World of Warcraft, vida virtual

Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

A
mediados del otoรฑo se dio a conocer la noticia de que World
of Warcraft
(o por las siglas wow,
como lo conocen sus usuarios) tiene mรกs de siete millones de
suscriptores en el mundo, lo que lo convierte en el juego mรกs
popular para computadora de su especie. Siete millones de
suscriptores: dos veces los habitantes de Guadalajara, casi toda
Suecia, la mitad de Nueva York. ยฟQuรฉ tiene a tanta
gente enajenada? Se compra el juego, se instala, se da de alta una
cuenta โ€“en la que se paga mensualmente la renta del servidorโ€“, se
selecciona un avatar (puede ser un gnomo, un duende, un orco) y
despuรฉs se le da una profesiรณn: druida, mago, guerrero,
hechicero. Luego hay que entrar al mundo,
en donde lo รบnico que hay que hacer es cumplir misiones, subir
de niveles y afanarse por encontrar, junto con la ayuda de otros
seres humanos que tambiรฉn se niegan a dar su verdadero nombre,
el mejor armamento posible. Nada nuevo hasta ahรญ. Pero hay
mรกs: no es un juego diseรฑado para ganarlo, sino para
habitar en รฉl. Entrar pensando que algรบn dรญa se
va a ganar es inรบtil: hay que entrar al mundo de Warcraft como
a una realidad alterna, dispuesta para transformarse en una segunda
vida. Solamente para llegar al nivel sesenta โ€“que hasta ahora es lo
mรกximo alcanzableโ€“ se necesitan mรกs de doscientas
cincuenta horas de juego efectivo… cuando un videojuego comรบn
no toma mรกs de cuarenta.

La
clave de la adicciรณn a este fenรณmeno parece estar, no
en el juego mismo, sino en la comunidad en lรญnea. Los que
participan en wow
crean amistades virtuales, noviazgos en bits
e incluso matrimonios que terminan trascendiendo la pantalla y
entrando al mundo de lo real. Es famosa la anรฉcdota de dos
japoneses que se conocieron dentro del mundo de Azeroth โ€“asรญ
se llama la tierra ficticia de wowโ€“,
se enamoraron vรญa internet y despuรฉs se casaron,
primero en una iglesia dentro de Warcraft (con todo y cura) y luego
en una capilla de verdad. Esto podrรญa ser prueba de que el
mundo imaginado cobra validez en el instante en el que afecta, de
forma directa, la realidad del jugador y pierde toda virtualidad. En
ese sentido, quizรกs no haya juego mรกs real que World
of Warcraft
.

Dentro
de Warcraft no existen personas con nombre y direcciรณn, ni
existe Estados Unidos, ni Mรฉxico, ni Sistema Judicial, ni
escuelas, ni oficinas, ni nada. Es mรกs: divulgar informaciรณn
personal se ve como una ofensa para los demรกs jugadores.
Dentro de wow
nadie es lo que es… y, al parecer, el invento resulta de lo mรกs
grato: si Barry Wilson de Oklahoma se dedica por las maรฑanas a
trajinar cajas para una compaรฑรญa constructora de
Pittsburg, por las noches es Osangar, un humano hechicero
perteneciente a la facciรณn de Ne Kah Ne Tah y dedicado a la
cacerรญa de los dragones de Dustwallow Marsh. Me imagino que
cuando juega y le preguntan a quรฉ se dedica, Barry prefiere
decir lo segundo a lo primero.

Y
siete millones de suscriptores estรกn con รฉl. ~

+ posts


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: