Once escenas para vaciar butacas

Una lista de las diez escenas mรกs incรณmodas en la historia del cine.
Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Dicen por ahรญ (Joyce Carol Oates, para ser especรญficos) que “el arte debe perturbar, despertar las emociones, llevar nuestro entendimiento a lugares no previstos e incluso no deseados.” Para los que gustan de sufrir, existe un cine que se ha encargado de poner al pรบblico en los incomodรญsimos zapatos de sus personajes, una y otra vez. Algunas pelรญculas figurarรญan completas: La pianista de Michael Haneke, Rachel getting married de Jonathan Demme, o la primera mitad de Melancholia de Lars von Trier. La lista es interminable. He aquรญ diez momentos (mรกs un extra) escogidos desde la memoria. Algunos dan pena ajena, otros provocan risa nerviosa, y otros tantos nos han hecho maldecir el dรญa en que decidimos ir al cine acompaรฑados.

 

1.

Celebrity (1998) de Woody Allen

Lecciones de sexo oral

Pedir ayuda nunca es fรกcil, sobre todo si se trata de temas de cama, y peor aรบn cuando el que pide el consejo es un personaje dentro del universo de Woody Allen: neurรณtico, inseguro, y nervioso hasta la mรฉdula. Despuรฉs de perder a su marido y terminar en un hospital psiquiรกtrico, Robin (una Judy Davis que se lleva la pelรญcula) conoce al hombre de sus sueรฑos y se compromete con รฉl. El problema: su rรญgida educaciรณn catรณlica le impide disfrutar del sexo sin culpas. (“Cuando doy sexo oral pienso en la crucifixiรณn. No lo puedo evitar.”) ¿Quiรฉn mejor para enseรฑarle que una prostituta? “Te digo esto porque te respeto profesionalmente,” le dice Robin a su futura maestra.

Ahora, la pelรญcula es de lo peorcito de Allen: un collage de sketches –unos cรณmicos y otros no tanto- con muchos cabos sueltos y un guiรณn muy flojo. No obstante, me quedo con esta escena, con la frigidez de Judy Davis, y la cรกmara inmรณvil en el rostro de su personaje. Es el minuto y medio mรกs largo de la pelรญcula.

La conversaciรณn:

 

http://www.youtube.com/watch?v=_uIRo6O8Cs8&feature=relmfu

 

La lecciรณn:

 

http://www.youtube.com/watch?v=7_69kWnF3HI

 

2.

Happiness (1998) de Todd Solondz.

Bill le explica a su hijo por quรฉ violรณ a dos niรฑos

Es difรญcil escoger solo una escena cuando se trata de Todd Solondz, un cine a prueba de toda correcciรณn polรญtica. Entre la escena inicialdel “no soy yo, eres tรบ”, el intento de seducciรณnde Bill al compaรฑero de escuela de su hijo, o cualquier escena donde aparezca Philip Seymour Hoffman, mejor serรญa compartir la pelรญcula entera. Pero, ¿existe algo mรกs incรณmodo que decirle a tu hijo preadolescente que violaste a dos niรฑos de su edad? Sรญ: decirle que te encantรณ. Suena siniestro, pero Todd Solondz no incomoda por incomodar. Hay un corazรณn detrรกs de ese negrรญsimo humor.  ¿Quiรฉn mรกs serรญa capaz de hacernos sentir simpatรญa por un pederasta?

 

http://www.youtube.com/watch?v=rdwJLntUztQ&feature=related

 

3.

Festen (1998) de Thomas Vinterberg

El discurso de Christian

Un discurso es la oportunidad perfecta para hacer el ridรญculo. Imprudencias, silencios incรณmodos, y chistes que nadie entiende. (Pensemos en Bridget Jones-ese placer culposo- que siempre habla en los momentosmรกs inoportunos). Pero ya entrados en temas de pederastia, no podrรญa faltar esta joya del paisano de Lars Von Trier. En la fiesta de cumpleaรฑos del patriarca de una gran familia, Christian (Ulrich Thomsen), el hijo mayor, revela que su padre abusรณ de รฉl y su hermana cuando eran niรฑos. El problema no es la revelaciรณn. El problema es el estoicismo de los invitados, la frialdad de la madre (de quien luego nos enteramos, se hacรญa de la vista gorda), el tono sarcรกstico del discurso, y la inhabilidad de Christian para quedarse callado. Y eso que apenas comienza la pelรญcula.

