En las semanas que han transcurrido desde que comenzรณ la invasiรณn de Rusia a Ucrania, el Kremlin ha recibido mucha atenciรณn por bloquear Facebook, Twitter e Instagram. Sin embargo, se ha prestado menos atenciรณn a la guerra que Rusia ha librado durante aรฑos contra las aplicaciones mรณviles de mapas, como Apple Maps y Google Maps. Ahora, esa guerra estรก llegando a un punto crรญtico.
Todo comenzรณ en 2014, cuando el rรฉgimen de Putin invadiรณ y anexรณ ilegalmente la penรญnsula de Crimea. Desde entonces, Moscรบ ha presionado a las empresas extranjeras para que cambien sus mapas y falsamente muestren a los usuarios rusos que Crimea forma parte de Rusia, y no de Ucrania. En respuesta, Google modificรณ los mapas de usuarios dentro de Rusia para mostrar a Crimea como parte de la Federaciรณn Rusa. El resto del mundo vio a Crimea separada del territorio continental ucraniano por una lรญnea de puntos, que denota la clasificaciรณn de Google como โterritorio en disputaโ. Pero las discusiones sobre los mapas no terminaron ahรญ.
En abril de 2015, el parlamento ucraniano aprobรณ una ley que penalizaba el uso de sรญmbolos soviรฉticos y nazis en el paรญs, e iniciรณ el proceso para retirarlos todos; la ley tambiรฉn penalizaba la simpatรญa por el comunismo. Mientras el gobierno ucraniano ponรญa manos a la obra en el espacio fรญsico โpor ejemplo, utilizando una grรบa para retirar una estatua de Fรฉlix Dzerzhinsky, fundador de la Cheka, la policรญa secreta bolcheviqueโ, otros lo hacรญan en lo digital. Luego de que Kiev empezara a cambiar los nombres de las calles y localidades ucranianas segรบn la nueva ley, Google actualizรณ su mapa de Crimea para reflejar esos cambios. El Kremlin enfureciรณ. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificรณ la ley como un uso de “mรฉtodos totalitarios” para atacar “la libertad de prensa, de opiniรณn o de conciencia” y borrar el “pasado heroico del pueblo de Ucrania”. Dmitry Polonsky, vicepresidente del Consejo de Ministros de Crimea, un grupo controlado por el Kremlin desde 2014, llamรณ a las actualizaciones digitales de Google “cretinismo topogrรกfico”. Rusia tiene sus propios servicios de mapas, dijo Polonsky; “no tenemos que usar Google”.
Durante este tiempo, Apple permaneciรณ en gran medida en silencio. En 2014, modificรณ sus mapas tras la invasiรณn rusa para mostrar a Crimea como territorio en disputa para todos sus usuarios, y luego, en noviembre de 2019, actualizรณ los mapas dentro de Rusia para mostrar falsamente a Crimea como parte del paรญs. Bing Maps, por su parte (aunque, por supuesto, ni siquiera es comparable en uso a Apple o Google Maps), seguรญa mostrando globalmente a Crimea como parte de Ucrania. Y como era de esperar, Yandex, el gigante ruso que da servicio de y de bรบsquedas, reflejรณ la falsa postura del Kremlin de que Crimea, invadida y anexionada ilegalmente, formaba parte de Rusia, mostrando claramente este mito con colores brillantes y llamativos.
El pasado mes de septiembre, el Kremlin obligรณ a Google y a Apple, bajo amenaza de violencia fรญsica, a censurar una aplicaciรณn creada por el lรญder de la oposiciรณn rusa, Alexey Navalny, que mostraba a los votantes quiรฉnes eran los aspirantes con mรกs posibilidades de vencer a los candidatos del partido del Kremlin. Luego, en octubre, Moscรบ entregรณ a Google una lista con varias exigencias. Por razones poco claras, como parte de esas demandas, el gobierno ruso dijo que no estaba satisfecho con los mapas de Google y exigiรณ que reflejaran completamente la anexiรณn de Crimea, โalgo que Google ya habรญa hecho en 2015โ lo que sugiere la frustraciรณn del Kremlin ya sea por las otras alternativas de mapas empleadas por los usuarios, o por la decisiรณn de Google de utilizar los nombres de las calles determinados por el gobierno ucraniano. Tras una reuniรณn, la empresa comunicรณ en su blog que cumplirรญa (con cualquiera que fuera el asunto que supuestamente estaba en cuestiรณn), ya que no toma partido en las disputas territoriales (aunque “no tomar partido” es, de hecho, tomar partido).
Poco despuรฉs de que comenzara la guerra de Putin contra Ucrania, Apple cambiรณ la visualizaciรณn del mapa para usuarios fuera de Rusia, mostrando a Crimea como parte de Ucrania, y no como un territorio en disputa, como se representaba anteriormente. Tambiรฉn se ha negado a hacer comentarios sobre su polรญtica actual para los usuarios que abren Apple Maps dentro de Rusia. Mientras tanto, Google sigue mostrando Crimea a sus usuarios de todo el mundo como un territorio en disputa. Lo mismo parece mostrarse a los usuarios dentro de Rusia.
