En 1945 el cine negro era bastante menos un gรฉnero que un sistema de iluminaciรณn y de encuadre, un tono desesperanzado y una postura cรญnica; la road movie, como una adolescente, apenas comenzaba a mirarse al espejo y comprender que no era un western, que era otra cosa: una mezcla tal vez de primigenia Wanderlust โansia de irse, de recorrer el camino hacia otra parteโ y cine paisajรญstico fascinado por las mutaciones que ocurren del otro lado de la ventana del auto (o diligencia) en movimiento. Detour โdirigida por Edgar G. Ulmer en 1945 y escrita por Martin Goldsmith sobre su novela homรณnima de 1939โ es una pelรญcula litoral, un extraรฑo ejercicio de tensiรณn entre gรฉneros y estilos; es una road movie, es cine negro, es una maligna historia de amor irrealizable y tambiรฉn, jocosamente, una histรฉrica sucesiรณn de mentadas de madre.
La historia es amarga: Al Roberts, pianista en un antro neoyorquino, recibe la noticia de que su novia, Sue, cantante en el mismo local, se irรก a buscar el estrellato en Hollywood. Algรบn tiempo despuรฉs, Al decide ir a alcanzarla a California. Go West, young man, como quiere el lugar comรบn. Se va de aventรณn. A medio camino lo levanta Haskell, un patรกn amable con una cicatriz inquietante en la muรฑeca. Se la hizo, dice, una mujer โโel animal mรกs peligroso del mundoโโ que levantรณ poco antes y con la que quiso pasarse de lanza. Despuรฉs de detenerse en un diner, ese otro hito de la road movie, Al releva a Haskell al volante. A la altura de Arizona Haskell se queda profundamente dormido… o decididamente muerto. Al trata de despertarlo, abre la puerta del copiloto y Haskell cae, golpeรกndose la cabeza con una piedra. Al cree que la muerte ha sido culpa suya; que la policรญa nunca le creerรก que รฉl nada ha tenido que ver; tambiรฉn, que le vienen bien los varios cientos de dรณlares que portaba el difuntito… Oculta el cuerpo; intercambia sus ropas e identificaciones; toma el auto, suplanta su identidad y continรบa el camino a California. Favor con favor pagado, al dรญa siguiente Al levanta a Vera, una chica tambiรฉn en busca de aventรณn. Ha pasado exactamente la mitad de la pelรญcula: 32 minutos. La chica, por supuesto, es la misma que Haskell intentรณ manosear, la misma que lo hiriรณ y la misma que ahora sabe que Al estรก robando una identidad. La espiral que sigue a este encuentro es descendiente: un intento de extorsiรณn, un intento de robo, dos borracheras, dos peleas de pareja que parecen predecir las Escenas de un matrimonio de Bergman y un asesinato. En 32 minutos nomรกs.
รsta es una historia de sueรฑos (americanos) rotos. โDondequiera que vayas el destino te va a meter el pieโ, dice el quejumbroso Al en algรบn momento de su negra narraciรณn en off. Su razรณn es simplona, pero es razรณn. Sue sueรฑa que โla va a hacerโ en Hollywood: meses despuรฉs estรก mesereando; Al sueรฑa que puede cambiar de vida cuando adopte la identidad del muerto ricachรณn: al rato comprenderรก que portar esa identidad es mucho peor que portar la de Al Roberts, pianista en bancarrota; Vera (la enloquecida Ann Savage en un papel rigurosamente intimidante) sueรฑa una transa que la sacarรก de pobre: al dรญa siguiente ese sueรฑo le va a quitar la vida. โYour philosophy stinks, palโ le dice Vera a Al en algรบn punto de su casi matrimonial pelea. Tiene razรณn: la idea del destino destructor apesta en cuando menos dos sentidos: apesta como intento de explicar la realidad y apesta mucho mรกs porque a veces, como en las vidas cruzadas de estos cuatro insulsos, de veras explica la realidad.
Genรฉrica y estilรญsticamente Detour no mira hacia atrรกs o hacia delante sino alrededor. En eso es muy sabia. Toma los recursos que estaba inventรกndose la road movie โy los subleva. รste no es un hombre en el gran paisaje del desierto americano, hombre pequeรฑito y asombrado ante el cuadro enorme, sino una espalda abochornada en medio de la carretera:
Toma tambiรฉn, una vez tras otra, los recursos del estilo expresionista cine negro para colocarse en una tradiciรณn. Si esta imagen no es โcine negro expresionistaโ, por ejemplo, nada en el mundo lo es:
Esta otra imagen deberรญa pertenecer a varias antologรญas de encuadres en el cine negro:
un motelucho, una anforita, una muerta, un arma asesina, un espejo, un hombre al cual el destino acaba de volver a meterle el pie… No era posible saberlo entonces, pero el futuro del cine negro โtoda su desesperanza, su confianza en la destrucciรณn que el universo nos tiene reservadaโ ya estรก adelantado en esa imagen imborrable.
Postscriptum. Como estรก en el dominio pรบblico, Detour se puede ver legalmente en varios lugares de internet. La calidad de la pelรญcula en MPEG2 en Archive.org es muy decorosa: de ahรญ tomรฉ los stills para este texto. Hay que bajarla de acรก: clic.
โ Alonso Ruvalcaba
Escritor. Autor de los cรณmics Gabriel en su laberinto y Una gran chica (2012)