Por ella y por todos sus compaƱeros

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SĆ²nia HernĆ”ndez

El lugar de la espera

Barcelona, Acantilado, 2019, 176 pp.

Se dice con frecuencia que somos autores de nuestro propio Ć©xito, pero la culpa de los fracasos siempre es de alguien mĆ”s. Javier estĆ” decidido a demostrarlo con una denuncia legal que interpone contra sus padres. La acusaciĆ³n es por no haberlo preparado durante la infancia para lo que le esperaba en la adultez. TambiĆ©n planea iniciar un proceso judicial contra el Estado, responsable Ćŗltimo de la integridad de los ciudadanos, pues este no velĆ³ por su seguridad. Javier no puede aceptar que el ser humano se halle solo y tenga tanto poder para destruirse a sĆ­ mismo. Considera que lo ocurrido en su vida es un atropello parecido a la desapariciĆ³n forzada y ha llegado a creer que el juez espaƱol Baltasar GarzĆ³n podrĆ­a defender su caso. Malva, por su parte, piensa que algĆŗn dĆ­a volverĆ” a actuar. Debido a una condiciĆ³n mĆ©dica que la dejĆ³ incapacitada, pasĆ³ de ser la estrella de la serie mĆ”s popular de la televisiĆ³n espaƱola a mesera en un restaurante. Vassili podrĆ” realizar en un determinado momento su primera exposiciĆ³n de arte contemporĆ”neo, inspirado en un encuentro azaroso con Gabriel Orozco, a quien desearĆ­a como invitado en la inauguraciĆ³n. Sergio asegura que en el futuro Ć©l tambiĆ©n harĆ” algo importante, notorio y Ćŗtil para los demĆ”s. Le gustarĆ­a luchar contra el capitalismo.

Aunque sus deseos podrĆ­an parecer los de unos niƱos que sueƱan con aquello que serĆ”n de grandes, los anteriores ejemplos corresponden a las aspiraciones de unos adultos espaƱoles que maduraron creyendo que si colaboraban con las ONG, aprendĆ­an a reciclar y evitaban los aerosoles solucionarĆ­an los problemas del mundo que iban a heredar. ā€œLa democracia y la ConstituciĆ³n, que nacieron casi a la vez que nosotros, nos decĆ­an que todo el mundo tenĆ­a derecho a ser lo que se le antojara. Toda la sociedad estaba de acuerdo, conjurada para preservar nuestros deseos y nuestras ilusiones. ƍbamos a ser lo que quisiĆ©ramos. Por eso nos preguntaban constantemente quĆ© querĆ­amos ser de mayores.ā€

En El lugar de la espera, el libro mĆ”s reciente de la catalana SĆ²nia HernĆ”ndez (Terrassa, 1976), estos personajes orbitan alrededor de una voz en primera persona del plural, que habla en nombre de todos. Por ella y por todos sus compaƱeros. Desde el principio, cuando este coro nos cuenta acerca de la obra de teatro que en conjunto habrĆ” de escribir para el regreso a los escenarios de la actriz, hasta las Ćŗltimas lĆ­neas del libro, donde estamos ante la instalaciĆ³n artĆ­stica de Vassili, compuesta por objetos del grupo a manera de escombros, lo Ćŗnico que sabemos es que el resto de los planes habrĆ”n de materializarse dentro de dos aƱos. ĀæY mientras tanto? Esperar.

Al igual que ciertos personajes de Robert Walser, los de HernĆ”ndez ponen el tiempo en suspenso, lo detienen. Como los alumnos del Instituto Benjamenta, que aparecen en Jakob von Gunten, saben ā€œuna sola cosa precisa; Ā”esperamos! Este es nuestro Ćŗnico valorā€. Sus acciones se encuentran en un estado latente, liminal, en el que no terminan de ocurrir. Todos ellos se muestran a la expectativa de una seƱal que les indique el momento justo para actuar o para tomar la decisiĆ³n que orientarĆ” sus vidas. ā€œEl tiempo solo es representable por medio del movimiento ā€“seƱalĆ³ el filĆ³sofo Avicenaā€“; cuando no se advierte ningĆŗn movimiento, no se advierte el tiempo.ā€ Esa misma indeterminaciĆ³n caracteriza al espacio de esta historia. El lugar que ocupan los personajes es simbĆ³lico, ninguno de ellos estĆ” en ningĆŗn sitio en concreto, real o imaginario.

ā€œAlgunos de nosotros debemos seguir escribiendo e inventando historias para que no nos alcance el silencio del que puedan nacer las palabras que dirĆ”n todo aquello de lo que no queremos hablarā€, confiesa esta voz grupal que busca, a toda costa, esconderse. En ese sentido, la estructura de esta novela parece ajustarse a lo que Roberto Calasso llamĆ³ la ā€œchĆ”chara laberĆ­nticaā€, una estrategia narrativa, habitual en Walser, en la que el autor buscaba ocultarse a sĆ­ mismo en su propia escritura. La charla sobre temas sin importancia adquiere en la novela la forma de una conversaciĆ³n interminable que revela cosas significativas en eso que calla.

Un diĆ”logo sostenido entre una mujer y un hombre interrumpe cada tanto la perorata y amenaza con poner al descubierto eso que nadie quiere decir. La intervenciĆ³n de ambos personajes delata a veces los miedos concretos de la que se suponĆ­a iba a ser la ā€œgeneraciĆ³n mejor preparada de la Historiaā€, esa que conforman adultos precarizados y frustrados respecto a sus propias expectativas. En cualquier momento, la novela podrĆ­a llegar a contar lo que en realidad importa y construir una historia ā€œde las que de verdad interesanā€. AsĆ­ parece sucederle a NoĆ©, un personaje que a propĆ³sito no habĆ­a mencionado. Nacido como Noelia, decide vivir como hombre. No habla de proyectos ni de lo que vendrĆ” y reivindica la importancia de vivir en el presente. Cree que cualquiera puede conseguir lo que pretende si pone suficiente esfuerzo en la tarea, si se resiste a la inmovilidad. Su trabajo es buscar gente extraviada y su mayor miedo es que algĆŗn dĆ­a deba averiguar dĆ³nde quedĆ³ alguno de sus amigos. De todos es el menos perdido y el resto de los personajes lo considera un ejemplo a seguir. Y sin embargo ahora, por una ironĆ­a del destino, se enfrenta a una enfermedad propia del gĆ©nero que decidiĆ³ asumir.

Es sabido que SĆ­sifo fue condenado a empujar, una y otra vez, una enorme roca cuesta arriba por una montaƱa. Al descubrir la inutilidad de aquel acto absurdo, el hĆ©roe advirtiĆ³ que la lucha misma por ejecutarlo bastaba para llenar el corazĆ³n de los hombres. En nuestro caso convendrĆ­a aceptar tambiĆ©n el sinsentido de los tiempos actuales, darle la vuelta al hecho de que nadie espera nada de nosotros y simplemente vivir. ā€œSi somos capaces de encajarlo todo en su sitio, encontraremos el significado. Tiene que haberloā€, intentan convencerse todos los personajes de esta historia. La novela de HernĆ”ndez es tan solo un llamado de atenciĆ³n. ~

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es periodista y editora de Pinche Chica Chic, fanzine sobre moda y humor


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