Ademรกs, algunas de estas empresas de tecnologรญa han modificado otras funciones de los mapas. Inmediatamente despuรฉs del ataque ruso de febrero, Google desactivรณ temporalmente las funciones de Google Maps que permiten ver en tiempo real el nivel de trรกfico y de ocupaciรณn de las tiendas, restaurantes y otros lugares en Ucrania. Lo hizo por temor a que las fuerzas rusas explotaran esta informaciรณn para amenazar la seguridad de los ucranianos.
La guerra de Moscรบ contra los mapas mรณviles pone de manifiesto que las empresas pueden necesitar mejores polรญticas para hacer frente a este tipo de acontecimientos. Apple y Google, por ejemplo, parecรญan tener polรญticas claras, aunque jugando con una idea falsa de “neutralidad”, sobre cรณmo seรฑalizar territorios en disputa en aรฑos pasados. Pero cuando el rรฉgimen de Putin iniciรณ una guerra contra Ucrania y los gobiernos occidentales respondieron con una serie de sanciones, Apple decidiรณ que no podรญa seguir mostrando los mapas como lo habรญa hecho. Esto plantea preguntas sobre quรฉ es, en general, lo que impulsa a las empresas a deshacerse repentinamente de la clasificaciรณn de “territorio en disputa” mantenida por aรฑos, y si esas decisiones se basan en polรญticas integrales en lugar de cรกlculos ad hoc. Las empresas de tecnologรญa que gestionan los mapas deben desarrollar mejores planes y polรญticas de contingencia para este tipo de guerras y crisis en el futuro, y averiguar de antemano (al menos en la medida de lo posible) cuรกl es la mejor respuesta para promover la justicia y apoyar a los oprimidos. Los legisladores tambiรฉn deberรญan pensar mรกs en los mapas, asรญ como otras visualizaciones y registros histรณricos en internet, cuando piensen en las operaciones de informaciรณn, los conflictos y el poder de las grandes empresas de tecnologรญa.
Sin embargo, en este momento, Google debe actuar con precauciรณn a la hora de considerar decisiones como la de modificar los mapas visibles para los rusos. Histรณricamente, Google se ha doblegado ante el rรฉgimen de Putin en repetidas ocasiones, desde el cumplimiento de las exigencias de censura de contenidos hasta, absurdamente, la apertura de una oficina local en Rusia en 2021, cuando era poco mรกs que una herramienta de coerciรณn del Kremlin. La modificaciรณn de los mapas dentro de Rusia para reflejar la anexiรณn ilegal de Crimea por parte de Moscรบ es otro ejemplo.
Google debe centrarse en garantizar que YouTube, la plataforma de medios mรกs popular en Rusia, siga siendo accesible para los rusos y, al mismo tiempo, actuar para evitar o mitigar el daรฑo a los ucranianos. El hecho de que Google modifique sus mapas en Rusia para mostrar a Crimea como parte de Ucrania podrรญa ser la gota que derrame el vaso y haga que el gobierno ruso decida bloquear YouTube. Aunque algunos activistas estรกn seguros de que Putin nunca bloquearรญa la plataforma por miedo a enfadar a la poblaciรณn rusa, esa opciรณn no puede descartarse. En las รบltimas semanas, el gobierno ruso ha emprendido una ofensiva sin precedentes contra las plataformas de redes sociales y la sociedad civil rusa.
Putin parece cada vez mรกs paranoico. El censor ruso de internet ha calificado a YouTube como una herramienta de la “guerra de informaciรณn” occidental contra la Federaciรณn Rusa, y el jefe de la agencia de inteligencia britรกnica GCHQ dice que los asesores de Putin le mienten sobre la guerra de Ucrania por miedo a decir la verdad. Mรกs recientemente, el Ministerio de Ciencia y Educaciรณn Superior de Rusia ordenรณ a todas las universidades que migraran sus contenidos de YouTube a los servicios de vรญdeo rusos RuTube y VK Video (este รบltimo gestionado por VK, el “Facebook de Rusia”). Esto puede presagiar nuevos intentos de cortar el acceso de los rusos a YouTube.
Es culpa del gobierno ruso, y solo del gobierno ruso, que Facebook, Twitter y otras plataformas estรฉn bloqueadas en Rusia: el Kremlin tiene autoridad, y el Kremlin tomรณ esas decisiones. Sin embargo, a menudo se subestiman las formas en que las empresas occidentales de internet, al tratar con el rรฉgimen de Putin, pueden enmarcar sus decisiones para azuzar en mayor o menor medida la paranoia del Kremlin, asรญ como su deseo de actuar. En este sentido, hacer todo lo posible para que los rusos puedan acceder a YouTube, ademรกs de trabajar para proteger a los ucranianos de cualquier daรฑo, es importante para la sociedad civil rusa y para quienes se oponen a la guerra.
Se habla mucho de la guerra de informaciรณn en las redes sociales, pero esta se extiende al espacio de los mapas en lรญnea. Aquรญ, las empresas necesitan mejores polรญticas para hacer frente a crisis y eventos. Despuรฉs de todo, los mapas son, en sentido literal, la forma en que la gente ve el mundo en su totalidad.
Este artรญculo es publicado gracias a una colaboraciรณn de Letras Libres con Future Tense, un proyecto de Slate, New America, y Arizona State University.
es estudiante en la universidad de Duke, miembro del Duke Center on Law & Techonology y asociado de polรญticas de ciberseguridad en New America.