ยฟCuรกl es la situaciรณn actual de la izquierda que respaldรณ a Hugo Chรกvez y Nicolรกs Maduro, artรญfices de la peor crisis de la historia venezolana? La interrogante tiene una dimensiรณn de cara al presente y otra de cara al futuro. Si bien los partidarios de la revoluciรณn bolivariana se debaten hoy entre la nostalgia, la rebeldรญa, el silencio o el dogmatismo, por lo menos la revoluciรณn sigue en pie. ยฟQuรฉ podrรญa pasar en una hipotรฉtica democracia despuรฉs del chavismo-madurismo?
Comencemos por el presente. En las filas de los nostรกlgicos destacan exministros como Ana Elisa Osorio, Jorge Giordani y Hรฉctor Navarro. Aรฑoran los tiempos de Hugo Chรกvez, dotado de una chequera alimentada por los altos precios del petrรณleo que prometรญa el viejo sueรฑo criollo de โa cada quien su gotita de oro negroโ. El caudillo repartiรณ renta sin polรญticas pรบblicas sensatas y favoreciรณ alianzas con gobiernos extranjeros a partir del abundante dinero disponible en las arcas del Estado. No solo figuras del entorno del โcomandanteโ sino parte de su base electoral se sostiene tambiรฉn de esta aรฑoranza.
Los disidentes han sido mรกs crรญticos que los nostรกlgicos. Comparten con estos la asimilaciรณn a regaรฑadientes de la derrota del socialismo real del siglo XX, amรฉn de las apuestas por una โrevoluciรณn pacรญficaโ (a despecho del fuerte ingrediente militarista del chavismo) y por la hegemonรญa comunicacional, educativa y cultural. Todos respaldaron las siguientes ideas: una oposiciรณn domesticada y sin camino efectivo al poder dada la popularidad del caudillo, una iniciativa privada vigilada, controles de precios y la prohibiciรณn de la libre convertibilidad de la moneda. Tres ejemplos de esa disidencia son Nicmer Evans, Miguel Rodrรญguez Torres y Luisa Ortega Dรญaz. Evans, intelectual fundador del movimiento Marea Socialista y directivo del sitio web Punto de Corte, ha formado y mantenido una oposiciรณn activa contra el madurismo. Miguel Rodrรญguez Torres, ex ministro del Interior y Justicia y fundador del Movimiento Amplio Desafรญo de Todos, es un preso del gobierno. Por su parte, la antes fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Dรญaz, ha denunciado las constantes violaciones a la Constituciรณn desde 2017. Estas y otras personas han enfrentado el actual autoritarismo con resonancias estalinistas y hecho frente comรบn con la oposiciรณn.
Los silenciosos se alojan en las bases intelectuales, estudiantiles, artรญsticas y feministas del chavismo; perderรญan el sentido de sus vidas al renunciar a sus aspiraciones utรณpicas. Se decantan por la desapariciรณn del Estado, la superaciรณn de la propiedad privada, la eliminaciรณn del colonialismo occidental, el fin de la familia burguesa. Unos son mansos cuales franciscanos, otros desean el fuego purificador de la violencia revolucionaria. Forman parte de los huรฉrfanos de las revoluciones del siglo XX y creen que, ante el pecado representado por el capitalismo, el infernal socialismo madurista es el mal menor. Tratan de seguir, si es factible, con sus proyectos culturales, sociales o polรญticos como si la hecatombe ocurriera en otro lugar. No defienden ni atacan en pรบblico al rรฉgimen y se abstienen o anulan su voto en las elecciones.
Los dogmรกticos estรกn en las altas esferas, sobre todo en la espuria Asamblea Nacional Constituyente, y en las bases y cuadros medios del Partido Socialista Unido de Venezuela y del Partido Comunista. Venezuela es la Cuba del bloqueo, el Chile de Allende, la vรญctima de los medios de comunicaciรณn transnacionales. Hablan de la gloriosa revoluciรณn bolchevique; de Cuba, el territorio liberado; de China, patria de Mao Zedong. La verdad es que detrรกs de tanta epopeya olorosa a naftalina roja se esconde una realidad vulgar: Hugo Chรกvez y Nicolรกs Maduro dilapidaron alrededor de un billรณn de dรณlares de renta petrolera, ademรกs de una cantidad similar proveniente de los impuestos en medio de una corrupciรณn administrativa sin medida. Con semejante caudal monetario Venezuela deberรญa haberse convertido en una potencia regional con los mejores รญndices de desarrollo humano en lugar de estar sumida en una catรกstrofe.
La revoluciรณn bolivariana es un fracaso mรกs de los tantos de la izquierda de inspiraciรณn marxista, que de igual modo fallรณ en la Uniรณn Soviรฉtica, China, Cuba, Europa del Este y Corea del Norte. La ingenierรญa social ejercida por un Estado todopoderoso deviene en tiranรญa. Venezuela es un epรญgono cuyos costos humanos y econรณmicos ponen en duda la lucha contra el neoliberalismo, que es la causa de la izquierda desde la caรญda de la urss. Los gobiernos de Brasil, Ecuador, Chile, Bolivia, Nicaragua y Uruguay, parte de la โmarea rosadaโ, fueron sensatos: no tocaron las reformas que eliminaron la inflaciรณn, no optaron por los controles de precios y permitieron la libre convertibilidad de la moneda.
De la izquierda venezolana quedan cenizas que apestan a tortura, hambre y ruina, las mismas cenizas de 1989, cuando cayรณ el Muro de Berlรญn. Estamos esperando de sus miembros mรกs honestos la asunciรณn de su responsabilidad, de su complicidad con la maquinaria de muerte en la que se convirtiรณ la revoluciรณn bolivariana. Estamos esperando tambiรฉn que reconozcan que el artรญfice mayor fue Hugo Chรกvez.
Pasemos del presente al futuro: si se instaura una democracia, ยฟcuรกl es el proyecto por el que se lucharรก? ยฟEl de la Constituciรณn aprobada en 1999? ยฟUn nacionalismo fundado en el culto a la personalidad del difunto lรญder? ยฟMovimientos sociales como los del Foro de Sรฃo Paulo? ยฟSe insistirรก en la superaciรณn del capitalismo desde la perspectiva marxista? Considerando la magnitud del desastre y las violaciones atroces a los derechos humanos, la supervivencia ideolรณgica no serรก fรกcil, hasta por รฉtica.
La izquierda de mi paรญs abre una reflexiรณn sobre la izquierda de filiaciรณn marxista en general. ยฟCuรกl es el potencial transformador de proyectos que presuponen el fin del capitalismo (entendido como sistema que se extiende a todas las dimensiones de la vida humana)? Puede que el gran dilema estรฉ entre quienes defendemos las libertades individuales, el pluralismo, la alternancia en el poder y los derechos humanos y quienes los impugnan con independencia de su ideologรญa. Es posible que izquierda y derecha sean categorรญas obsoletas. Por ende, el hรญbrido del socialismo autoritario, destructor de la economรญa de mercado y la democracia liberal, que no ofrece mรกs que pobreza y represiรณn, no es ni serรก la alternativa para quienes pensamos en los retos de la polรญtica del siglo XXI porque, en definitiva, se trata de un peligroso anacronismo: Venezuela es la prueba viviente. ~
Escritora y profesora universitaria venezolana. Su รบltimo libro es Casa Ciudad (cuentos). Reside en la Ciudad de Mรฉxico.