De los filmes inclasificables que han pisado la Selecciรณn Oficial del Festival de Cannes, resalta por su intensidad diabรณlica y sus lรญmites ambiguos โrayanos en la demenciaโ, Possession (1981), del polaco Andrzej Zulawski. Extraviada durante aรฑos, durmiendo en el estante de algรบn connosieur de filmes con tipologรญas extraordinarias, objeto inalcanzable incluso para los ejรฉrcitos cibernรฉticos de Amazon.com, omnipotentes para conseguir y enviar, Possession no pierde en vigencia, rigor expresivo e intenciones que de tan ambivalentes rebasaron al propio Zulawski, quien se iniciรณ en los misterios de la direcciรณn bajo la tutela de otro cineasta polaco excepcional, Andrzej Wajda.
La protagonista del filme, Isabelle Adjani, vive con Sam Neill en feliz uniรณn, incluso con un pequeรฑo. Por causas desconocidas, โque Neill atribuye a una infidelidadโ, Adjani se ausenta de la casa de manera intermitente, con la abierta intenciรณn de desaparecer. Y es justo aquรญ donde se abre la secuencia de actos inexplicables que lo mismo beben de la fantasรญa mรกs delirante y la abierta demencia, que del surrealismo urbano a lo Jean Cocteau y su Trilogรญa de Orfeo, y del cine de autor mรกs sustentado en la idea de que el cine no tiene porquรฉ ser explicado. La ciudad de Berlรญn en la pelรญcula, antes de la caรญda del Muro, permanece solitaria en los rodajes exteriores: no cruza un individuo, sea de noche, de dรญa, en la ventana del tren, en cualquier parte. La decoraciรณn de los interiores es mรญnima, apenas una lรกmpara, un asiento. Todo parece salido de una pesadilla.
Neill pierde la salud mental ante la inminencia de su rompimiento matrimonial y golpea a Adjani, con bofetones brutales. Ambos se hieren. Con cuchillos, violencia fรญsica, ironรญas y sarcasmos. Los gritos inundan las secuencias, lo mismo que la sangre y los moretones. La intensidad dramรกtica de la pareja es memorable. Pasados los meses, Neill descubre que su esposa actรบa del modo en que lo hace no por una infidelidad, sino por un intenso deseo de estar sola, pues Adjani se entrega a los placeres carnales con un organismo burbujeante de largos brazos, a la manera de un pulpo, cubierto de una sustancia viscosa y que habita la cama del lugar que ella renta de manera temporal.
Historia detallada de la descomposiciรณn mental de una pareja, asรญ como actuaciรณn magistral, algo olvidada, por parte de dos grandes figuras del cine mundial, Possession es una oportunidad ideal para comprobar cรณmo la paranoia y los misterios del delirio pueden abrir realidades capaces de cohabitar con la realidad tenida por colectiva, por autรฉntica. Ademรกs, los encuadres de Zulawski colaboran con esta trama demente y giran y flotan y terminan por incluir al espectador en esta telaraรฑa de pasiones encendidas a todo fuego.
De particular detalle es la actuaciรณn de Adjani, que se adjudicรณ el Best Actress del Festival ese aรฑo, y un Cesar Award, en Francia, igualmente como Mejor Actriz, al igual que cuando actuรณ en Reina Margot (1994). Adjani sobresale, a todo lo largo del filme, por su lento desfiguro psicolรณgico que desquicia a Neill, quien no puede vivir sin ella. Menciรณn aparte para esa secuencia que se ha vuelto famosa, filmada en el subterrรกneo de Berlรญn, en donde Adjani actรบa un ataque sorprendente, sin mayores efectos visuales, en el cual sรณlo su cuerpo es el medio para convencer a la audiencia. La secuencia es una actuaciรณn ejemplar: apenas con unos calcetines y un vestido infantil, Adjani recrea los procedimientos incomprensibles de la locura desde la cordura, y se arrastra y cae sin vida para levantarse de manera macabra, vomitando y golpeรกndose sin piedad. Finalmente, algunos escupitajos de sangre y de una sustancia amarillenta salen de su cuerpo. Y escribo โsalenโ, porque no es evidente de dรณnde surgen, en lo que la crรญtica ha interpretado como un aborto, a juzgar por la actividad amorosa de la protegonista con el espantajo de organismo que vive en su cama. Esta secuencia se puede ver completa en Youtube; no dura mรกs de siete minutos y tiene como precedente la mirada fija de Adjani en un punto del cielo.
Possession ha generado comentarios, glosas e interpretaciones diversas. Sus actos inexplicables impiden clasificarla y quedarnos tranquilos al colocar la etiqueta. La crรญtica de cine apenas la refiere como un filme particular, aunque jamรกs desestima la actuaciรณn de Adjani. Su misterio, felizmente, se preserva y en cada exhibiciรณn el espectador recibirรก un shock elรฉctrico que tardarรก en olvidar.
โ Luis Bugarini
(ciudad de Mรฉxico, 1978) es escritor y crรญtico literario.