¿Estás harto de la política y sus emisarios? ¿Te sientes cansado de escuchar los mismos discursos trillados de gobernantes y candidatos que no te representan? ¿Anulaste tu voto y descubriste con horror que tu protesta contra la corrupción del sistema solo sirvió para darle más diputados plurinominales al partido Verde? ¿Quieres llamar la atención hacia los temas que realmente le deberían importar a la sociedad? Aquí ,una breve guía, con ejemplos en video de qué hacer y qué no hacer para atraer reflectores hacia tu persona y causa, interrumpiendo los discursos de políticos.
1. No interrumpas a Obama. Interrumpir a un político cuando es impopular puede ayudar a tu causa. Si un mexicano sacara de sus casillas a Donald Trump en un evento, y le tirara el mapache muerto que “The Donald” trae en la cabeza, lanzándole un taco al pastor (con todo), se volvería viral y aplaudido como un campeón de la causa latina en Estados Unidos. Pero interrumpir a un político popular es otra cosa. Vean si no el intento de una activista por llamar la atención de Obama en un evento en la Casa Blanca. El anfitrión, con todo el factor cool de por medio, le dice “No vas a tener una buena respuesta de mi parte si me vienes a gritar así. Respeta mi casa”. Todos aplauden. Joe Biden está feliz. Fin de la protesta.
https://www.youtube.com/watch?v=w71OGC6Jx9w
2. Recuerda que no todo mundo entiende eso del derecho a disentir. Obama y otros gobernantes buena onda te pueden dar chance de echarte tus gritos, escucharte y pedirte amablemente que también escuches. Pero hay otros que, con la pura mirada, te lanzarán encima a los agentes de seguridad para que te echen a patadas. En esos casos, sé prudente y no te resistas. No necesitas convertirte en mártir cuando no entienden que no entienden.
3. Si te pones a alegar, procura tener listos algunos argumentos. A veces lo peor que te puede pasar al interrumpir a un político dando un discurso no es que te ignore, sino que te haga caso, te conteste y te ponga en tu lugar. Ten listos algunos argumentos por si ese es el caso.
4. Si el político al que interrumpes te da la razón, aplica la de: “no me des el avión”. No te conformes con que te digan que están de acuerdo contigo.
5. Entre más lejano sea el evento en lugar y tema a tu causa, más difícil será que generes alguna simpatía. El problema con irte al otro lado del mundo a protestar sobre algo que no tiene nada que ver con el evento, es que nadie te va a entender. Si además interrumpes a alguien que “representa al bien”, las posibilidades de conseguir tu propósito se reducen a cero.
6. De nuevo, no es buena idea interrumpir a Obama. Repito: el hombre es de teflón. De hecho, es muy probable que te conteste algo ingenioso y te haga ver mal.
7. Si vas a lanzar algo, practica un poco primero. No te vaya a pasar como al amigo que decidió lanzarle sus dos zapatos a George W. Bush en Irak, quien al más puro estilo Neo en The Matrix, eludió los proyectiles. Siempre es bueno llevar, en esos casos, un tercer zapato.
8. Si ya burlaste la seguridad de un dictador, arriesgando tu vida, por lo menos que valga la pena lo que vas a decir. Sería terrible repetirlo de este venezolano, quien pasará diez años en la cárcel por interrumpir a Nicolás Maduro para gritar su nombre en un micrófono en medio de su toma de posesión.
https://www.youtube.com/watch?v=3b1xXEFPUtc
9. No insistas. No interrumpas a Obama. ¿No está claro? Aquí otro video de cómo baja el balón como los grandes, con respeto y buen humor. “Estás arruinando mi cierre”, le dice en total buena onda al gritón.
10. Si todo lo demás falla, desnúdate. Nunca falla enseñar tus atributos para llamar la atención, en especial ante un político y una audiencia super conservadora. Aquí un ejemplo de cómo interrumpir con sentido de la estética.
Especialista en discurso político y manejo de crisis.