Vaca nocturna

El exigente y original slow cinema de la directora estadounidense Kelly Reichardt despierta entusiasmo entre los crรญticos.
Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Una constelaciรณn de mujeres ha irrumpido naturalmente en un firmamento fรญlmico en el que fueron largo tiempo estrellas fugaces. De las mรกs recientes, el nombre de Kelly Reichardt es el que mayor entusiasmo despierta en los รกmbitos de La Internacional Cinรฉfila, organismo, crรฉase o no, existente (con 161 miembros, entre crรญticos, cineastas, fans y programadores) y adjudicador todos los aรฑos de un premio a la mejor pelรญcula; en 2020 lo ganรณ con First cow Reichardt, de quien yo apenas habรญa oรญdo hablar, sin conocer nada firmado por ella. En tres meses del presente aรฑo, marzo, abril y mayo de 2021, y gracias a Movistar, a una mano amiga que tiene acceso a Filmin y Criterion, y a un DVD comprado directamente, he podido paliar esa laguna en espera del anunciado y por fin producido estreno espaรฑol de First cow. No se trata, para mi gusto, de su mejor pelรญcula, un rango que le doy, hasta el momento, a la mรกs redonda Certain women: vidas de mujer (2016), pero el hecho de verla en pantalla cinematogrรกfica y su peculiar acento animalista hacen que sea lรณgico empezar con ella este repaso a seis de sus ocho largometrajes.

Reichardt cultiva los paisajes campestres de su Oregรณn natal y le gustan la nocturnidad, las largas caminatas, las vรญas de tren que no siempre conducen a alguna parte, encontrando las relaciones de amistad mรกs intensas que las de amor; estรก claro que ella misma ama especialmente a los perros. La ya citada Certain women estรก dedicada a su perra, asimismo coprotagonista de Wendy and Lucy (2008), que bรกsicamente contaba la peripecia de Lucy perdida y reencontrada en un extrarradio de Portland, Oregรณn. En este filme se halla una de las escenas mรกs potentes, en su muda intensidad, del cine de Reichardt, la visita de Wendy, interpretada por Michelle Williams, a la perrera municipal en busca de la desaparecida Lucy: los travellings en paralelo sobre los cubรญculos de esas criaturas abandonadas o enfermas, anhelantes unas, indiferentes otras, es la suma de una poรฉtica en la que los animales (en su cine hay tambiรฉn bรบhos, canarios, rumiantes, potros y algรบn que otro asno) son los animadores de la naturaleza, sus oficiantes secretos, a veces muy mimados por sus dueรฑos, a los que obedecen sin acabar de entenderlos.

First cow es descrita como western o protowestern, y lo es, sin necesidad de cuatreros, de indios emplumados y pintados de guerra, sin la caballerรญa a toque de corneta ni duelos a muerte en las polvorientas calles de un poblado. Se busca oro, eso sรญ, y se encuentra de un modo fortuito; hay unos exquisitos y acaudalados aristรณcratas ingleses que comercian con pieles de castores, y un desenlace elรญptico ademรกs de oscuro: ya hemos dicho que Kelly Reichardt es una artista que se siente a sus anchas al ponerse el sol. La noche cerrada le quita claridad al plano final de First cow, dรกndole su resonancia metafรณrica mรกs que enigmรกtica, y en el que se considera su western primordial, Meekโ€™s cutoff (2010), las lamparillas que guรญan a los colonos en su caravana errante no son ni ambientales ni ornamentales; fundamentan una veladura que incluso se manifiesta en los tocados, un tanto monjiles, de las mujeres de la expediciรณn.

Aunque su mejor trabajo sea, en mi opiniรณn, el conglomerado de historias femeninas independientes unas de otras de Certain women, en el relato global de Reichardt hay una tendencia evidente a la nociรณn de grupo y a los destinos o actos compartidos. ยฟVale la pena sostener todo un filme, su segundo largometraje Old joy (2006), en la excursiรณn dialogada de dos amigos a una fuente de aguas termales, sin que lo dicho en las parrafadas adquiera cuerpo o atraiga la atenciรณn? Los itinerarios, las salidas mรกs que las bรบsquedas, es lo determinante, pero Reichardt no siempre encuentra, me parece, la clave de su enigma; es una directora extraordinariamente dotada para las metรกforas de poca palabrerรญa, si bien el verso blanco mรกs de una vez se le queda en prosa algo rudimentaria que corre el riesgo de la banalidad. ยฟImprovisaciรณn, o gran soberbia artรญstica que confรญa en el poder hechizante de una nada figurativa? Es cierto que al menos 160 cinรฉfilos repartidos por todo el mundo la corroboran.

