Londres, 1884. Destacados quรญmicos ofrecen una cena a William Perkin, descubridor de la anilina pรบrpura, uno de los primeros tintes sintรฉticos producidos de manera industrial. Entre ellos se encuentra el escocรฉs Sir William Ramsay, quien ha llegado temprano al evento. Echa un ojo a la lista de invitados. Un nombre extranjero atrae su atenciรณn. Busca entre los pocos asistentes y descubre a un hombre de unos cincuenta aรฑos, cuya cabellera, barba y bigote saltan por todos lados.
Ramsay se aproxima a รฉl e ironiza: โLa noche ha sido todo un รฉxito, ยฟno cree?โ.
โI do not spik Englishโ, advierte el extranjero.
Ramsay insiste: โVielleicht sprechen Sie Deutsch?โ. [ยฟSerรก que habla alemรกn?]
A lo que el hombre de los cabellos indomables y profundos ojoz azules responde: โJa ein wenig. Ich bin Mendelรฉeff”. [Sรญ un poco, soy Mendelรฉyev]
Dmitri Ivanovich Mendelรฉyev entonces le cuenta que su abuelo fundรณ en 1787 la primera imprenta y el primer periรณdico de Tobolsk, en la lejana Siberia cosaca, sitio donde terminaban muchos exiliados polรญticos. โUna ventana de Rusia hacia Orienteโ, la llamaba Pedro el Grande. Fue el รบltimo hijo de una prole de diecisiete, procreados con estoica dedicaciรณn por sus padres, Ivan Pavlovich, director de la escuela secundaria, y Marรญa Korniloff, una belleza tรกrtara. Su padre quedรณ ciego y muriรณ, tuvieron que emigrar a Rusia. Dmitri era dรฉbil, tanto que por su mala salud a los 22 aรฑos de edad le pronosticaron seis meses de vida.
Ramsay, resignado, continรบa de pie frente al profesor. Por el momento no hay nada mejor que hacer que seguir escuchando al estrafalario kalmuc (habitante de la actual Kirgistรกn), quien en su imperfecto alemรกn asegura no haber conocido a ningรบn ruso antes de los 17 aรฑos de edad.
Por fortuna no es un tipo desagradable. De hecho, resulta ser una persona afable y mรกs que interesante para Ramsay. La charla se alarga durante veinte minutos, los cuales, recordarรญa aรฑos mรกs tarde el quรญmico escocรฉs, transformaron su vida. ยฟDe quรฉ hablaron?
De lo que habรญa confeccionado y publicado Mendelรฉyev casi dos dรฉcadas atrรกs: una tabla.
ยฟComo la de Moisรฉs?, bromeรณ Ramsay. โAlgo parecidoโ, respondiรณ Dmitri Ivanovich, โposee la peculiaridad de que, mรกs allรก de los premios y castigos, sรณlo anuncia consecuenciasโ.
Ramsay quedรณ desconcertado. El rector de la escuela de Quรญmica en la Universidad de San Petersburgo no parecรญa un santurrรณn de filiaciรณn ortodoxa. Y, no obstante, hablaba como si estuviera profetizando.
Todo comenzรณ en 1869, cuando publicรณ un libro de texto e hizo saber a la Sociedad Quรญmica Rusa sobre la existencia de un elemento que nadie conocรญa aรบn. โLo he nombrado eka-aluminioโ, aseverรณ ante los colegas estupefactos, โporque a travรฉs de las propiedades del aluminio lo conocerรฉis. ยกId a buscarlo!โ.
Hubo quienes se burlaron: โEste educador ya chocheรณ. Seguramente subiรณ a alguna montaรฑa, creyรณ encontrar certezas imbatibles y ahora quiere dedicarse a evangelizar el mundoโ. Y es que el propรณsito original de Mendelรฉyev era escribir dicho libro de texto para sus alumnos en la universidad, ya que no le satisfacรญa ninguno a la mano. Al llegar al capรญtulo donde debรญa explicar las relaciones entre los elementos se quedรณ en blanco.
Lo que mรกs sorprendiรณ a Ramsay (y calรณ a muchos quรญmicos) fue que sus logros los hizo sin llevar a cabo un solo experimento. El รบnico calor en su oficina no procedรญa de los mecheros transformando sustancias, sino del calentador, su รบnico amigo en Petersburgo capaz de hacerle olvidar el frรญo siberiano que casi lo lleva a la tumba. Cobijado por sus llamas encontrรณ una manera de reunir el sistema de masas atรณmicas relativas de los elementos quรญmicos, creado por John Dalton a principios de ese siglo, con la clasificaciรณn de Lavoisier de 1789. Asimismo, incluyรณ el trabajo de Johan Dรถbernier, llevado a cabo en 1817, donde demostraba la relaciรณn entre la masa atรณmica y sus propiedades. Ademรกs, en 1860 se celebrรณ un congreso crucial al respecto en la ciudad alemana de Karlsruhe. Ahรญ se aceptรณ como cierta la hipรณtesis de Avogadro, mediante la cual era posible calcular la masa molecular de los gases y, por inferencia, la masa atรณmica de todos los elementos.
Con estos antecedentes, tanto Lothar Meyer como Mendelรฉyev, cada uno por su lado, consiguieron reunir los 65 elementos conocidos hasta entonces por orden creciente de sus pesos atรณmicos. Pero, a diferencia de Meyer, Dmitri Ivanovich no se conformรณ con esa primera tabla y se atreviรณ a suponer que habรญa algo mรกs donde no aparecรญa nada. Su aportaciรณn consistiรณ en nunca abandonar la idea de que los elementos faltantes habrรญan de encontrarse en las entraรฑas de la tierra, entre el polvo de combustiรณn de las fรกbricas, flotando en las aguas de rรญos y mares.
Transcurrieron seis aรฑos hasta que, en 1875, un francรฉs llamado Lecoq de Boisbraudran descubriรณ en los Pirineos el elemento que Mendelรฉyev habรญa pronosticado. En efecto, todos los estudios de sus propiedades, asรญ como de su estructura interna mediante espectrocopรญa, mostraron que era similar al aluminio ยกpero diferente! Lecoq lo llamรณ Galio.
Aun asรญ, habรญa quienes se mostraron escรฉpticos. โSuerte de principianteโ, adujeron. Sin embargo, en 1886, y siguiendo las claves anunciadas por Mendelรฉyev, el alemรกn Clemens Winkler hizo nรบmeros respecto del peso atรณmico del nuevo desconocido, quรฉ densidad deberรญa tener, a quรฉ temperatura tendrรญa que hervir, entre otros aspectos bรกsicos. De esta manera encontrรณ el Germanio.
Dos aรฑos mรกs tarde el mundo se habรญa convencido de que el profesor Mendelรฉyev no era un charlatรกn y sus pronรณsticos estaban apegados a un mรฉtodo de raciocinio impecable.
Aquella velada de 1884 en Londres siguiรณ su curso. Perkin le preguntรณ a Ramsay quรฉ le habรญa parecido el extravagante profesor barbado. โEso parece. En realidad es un profeta que vino de Siberiaโ, contestรณ.
Gracias a Dmitri Ivanovich, Ramsay descubriรณ el argรณn, helio, neรณn, kriptรณn y xenรณn, y obtuvo el Nobel en 1904.
escritor y divulgador cientรญfico. Su libro mรกs reciente es Nuevas ventanas al cosmos (loqueleo, 2020).