 

 

4.

4 meses, 3 semanas y 2 dรญas (2007) de Cristian Mungiu

El final

Los ochenta. Rumanรญa comunista. El principal escenario es un hotel viejo, gris; de esos que transpiran decadencia. No hay mรบsica de acompaรฑamiento. Realismo a la mรกxima potencia. Esta escena sucede unas horas despuรฉs del aborto clandestino de Gabita (Laura Vasiliu) -que tenรญa, como bien dice el tรญtulo, casi cinco meses de embarazo. No queda mucho que decir, como en aquella escena final de Y tu mamรก tambiรฉn, cuando Julio y Tenoch toman un cafรฉ acompaรฑado de plรกticas mundanas, miradas evasivas y un lenguaje corporal que grita incomodidad. Mungiu recurre a los sonidos ambientales para enfatizar los silencios: la caรญda del agua, el pasar de las hojas del menรบ, la mรบsica de la boda al fondo. (Por si ya habรญamos olvidado la imagen del feto en el piso del baรฑo, el mesero se encarga de recordarnos con el menรบ de la boda.) Y cuando parece que ya no podemos sentir mรกs incomodidad, Otilia (Anamaria Marinca) lanza una mirada a la cรกmara y rompe la cuarta pared. Fade out.  

 

http://www.youtube.com/watch?v=5i4WLXtgfSI

 

5.

Dr. Strangelove or: How I learned to stop worrying and love the bomb (1964) de Stanley Kubrick

Los preciados fluidos corporales

El General Ripper (Sterling Hayden) se ha vuelto loco. El pobre de Mandrake (Peter Sellers) ya se dio cuenta. Y ahรญ, en la intimidad de una oficina semi-destruida, con una guerra nuclear en puerta y decenas de soldados atacando su base, el lunรกtico de Ripper decide que es el mejor momento para agarrarle la pierna a su capitรกn y compartir su teorรญa. Hilarante.

 

 

6.

Farenheit 9/11(2003) de Michael Moore

George W. Bush se entera de los ataques a las torres gemelas

No hay que olvidar el documental. Michael Moore es un extraordinario entrevistador: incisivo e insistente. Como ejemplo, la entrevista que le hizo en Bowling for Columbine a Charlton Heston. En tema de violencia, el documentalista dejรณ sin argumentos al actor y ex presidente de la Asociaciรณn Nacional del Rifle. Pero en esta escena, Bush se pinta solo. ¿Quรฉ estarรญa pensando el entonces presidente mientras atacaban su paรญs y รฉl permanecรญa inmรณvil? Moore tiene un par de teorรญas…

 

 

7.

Rebecca (1940) de Alfred Hitchcock

El cuarto de Rebecca

Por la transformaciรณn de la Sra. Danvers (Judith Anderson), esa ama de llaves antes frรญa y calculadora, que ahora revela una enferma obsesiรณn (¿enamoramiento, acaso?) con una mujer muerta. Por la cara de horror de la vulnerable Joan Fontaine, que creyรณ vivir un sueรฑo hecho realidad al casarse con un viudo millonario, y ahora vive atormentada por el fantasma de la primera esposa. Por el contraste de la mรบsica -que suena a romance y a luna de miel- con el terror psicolรณgico que provoca Danvers. La cรกmara se mueve sin prisas, entre espejos y cortinas drapeadas, mientras Fontaine se da cuenta que quizรกs nunca serรก la verdadera seรฑora de la casa. Nunca antes un cepillo, un abrigo y un camisรณn habรญan provocado tanta incomodidad.

 

http://movieclips.com/GdfwY-rebecca-movie-rebeccas-clothes/

 

8.

