el lenguaje?

Si en estos libros Montalbetti desmonta los textos de otros para llegar a conclusiones que son siempre suplementarias โ€“asedios a una pregunta que no se puede responderโ€“, su obra poรฉtica figura el otro lado de este procedimiento. Su lรญrica no bebe solamente de una intensa formaciรณn acadรฉmica (lingรผista por el MIT y pleno conocedor de la filosofรญa francesa contemporรกnea), sino que es entrecruzada por la continuidad de la poesรญa peruana en el siglo XX, con Cรฉsar Vallejo como eje y autores como Rodolfo Hinostroza, Blanca Varela y Jorge Eduardo Eielson en su circunferencia.

Aunque hay una multitud de plumas que influyen en su voz, estas coexisten en un equilibrio muy particular: notas de la iconoclastia lรญrica de Vallejo, del sentido del humor de Hinostroza y del carรกcter minimalista de Varela y Eielson se mezclan con recursos intelectuales cercanos a Badiou o a Deleuze, generando una poesรญa que sigue el movimiento contrario a la ensayรญstica del autor: donde sus ensayos van โ€œde mรกs a menosโ€, desmontando procesos intelectuales hasta sus รบltimas consecuencias, su poesรญa se presenta como una de aparente simpleza, detrรกs de la cual reverberan mecanismos intelectuales, referencias culturales de mรบltiples rangos y, sobre todo, un conocimiento pleno de la lรญrica como columna vertebral del discurso. Donde la pregunta โ€œยฟcรณmo se ejecuta el lenguaje?โ€ predomina en su ensayรญstica, su poesรญa parece preguntar โ€œยฟcรณmo ejecuto yo mi propio lenguaje?โ€.

Lejos de mรญ decirles. Poesรญa reunida (1978-2016) presenta la evoluciรณn de una obra que medita sobre sรญ misma. Su trayectoria editorial es discontinua: ocho libros publicados a lo largo de casi cuarenta aรฑos, la mayor parte de ellos aglomerados en la dรฉcada de los 2000. Empieza con Perro negro. 31 poemas, donde puede inferirse, aรบn sin ser evidente, la soltura y la economรญa que caracterizan a sus mejores escritos. En esta etapa encontramos una marcada atenciรณn a las paradojas vallejianas, al carรกcter gnรณmico y naturalista de Josรฉ Watanabe y a la complejidad de las construcciones de Hinostroza; la voz del poeta escapa de la mera referencialidad gracias a su sentido del humor, que le permite subvertir lugares comunes y obtener algunos versos memorables: โ€œno es Cartago a quien / hay que destruir a Delendaโ€, โ€œme refugio en ciertas verdades elementales / que repito incesantementeโ€, โ€œNi siquiera una buena acciรณn / es mejor que ninguna acciรณnโ€. Despuรฉs de diecisiete aรฑos de silencio, el regreso de Montalbetti a la poesรญa se presenta en Fin desierto y otros poemas, libro compuesto en su mayorรญa por un poema fragmentario que presenta el deambular de una voz poรฉtica por un desierto imposible que es, al fin, el desierto del lenguaje.

En Fin desierto…, Montalbetti termina de digerir las evidentes influencias del libro anterior por medio de una atenciรณn plena al desenvolvimiento de su propia escritura: la voz lรญrica deambula sin rumbo en el desierto que es la palabra misma, donde โ€œescribimos para tapar los hoyos / y reparar las fallasโ€ rodeados de โ€œcrueles y crudas coreografรญas / donde todo es intemperieโ€; y sin embargo, no estamos completamente solos: aparecen insectos, mรฉdicos y arlequines, figuras proteicas que lo mismo podrรญan significar algรบn entendimiento, salvaciรณn, o nada en absoluto. Formalmente, el libro construye sobre lo que encontramos en Perro negro…: existe la misma inventiva humorรญstica, la atenciรณn al ambiente que recuerda al haikรบ y la fuerte presencia del imaginario vallejiano, al punto de que muchos versos del libro podrรญan encontrar su verdadera casa en Trilce (โ€œen ningรบn lugar y en el polvo / arrojados del desierto / respirando en el catre lo que el aire desechaโ€).

En la dรฉcada de los 2000, รฉpoca de mayor producciรณn creativa, Montalbetti cuestiona su propia idea de la escritura como caminata. El humor, la bรบsqueda de plasmar espacios abiertos y la autorreferencialidad estรกn presentes de nuevo en estos libros, pero con una inquietud que vuelve a cada uno muy particular: Llantos Elรญseos (2002) abunda sobre el trabajo formal de Fin desierto…, pero se aleja de la gravedad heredada de Vallejo que se traducรญa en la angustia de que โ€œlos hombres / decimos nada sobre todo / buscando a aquel que dice todo sobre nadaโ€. Mรกs que angustiarse, Montalbetti se acerca a un sentimiento tragicรณmico, cercano a Beckett o a Varela, donde la conciencia del dolor lo vuelve un poco mรกs soportable: โ€œy emergemos perplejos y emergemos hastiados / de tanto hablar en lenguas / pero igual gracias por preguntarโ€, โ€œme enterarรฉ en su momento si todos estos procesos / interiores / valen la pena / o si son simplemente inevitablesโ€. El ritmo circular del libro anterior tambiรฉn estรก presente en este, por fรณrmulas que se repiten en casi todos los poemas, y por โ€œla curiosidad por no saber si este es / el comienzo o el final del viajeโ€.

