Me parece que lo primero es escuchar โBrown Girl Bluesโ, una pieza de spoken-word contra la brutalidad policial y los asesinatos de negros en Estados Unidos. (Tan solo en este aรฑo han muerto 173 afroamericanos a mano armada de policรญas.)
Lo segundo es resistirse a definir su voz. Algunas veces corresponde a la mujer hermosa de โSoul Trainโ, que baila coreografรญas en la calle, con un afro envidiable y pantalones acampanados, evocando el norte de Manhattan antes del aburguesamiento. Otras veces a la joven sensual que invoca a โYayaโ, el gran espรญritu taino. Y otras es la palabra de una rapera andrรณgina que en โTomboyโ, rima orgullosa de sus pequeรฑas tetas y la barriga que esconde con una sudadera gigante a juego con pantalones baggy, que usa lentes y fuma mota seduciendo a la cรกmara.
Es una y a la vez tres personas: Destiny Nicole Frasqueri, Wavy Spice y, รบltimamente, Princess Nokia. Pertenece a tres lugares diferentes de una misma ciudad: Spanish Harlem, Lower East Side y el Bronx. Se siente una outcast, pero no quiere pertenecer sin transitar con una mano en la cintura por cuanta personalidad le brote.
Lo tercero, entonces, podrรญa ser sintonizar su programa de radio, The Smart Girl Club, titulado asรญ por el colectivo de arte que fundรณ para mujeres. Reconocer que tiene el coraje de una riot grrrl, la independencia del DIY (Do It Yourself) y la hermandad para burlar la fragmentaciรณn, haciendo del cuerpo en el escenario el cuerpo de todas. Dialogar con ella, porque pocas veces la historia la cuentan las protagonistas. Ha sido invitada a Harvard y a The New School para dar conferencias sobre feminismo urbano, afrofuturismo o espiritualidad, y es que hay en sus canciones una pronunciaciรณn de la mujer que le da sabor al feminismo, y a la vez un ritual indรญgena que celebra sus raรญces boricuas que se extienden hasta Yoruba, Nigeria. Lo suyo son versos de alto voltaje que, desde luego, recuperan la tradiciรณn oral, pero que honran la diferencia y exigen el derecho a una comunidad negra y latina segura en un Estados Unidos tan peligrosamente racista.
I step in this bitch and I do what I want
I don’t give a damn and I don’t give a fuck
Ain’t got no hair on my tongue
Got no reason to run
Yeah, my words are the reasons that I’ll never use guns
Lo cuarto es contemplarla desencajada, con agresividad, pero tambiรฉn con esperanza; apropiada de su color, su herencia, su cuerpo, su lugar, el lugar desde donde mejor se inspira, lejos de los contratos discogrรกficos, de los estereotipos, del Hispanic Heritage Month que se celebra en estos dรญas. Desde la inmensa e interesantรญsima periferia de la supremacรญa blanca, esta โCaribbean-African bitchโ, se inspira en las mujeres Panteras negras como Assata Shakuren, y en Nina Simone, en escritoras y activistas chicanas como Anzaldรบa y Sandra Cisneros. Apostilla feminismos, afrolatino y decolonial.
I’m that Black Native American
I vanquish all evil
I’m the Black a-Rican bruja straight out from the Yoruba
And my ancestors Nigerian
my grandmas was brujas
Lo quinto, lo รบltimo y lo mรกs importante, es no โteorizarโ, y volver al principio, donde lo รบnico que hay hacer es escuchar.
Ciudad de Mรฉxico