A serious man (2009) de Ethan y Joel Coen

Larry, su mujer, y el novio de su mujer

Un encuentro que empieza con el abrazo apretado del novio de tu esposa, con un ‘how are you?’ condescendiente, y una mirada de lรกstima, no puede traer nada bueno. Pobre Larry Gopnik: su vida es una cadena de eventos desafortunados. Nadie, ni abogados, ni rabinos, lo ayuda a calmar la incertidumbre que vive. Ya lo dijo Rogert Ebert antes que yo: el รฉxito de esta pelรญcula, y de esta escena, radica en la interpretaciรณn de Michael Stuhlbarg (Gopnik). El hombre no se enoja, no grita, no llora, no explota. Con todo y el exasperante conteo hasta diez de Sy, Larry mantiene la calma y no muestra mรกs que una profunda confusiรณn.

 

 

9.

Goodfellas (1990) de Martin Scorsese

‘You think I’m funny?’

Nos la sabemos de memoria, pero nadie puede negar que no se aferrรณ a su asiento ante la posibilidad de un ataque de ira de Tommy DeVito (Joe Pesci) que terminara en (otra) golpiza o en masacre, porque si algo hemos aprendido de Scorsese es que nunca hay que hacer enojar a Joe Pesci.  El tipo es chistoso, pero tiene el peor temperamento del mundo de la mafia y una mecha muy corta. La puesta en escena –a media luz y claustrofรณbica- es clave: no hay para dรณnde correr en caso de que Pesci pierda los estribos. Noten el lenguaje corporal de Liotta: tensado y echado hacia atrรกs, como si quisiera dejar un espacio entre ellos dos. No lo culpo.

Impacientes, saltad al minuto uno del video:

 

 

10.

Little Miss Sunshine (2006) de Jonathan Dayton y Valerie Faris

¿Por quรฉ te querรญas suicidar?

Uno de los mejores usos que se le puede dar a un personaje infantil en una pelรญcula, es para preguntar lo que nadie se atreve a preguntar pero muy en el fondo todos quieren saber. Olive (Abigail Breslin), esa gordita adorable que sueรฑa con ser reina de belleza, no entiende por quรฉ su tรญo (Steve Carrell) se querรญa matar, ni por quรฉ un hombre se enamorรณ de otro hombre, y no piensa callarse hasta entenderlo. ¿La diferencia con el clip de Happiness? La dinรกmica de la familia disfuncional, todos reunidos en algรบn lugar de la casa para agregar tensiรณn al momento penoso. Lo hemos visto en la cena de American Beauty, o en el formalรญsimo anuncio de divorcio en The squid and the whale. Sin los comentarios homofรณbicos del abuelo (Alan Alda), o las interrupciones constantes del padre (Greg Kinnear) -con su inherente nerviosismo y su patรฉtica moraleja de los ganadores y perdedores- esta escena no serรญa mรกs que un momento entraรฑable entre una niรฑa y su tรญo.

 

http://movieclips.com/ULiM-little-miss-sunshine-movie-frankly-speaking/

 

 

Extra:

Kika (1993) de Pedro Almodรณvar

La violaciรณn de Kika

Como suele pasar con el director manchego, una violaciรณn tratada como comedia slapstick es una escena que sรณlo รฉl podrรญa haber ejecutado. Kika (Veronica Forquรฉ) duerme sin calzones, cuando el hermano de su empleada domรฉstica (Rossy de Palma) entra a su cuarto y la viola. Ella -una mujer tan positiva que puede levantar a un hombre en coma- despierta a la mitad del acto, y, viendo que sus sรบplicas no detienen al atacante, mejor se pone a platicar con รฉl y le pide que se apure. La escena es en tiempo real (lรฉase: eterna). Hay tiempo para todo: para que la cรกmara se detenga en las figuras religiosas sobre el burรณ; para ver al vecino que espรญa a Kika al estilo de Rear Window; para que Juana, la empleada domรฉstica, despierte y vaya –con todo y silla amarrada- al auxilio de Kika; y para que dos detectives inรบtiles puedan investigar la violaciรณn mientras sucede. Descarada, extraรฑa, perturbadora, y kitsch a todo lo que da. No serรก la รบltima vez que Almodรณvar se interese por una violaciรณn con una vรญctima que a veces parece complaciente. 

+ posts

Escritora y guionista.


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: