Ultraviolet es un pastiche entre Matrix, Blade, Inframundo y Aeon Flux, por lo que no ofrece novedad ni mucho menos sorpresas. Para colmo, su estética de videojuego recuerda
las dos partes de Resident evil, que protagonizara la misma Milla Jovovich. El filme parece un comercial de tintes para cabello o anteojos, pero más que nada un documental sobre el vientre de Jovovich (lo único notable, sin duda). La historia es intrascendente, al igual que el hecho de que se trate de una cinta futurista de vampiros: lo mismo pudieron ser licántropos que manatíes en peligro de extinción. El director Kurt Wimmer había logrado algo digno con Equilibrium (2002), pero con Ultraviolet se convierte en uno más del montón.
Su libro más reciente es el volumen de relatos de terror Mar Negro (Almadía).