A Reichardt, que a mi juicio se mueve con mรกs artisticidad en lo domรฉstico y lo someramente observado, tambiรฉn sus entusiastas acรฉrrimos, de los que yo aรบn no formo parte, la magnifican con la lente de la polรญtica, en funciรณn sobre todo de su antepenรบltimo filme, Night moves (2013), centrado en el acto de sabotaje terrorista de un grupo de jรณvenes entre el sectarismo y el ecologismo. Interpretada por actores de moda celebrados (Jesse Eisenberg, Dakota Fanning, Peter Sarsgaard), Night moves tiene, despuรฉs de un sugestivo inicio en una sauna privada de mujeres que se desnudan tal vez como purificaciรณn u ofrecimiento, un muy largo y moroso trรกmite previo a la voladura de una presa daรฑina en un bello paraje. Y los saboteadores son un grupo radical sin filiaciรณn concreta, no pertenecientes a la categorรญa de los conspiradores paranoicos o alegรณricos que tanto misterio le daban, por ejemplo, a la trama de los de Paris nous appartient (Parรญs nos pertenece, 1960) de Jacques Rivette, o a los oponentes (con impermeable todos) de unas fuerzas invasoras en la extraordinaria producciรณn argentina de Hugo Santiago Invasiรณn (1969), con argumento de Borges y desarrollo literario de Bioy Casares. Lo que sรญ tiene fascinaciรณn es la propia escena que antecede a la voladura, navegando los terroristas en una lancha en mitad de la noche, lo que una vez mรกs potencia la vena noctรญvaga de Kelly Reichardt.

Pero volvamos ahora a First cow. La pelรญcula, que es larga, tiene cuarenta primeros minutos de proemio que uno no sabe adรณnde le lleva; la persecuciรณn de un huido es el tema, que al espectador que soy le resultรณ insuficiente dramรกticamente o superfluo. Hasta que llega la primera vaca jamรกs vista. La vaca es, junto con los caballos de la granjera lesbiana del tercer y mejor sketch de Certain women, el mamรญfero descollante en una galerรญa de tanto relumbre zoolรณgico. La vaca mira a la cรกmara porque en ese รกngulo estรกn los dos amigos, el pastelero aprendiz Cookie (John Magaro) y el emigrante asiรกtico King Lu (Orion Lee), que han descubierto en ella una fuente de riqueza y prestigio incomparables. La acciรณn de la pelรญcula se sitรบa en 1820, antes pues de que Estados Unidos se enfrentara en una guerra civil, y estando presente en el filme el motivo de las tribus nativas desplazadas, el del colonialismo y el del capitalismo, lo que transforma la economรญa (y cambia la vida) de los dos amigos de ocasiรณn es la vaca; no daremos detalles, para no arruinar la genuina emociรณn narrativa que la pelรญcula de Reichardt adquiere con el primer ordeรฑe clandestino.

La fรกbula que se desarrolla a continuaciรณn es un canto a la artesanรญa y al ingenio humano, y aun siendo su final infeliz la enseรฑanza la condensa con elocuencia King Lu cuando le dice a su compinche Cookie: โ€œUna vez vi a un hombre pagar cinco lingotes [de oro] por un tenedor roto.โ€ La propia Kelly Reichardt, en una entrevista en Film Comment de marzo/abril de 2020, amplรญa conceptualmente la moraleja: โ€œLo que necesitas o deseas tiene valor.โ€ A esa categorรญa de lo nuevo desconocido pero valioso entra ya a formar parte el muy original y exigente slow cinema de la directora estadounidense. ~

+ posts

Vicente Molina Foix es escritor. Su libro
mรกs reciente es 'El tercer siglo. 20 aรฑos de
cine contemporรกneo' (Cรกtedra, 2021).


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: