Quizรกs sea muy temprano para hacernos estas preguntas, pero ยฟcรณmo se verรก en el futuro la poesรญa escrita por autores nacidos en los ochenta y noventa? ยฟQuiรฉnes de los que hoy habitan las librerรญas, las aulas de universidades y las revistas literarias serรกn leรญdos por las prรณximas dos o tres generaciones, y de ellos, quiรฉnes serรกn los que extienden su influencia? Y, finalmente, ยฟcuรกles serรกn las ramificaciones de esas escrituras en los hipotรฉticos jรณvenes poetas latinoamericanos de maรฑana? Estas preguntas pueden ser reiterativas, incluso vacรญas, cuando nos encontramos en una dimensiรณn plenamente especulativa y los autores a los que se dirigen estรกn en fase de crecimiento, apenas brotando de entre las piedras y construyendo sus propios cรกnones. Sin embargo el tiempo pasa, y nuestra generaciรณn se encuentra, cada vez mรกs, visible y ocupando espacios de poder entre los tentรกculos de la literatura latinoamericana: pronto seremos muchos, si no es que ya lo somos, en esas librerรญas, aulas y revistas. Un ejemplo de esta transiciรณn generacional es la publicaciรณn deย La casa adentro de la noche, un libro que reรบne la obra publicada del chileno Enrique Winter (Santiago, 1982), actuando como un corte de caja de su poesรญa hasta la fecha.
Escritos entre 1999 y 2022, los poemarios congregados en este bloque tamaรฑo folio de 370 pรกginas, editado por la chilena LP5 e impreso a la orden en una prensa tejana, dan cuenta de una voz singular en la literatura latinoamericana, que ha seguido un camino concentrado y especรญfico, claro, a lo largo de su prรกctica artรญstica. Winter es un poeta que pone atenciรณn al lenguaje, a la construcciรณn formal y a las implicaciones conceptuales profundas de lo que dice. Con claras influencias de exploradores lรบdicos como Mario Montalbetti, Charles Bernstein y Eduardo Milรกn, su poesรญa no se enfoca en la generaciรณn de un โcontenido poรฉticoโ concreto y preciso (sus poemas, a medida que maduran, dejan de ser temรกticos y tienden cada vez mรกs a la abstracciรณn), sino que se preocupa por los quiebres y las desviaciones que llenan el lenguaje; al principio, en los poemas de Atar las naves, ese interรฉs se manifiesta en una escritura presentista, llena de imรกgenes concretas y entraรฑables (amantes que caminan, boxeadores, personas que se dan cuenta de que estรกn envejeciendo frente a una botella de cerveza, muchos autobuses) que son entrecruzadas por una abstracciรณn mayor, claramente influida por la language poetry y por el montaje cinematogrรกfico.
Un primer libro funciona como una declaraciรณn de intenciones, un manifiesto (muchas veces imperfecto) de lo que se encontrarรก en el resto de la obra, yย Atar las navesย cubre esa necesidad. Presenta el sentido del humor, los intereses y el tono del autor, sin pretender cerrar o generar un consenso claro de su prรกctica. Sin embargo, las cosas cambian en sus siguientes dos libros:ย Rascacielosย (un libro que se percibe mรกs โgrandeโ, con una intenciรณn polรญtica perceptible y la introducciรณn de imรกgenes que le dan cierta contemporaneidad aรฑeja, familiar en los acรณlitos de Raรบl Zurita o Diamela Eltit) yย Guรญa de despacho, que representa un hito en su bรบsqueda por la abstracciรณn concentrada. Este รบltimo mantiene el sentido del humor y la ironรญa de sus miniaturas, y la expande en poemas de gran complejidad que se prestan a mรบltiples interpretaciones, por los que se cuelan las consabidas voces de Nicanor Parra, Elvira Hernรกndez o Gerardo Deniz. El humor y el interรฉs por la forma se convierten en instrumentos para la meditaciรณn sobre el โyoโ en un sentido mรบltiple, una fenomenologรญa enraizada en las palabras: โun foco no es un paradero, los buses aceleran sin mรญ, / pegado en cรณmo lo alguna vez deseado ya no existe, / pues lo deseado muta. / Y uno noโ.
En esta bรบsqueda, Winter se parece a algunos de sus contemporรกneos en el continente, como Ben Lerner (que convirtiรณ el solipsismo acadรฉmico en una prรกctica artรญstica extendida) o Marรญa Paz Guerrero (cuyo interรฉs por contarte detalladamente cรณmo le extraรฑa lo cotidiano se vuelve un ejercicio de contemplaciรณn). Quizรกs la necesidad que registra, el deseo que estรก sobre esta bรบsqueda lรญrica, es tambiรฉn una pulsiรณn contemporรกnea: la de encontrar un lugar para el โyoโ en la poesรญa despuรฉs de su disoluciรณn posmoderna. Su pregunta constante no es el austiniano โcรณmo hacer cosas con palabrasโ, sino el derridiano โcรณmo nos definimos desde las palabrasโ, usadas no como medio expresivo o descriptivo, sino como espacio de interrupciรณn, como bloques de construcciรณn, soportando narrativas que se autodestruyen. Con esto, su prรณximo libro, Lengua de seรฑas, dispensa de los tรญtulos irรณnicos y de la estructura de poemas largos intercalados con epigramas, para volverse mucho mรกs flexible: ahora los poemas no tienen tรญtulo, y fluyen entre tonos, espacios y formas a lo largo de las pรกginas, obedeciendo mรกs a la mรบsica del pensamiento que a cierto efectismo juvenil.
Sin dejar atrรกs el humor, aunque abandonando el chiste fรกcil, Winter llega al centro de su prรกctica. En รฉl, los poemas ya no apuntan hacia afuera, no intentan cautivar con la autorreferencia o con las herramientas de otros poetas, sino que giran alrededor de sรญ mismos como sistemas cerrados. Imรกgenes de cuerpos violentados, araรฑas, telaraรฑas y objetos cotidianos entrecruzan un argumento lรญrico obscuro: la poesรญa como un principio de incertidumbre, que se construye alrededor de palabras resignificadas. Esto serรก, al fin, lo que articule tambiรฉnย Variaciones de un dรญa, escrito en parte por รฉl y en parte por Josรฉ Kozer. En este รบltimo libro, como bien dijo Pablo Baler en su reseรฑa publicada en esta misma revista (octubre de 2022), el joven poeta y el maestro legendario ensayan a cuatro manos una prรกctica mรญnima: la de desfamiliarizar en absoluto el lenguaje, llegando a sus puntos de fuga, a sus deformaciones mรกs profundas, y destilando poesรญa de la expresiรณn mรกs inmediata, del monosรญlabo, de la naderรญa. Asรญ como el cubano llegรณ a la radicalidad semiรณtica desde el camino del barroco, el chileno ha encontrado el mismo espacio en la depuraciรณn de la depuraciรณn: aislando los elementos que tiende a utilizar para aprovecharlos al mรกximo, y dejando de obedecer patrones narrativos, lineales, en su poรฉtica. En su conversaciรณn con el poeta mayor, Winter parece lograr nuevos hallazgos tanto en su escritura como en su teorizaciรณn sobre ella, y ambos extremos empiezan a volverse mรกs claros, al tiempo que indisociables.
Enrique Winter se ha distinguido de muchos de sus contemporรกneos cรฉlebres por ser un poeta clara y agresivamente lรญrico. Si bien, recientemente, ha apostado por la novela, y practica el ensayo con la constancia de un acadรฉmico, la abstracciรณn de su poesรญa lo ha mantenido en una distancia sensible ante una cultura lรญrica que tiende a lo prosaico, al relato, a la austeridad. Si bien en sus primeros libros podemos ver esa misma pulsiรณn por contar โalgoโ, por hacernos reรญr, por caernos bien o perturbarnos, a medida que su escritura se desarrolla, atestiguamos un desanclarse del signo y el significado, que lo posiciona en la intersecciรณn entre dos mundos: el neobarroco, de Lezama a Kozer, y el minimalismo anglosajรณn, entre Beckett y Bernstein. Ambos espacios del pensamiento chocan en su prรกctica, y le dan a su poesรญa una tesitura enrarecida que juega con la desfamiliarizaciรณn tanto como aprovecha los lugares comunes y los subvierte, sin buscar anclarse en contar un relato o comunicar โalgoโ claramente: la escritura misma es el tema capital de su escritura, โuna forma de estar despiertoโ.
Quizรกs sea, reitero, muy temprano para decir que tal poeta joven es de relevancia mayor para su generaciรณn, pero Enrique Winter, con estos seis libros compilados, se ha vuelto una presencia fija de la literatura latinoamericana. Ocupa el espacio de un explorador sin lรกmpara, alguien que estudia el lenguaje desmenuzรกndolo, haciรฉndolo mรกs suyo, con cada exploraciรณn, mientras asume con mayor radicalidad las influencias que una vez fueron obvias (e incluso estorbosas). Quizรกs, en su apuesta por encontrarle sentido a un โyoโ de la poesรญa atravesado por la dispersiรณn y la disociaciรณn, el chileno ha logrado lo que tanto tememos que consiga la inteligencia artificial general: un sistema de lenguaje cerrado, que refiere mรกs a sรญ mismo y a sus propias reglas que a la informaciรณn disponible, y reinventa, con ello, el mundo a su imagen y semejanza. Tamaรฑo logro que apenas se estรก esbozando, y quizรกs todavรญa le queda algo distante, pero con suerte, y aรบn mรกs depuraciรณn, lo lograrรก antes que ChatGPT. Tal proyecto, sin embargo, requiere cierto sacrificio: no puede ser logrado sino con una escritura apilada, trabajada, construida hasta el cansancio y con el tiempo. Quizรกs, en el prรณximo tomo de su poesรญa reunida, el que hipotรฉticamente saldrรก en la editorial LP10 y en 2045, serรก donde veremos todas estas promesas materializarse. La seรฑal de un gran poeta no es que โlogreโ algo, sin embargo, porque sabemos que la poesรญa no hace que las cosas sucedan, sino reconocer cuando el autor aprende de sรญ mismo y logra mantener la mรกs fรบtil y extraviada de las cosas: nuestro interรฉs. Por ahora Enrique Winter lo ha logrado con creces, y espero ver quรฉ otros caminos emprende, quรฉ otras maneras inventa de comunicarnos algo que nunca es claro, pero estรก aquรญ, y es parte fundamental de nuestro ecosistema literario. ~
(Naucalpan, 1994) escribe poemas y ensayos. Su primer libro, Fracciรณn continua, fue publicado por el FOEM en 2022.