El Montalbetti de Llantos Elรญseos da paso, con su asumida incertidumbre, al de Cinco segundos de horizonte (2005), libro escrito casi por completo en grandes bloques de versรญculos que recuerdan a las Galaxias de Haroldo de Campos, y en el cual se aborda la misma obsesiรณn por el lenguaje desde una tesitura geomรฉtrica, llena de repeticiones, pausas que simulan la conversaciรณn y gestos culteranos que obedecen a una nueva forma de pensar el lenguaje: si en sus dos libros anteriores el desierto era la escritura misma, en este se presenta como la imposibilidad de entenderse por completo. Una vez lanzada la intenciรณn de comunicar, โ€œalgoโ€ nace entre las fronteras del acto comunicativo: en palabras del poeta es โ€œalgo que sobrevive, una tercera cosa, y una inconsolable felicidadโ€. Tendremos que vivir con la incertidumbre, pero encontraremos un profundo placer en la interpretaciรณn. El lenguaje es un revรณlver para dos (2008) abunda claramente sobre dicho hallazgo. Este pequeรฑo libro representa un descanso entre volรบmenes mรกs experimentales, un regreso a los territorios formales que el peruano domina mejor y, por lo tanto, un texto donde se encuentran tanto el รกnimo unitario que define su poesรญa de madurez como el carรกcter gnรณmico y casi aforรญstico de sus dos primeros libros. Donde antes abogaba por una estรฉtica del silencio, del desierto y de la negaciรณn, ahora se da cuenta de que โ€œcallar es como raparse la cabeza: / el pelo vuelve a crecerโ€ e infiere, en una formulaciรณn que igual podrรญa ser de Wittgenstein o de Beckett, que โ€œdecir poquรญsimo, decir lo mรญnimo / que uno puede decir, / eso es lo que nos permite decir algoโ€.

Los libros que siguen a El lenguaje es un revรณlver para dos, acaso el mejor punto de entrada para quien se quiera acercar a Montalbetti, muestran diferentes estrategias para decir โ€œlo mรญnimo que uno puede decirโ€, sea desde el versรญculo que integra una voz narrativa y cotidiana (Ocho cuartetas contra el caballo de paso peruano, 2008), desde la deconstrucciรณn minuciosa de sรญmbolos culturales (Apolo cupisnique, 2012) o a partir del desmenuzamiento radical de un solo momento [Simio meditando (ante una lata oxidada de aceite de oliva), 2016]. Este รบltimo libro se acerca de nuevo a la voz comprimida y abstracta donde mejor florece la escritura del autor, usando estrategias cercanas a Wallace Stevens o a la language poetry norteamericana para generar el sentimiento de โ€œun instante terroso de atenta incomprensiรณnโ€. Sugiere una relectura de los valores escriturales de Montalbetti, usando su imaginario acostumbrado (el desierto, la ciudad contrastada con la naturaleza, las particularidades de la cultura peruana) para cuestionarse a sรญ mismo: โ€œen una traducciรณn de lengua a cosa / el tiempo no es un desiertoโ€; โ€œel รบnico homenaje del lenguaje a este mundo / es llorar a destiempoโ€; โ€œno hay nada innecesario en un rรญo / es mรญnimoโ€. Y al final, sin embargo, de toda esa sesuda indagaciรณn, lo que queda de la voz poรฉtica es un simio que resiste por medio de la simple presencia en el aquรญ-ahora: โ€œcaigo de las copas / y lo expreso cayendo de las copas de los รกrbolesโ€ (407); โ€œhe renunciado a mis privilegios: / me rascoโ€.

Esta reuniรณn de poemarios no es, al final, la historia de una derrota ante la enormidad del lenguaje, ni una simple resignaciรณn, sino el encuentro con una clave meditativa: frente a la angustia que provoca lo que no podemos conocer, nuestro รบltimo recurso, nuestro acto de resistencia, es expresar esa misma angustia. La poesรญa, crรญtica en su naturaleza, es el lugar privilegiado para este acto: el lenguaje poรฉtico no se rige por las leyes del tiempo y del espacio, sino que crea las propias, y obliga al intรฉrprete a seguirlas. Leer esta poesรญa reunida de Mario Montalbetti, que agrega Simio meditando… y algunos poemas inรฉditos a los contenidos de la ediciรณn publicada por Aldus en 2013, nos recuerda esa posibilidad. En una circunstancia como la de la poesรญa mexicana, tan asediada por congregaciones, manifiestos y academias que empaquetan la continuidad de una tradiciรณn estรกtica y arbitraria, recibir la publicaciรณn de un libro como este es un respiro de aire fresco. Lejos de mรญ decirles nos recuerda que la poesรญa, mรกs allรก de cualquier agenda o intenciรณn, puede ser una manera de cuestionar nuestro lenguaje, nuestras ideas preconcebidas y, en consecuencia, nuestra propia humanidad. ~

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(Naucalpan, 1994) escribe poemas y ensayos. Su primer libro, Fracciรณn continua, fue publicado por el FOEM en 2022.


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