Los dioses se rindieron

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Rita Indiana

Hecho en Saturno

MƩxico, OcƩano, 2018, 194 pp.

Hemos llamado Ć©pocas doradas a los periodos de mayor esplendor y florecimiento histĆ³rico. Tiempos en los que hubo abundancia, justicia y bondad. La facilidad con la que el algoritmo de Google completa bĆŗsquedas sobre la edad de oro ā€œdel cine mexicanoā€, ā€œde la microbiologĆ­aā€, ā€œde la piraterĆ­aā€ y ā€œdel capitalismoā€ hace ver que cualquier campo del conocimiento o sistema social ha tenido un momento de gloria que ya no es el actual. La referencia tiene su origen en la mitologĆ­a clĆ”sica. El griego HesĆ­odo y el latino Ovidio identificaron los ciclos por los que ha pasado la humanidad desde su creaciĆ³n. A una de esas etapas la llamaron la Edad de Oro: Saturno gobernaba los cielos y en la Tierra reinaba la igualdad entre los hombres durante una primavera perpetua. Visto el presente como un momento de decadencia, cualquier tiempo pasado siempre serĆ” mejor.

En su mĆ”s reciente novela, Hecho en Saturno, Rita Indiana (Santo Domingo, 1977) se resiste a esta idea del paraĆ­so perdido. En las primeras pĆ”ginas, el protagonista Argenis Luna recuerda un juego de su infancia, en el que participaban su hermano y su padre. A partir de una letra del abecedario elegida al azar, el hermano debĆ­a ponerse de pie y responder con el nombre de algĆŗn lĆ­der y su aportaciĆ³n revolucionaria. Si se quedaba callado o a la mitad de su respuesta recibĆ­a una reprimenda frente a su familia. La escena lleva a Argenis a preguntarse: ĀæquiĆ©nes son ahora esos niƱos marcados por la pasiĆ³n ideolĆ³gica de sus padres?

Como joven artista plĆ”stico que, debido a su endeble salud mental, se encuentra retirado de los lienzos, el protagonista de Hecho en Saturno concentra la historia reciente de aquellos paĆ­ses que, durante el siglo XX, vivieron bajo la promesa de un mundo mejor. Argenis llega a Cuba enviado por su familia, con una caja grande de Zucaritas y una botella de ron de regalo, para tratar su adicciĆ³n a las drogas en La Pradera, un hospital de cinco estrellas, orgullo de la creciente industria cubana de turismo. Un conocido de su padre, el doctor Bengoa, lo recibe y le aclara que su estancia en ese lugar ā€“al que solo tienen acceso los extranjerosā€“ estĆ” justificada no por los dĆ³lares pagados por su progenitor, sino por los mĆ©ritos revolucionarios de este. JosĆ© Alfredo Luna fue un militante de izquierda durante la dictadura de JoaquĆ­n Balaguer en la RepĆŗblica Dominicana, entre 1960 y 1996, pero ahora contiende por un puesto polĆ­tico y es el favorito segĆŗn las encuestas.

Hijo de la revoluciĆ³n fallida, Argenis comienza asĆ­ su camino de maduraciĆ³n para desmarcarse de la sombra paterna y ocupar el sitio que le corresponde en el mundo. La novela de Indiana retrata esa generaciĆ³n con padres militantes y que para este momento ha llegado a la mediana edad: individuos conscientes y contentos con las luchas violentas que los precedieron, pero sin Ć”nimos de perpetuarlas. ā€œAgradecida de sus privilegios, sin contradicciones ni excusas, esta era la nueva nobleza dominicanaā€, reflexiona el protagonista mientras observa a sus compaƱeros de mesa en un reencuentro con hijos de los miembros del Partido de la LiberaciĆ³n Dominicana, el mismo que negociĆ³ con un dictador para ganar sus primeras elecciones en el 96.

Dioradna y Fifo, por ejemplo, dejaron de ser aquellos miembros de Greenpeace que recolectaban firmas en la calle por causas ambientalistas y ahora son funcionarios del gobierno que prefieren hablar primero de arte contemporĆ”neo que de polĆ­tica. Ernesto, el hermano de Argenis, olvidĆ³ los nombres de los guerrilleros y la letra de ā€œPlaya GirĆ³nā€ de Silvio RodrĆ­guez, y ahora viste de Prada y trabaja detrĆ”s de un escritorio cubierto de fĆ³lders y papeles en su oficina con muebles de Le Corbusier. El propio Argenis, ataviado con el traje blanco hecho por el sastre de su padre, se siente sano y limpio, ā€œcomo si un detergente invisible lo hubiera sacudido por dentroā€.

Hecho en Saturno es su segundo libro sobre Argenis Luna, despuĆ©s de La mucama de OmicunlĆ© (PerifĆ©rica, 2015), donde aparece como un personaje secundario que vive con su madre y que trabaja en una lĆ­nea de telĆ©fono psĆ­quica bajo el nombre de Psychic Goya, mote que adquiriĆ³ en la escuela de artes por sus aires de gran pintor incomprendido en un tiempo inclinado hacia el arte conceptual. En esta segunda entrega, adquiere protagonismo y de algĆŗn modo se redime. La propia autora ha declarado que en el Ćŗltimo volumen de la trilogĆ­a Argenis tendrĆ” otro nivel de conciencia.

En comparaciĆ³n con sus novelas anteriores, mĆ”s experimentales, abundantes en personajes y tiempos, con un mayor regodeo en el lenguaje caribeƱo, Indiana deposita el peso de Hecho en Saturno en el poder de una historia bien contada de principio a fin, basada en una estructura lineal, en la que cada escena conforma un acontecimiento narrativo diseƱado para producir cambios progresivos en la vida de un solo personaje principal. Si la intenciĆ³n de Argenis es descubrir quiĆ©n es ahora ese adulto marcado por la pasiĆ³n ideolĆ³gica de su padre, la escritora demuestra su oficio con suficiencia al ponerle las pruebas necesarias para que se manifieste su verdadera naturaleza. En el camino aparecen algunas aliadas, las mujeres de su vida. La tĆ­a Niurka, que le compra un boleto de vuelta a Santo Domingo; la abuela Consuelo, que se aparece en su cabeza cada determinado tiempo, quitĆ”ndole los negritos al arroz y diciĆ©ndole que existen dos tipos de personas: los que lo limpian y los que se lo comen, Ć©l no sabe si los granos o el mundo. Vantroi, un travesti adicto a mtv y a Janet Jackson, que lo pone nuevamente en el camino. Y Susana, una estudiante de historia del arte que tambiĆ©n limpia casas, de la cual Argenis se enamora.

En la mitologĆ­a romana, Saturno, desconfiado de que sus hijos le roben el trono como soberano del universo, tal como Ć©l hizo con Urano, su propio padre, decide devorarlos a todos conforme van naciendo. Pero uno se salva de sus fauces, JĆŗpiter, quien hace justicia a sus hermanos, al enfrentarse a aquel, y, despuĆ©s de hacerlo vomitar a todos ellos, lo destierra del cielo. Ese es el mito con el que comienza la Edad de Plata. Indiana parece decirnos que llegamos tarde al tiempo sagrado de los dioses y los hĆ©roes, no asĆ­ al de los seres humanos. Se estĆ” a tiempo. ~

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es periodista y editora de Pinche Chica Chic, fanzine sobre moda y humor


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